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Chapter name: Paciencia reventada.



El timbre sonó, las clases habían terminado. Por fin.

El bullicio se hizo rápido, no era extraño, ni tan molesto, el cuchicheo habitual.

Más un grupito parecía algo más quieto de lo usual.

Tenían la vista clavada en cierta azabache la cual no querían perder de vista. ¿Qué tan difícil sería seguirle el paso?

Un cruce de miradas se hizo entre los tres chicos. Asintiendo las cabezas se levantaron tras guardar sus cosas.

No habrán tardado ni un minuto entero, que al levantar la mirada. El asiento vacío les daba la bienvenida.

Su objetivo había huido.

—¿Qué mierda? ¿¡huyo!? —Se miraron entre sí, con la confusión a flote—

—Vamos tras él, ¡no debe estar muy lejos!

Tomaron sus mochilas, empezando a correr por los pasillos en busca del chico.

No tenía sentido que desapareciera así de la nada, ¿Cuánto podía correr una persona en menos de 60 segundos? era imposible y si iba corriendo, sus pasos resonarían por los pasillos silenciosos.

¿El chico hacía maratones? quizás estaba escondido en algún lugar. ¿Noto al grupo de tres queriendolo emboscar?

Y más preguntas, dando vueltas en la cabeza de todos los chicos, especialmente el de la mejilla herida.

No tiene sentido.

Y quizás, si no estuviera tan ensimismado en darle caza al de mirada color granate y se hubiera tomado 5 segundos mirar por la ventana.

Lo habrían visto. En el árbol escondida entre las ramas.

No fue muy complicado, el bullicio y su propia distracción fue suficiente para salir en silencio, ir al salón vecino, colarse por las ventanas y dar un salto a las ramas más cercanas del árbol.

Los vio alejarse tanto que bajar no era un problema, se movía constantemente por callejones oscuros, edificios a medio abandonar, lugares lúgubres y construcciones ilegales.

Unos simples raspones de los árboles no la iban a detener. Incluso tuvo una caída bastante limpia, aun con su mochila y todo.

Empezó a correr, tampoco era la idea de quedarse a vivir allí adentro. Iba ya algo más atrasada por el pequeño percance.

Acelerando el paso a la salida, hubo un choque de miradas, muy corto, pero que seguía pasando de vez en cuando.

Bakugo katsuki.

Como de costumbre, no hubo un mísero intercambio de palabras, hace semanas que no cruzaban un simple ''hola'' si es que en algún momento hablaron decentemente.

Ella dio un corto saludo con la mano, como si hiciera un saludo militar, alejándose del explosivo corriendo, tenía que tomar el colectivo después de todo.

¿Quién se atrevería a llegar tarde a su primer día de trabajo?

¿El? simplemente sosteniendo con cierta fuerza un clip de cabello.

Algo no cuadraba.

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Bloodstain.(𝑩𝑵𝑯𝑨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora