Ｂｌｏｏｄｓｔａｉｎ．(𝑩𝑵𝑯𝑨)

3.0

Chapter name: Ayudante del asesino.

Y ahí íbamos, los nenes de esta índole estaban acostumbrados a ir de un lado para otro en silencio absoluto, especialmente en las mañanas medio oscuras. Las voces chillonas siempre llamaban la atención indeseada y si soy franca, no hay energías para irme a violentar con gente peligrosa.

Pero su silencio era una preocupación menos, cruzar las calles con el chico en la espalda y encima medio escondido por la mochila venía perfecto en cualquier circunstancia.

El verdadero reto siempre era la calle de la gente del lado legal, porque disimulamos lo mejor que podemos pero supongo que aunque la mona vista de seda mona queda.

Ojeras, mascarillas cubriendo cualquier rasgo facial reconocible aparte de los ojos, obvio.

Quizá otra cosa es como nos evitamos cualquier héroe caminando por la calle, aunque ese señor oficinista acaba de hacerlo, aunque si anda apurado.. ¿Quién puede juzgarlo?

Otra posibilidad es la energía de hijos de puta que irradiamos, no la suelen reconocer los ciudadanos muy cumplidores de la ley en los pocos segundos de interacción que tenemos, pero los héroes la conocen muy bien.

¿Estará en la mirada? O quizás en la forma inconsciente que actuamos al vivir en las zonas complicadas. Estos comportamientos serían muy interesantes de estudiar.

Si no fuera que sacar fotos es mi pasión, psicóloga hubiera sido buena opción. Es de la rama que se cuestiona y analiza todo. El saber el porqué del comportamiento humano.

—¿Yuko?

La vocecita que tengo sujeta a la espalda me saca de mi divagación mental habitual.

—¿Qué pasa?

—Estás quieta hace cinco minutos, ¿No vamos a entrar?

¿Ah?

Focalizo mi mirada, si eh-

—Ah. Sisi disculpa

Qué vergüenza ¿Cuánto estuve ahí parada en la entrada trasera de la cafetería?, doy una risita medio fingida bajando al nene de mi espalda, haciéndolo entrar a los pocos segundos.

Lo veo irse directo a su lugar designado con los gatos, le enseñé absolutamente todas las reglas y estos días funcionó todo en orden.

—¿Te acordas de las reglas? —Le pregunto mientras me ponía el delantal—

—¡Gatos en la cara no!

—¿Y qué más?

—¡Lavarse las manos si salgo y no molestar a tus amigas del trabajo!

Suspiro, bueno le faltaban un par, Agarro un papel y se las anoto a un costado.

—Bien, volveremos a casa antes del festival

—¿Por eso nos fuimos muy temprano hoy?

—Si, ah y si queres dormir...

Agarro mi mochila, dándole un almohadón pequeño que agarré de casa y su peluche de abejita medio extraño. Obvio.

—¡Tily! Gracias

Veo la escena bonita entre el peluche y el nene, mejor que no se entere que tuve que entrarle a su departamento de forma no muy legal. Pero esos son detallitos por la felicidad del chico.

Oh y mi paz mental, obviamente.

Al final, lo dejó allí, faltarían unas cuantas horas para que el festival empezará y verlo por la tele, por lo cual me daba todo justo para hacer mi turno cambiado por el maldito festival.

Aunque bueno, si había algo interesante, escuche que dos de mi salón de secundario entraron ahí, fue furor la última semana de clases. No me acuerdo sus nombres, pero sí que sería interesante ver, quién sea que fuera.