El abrumador sol, salía en las mañanas, sus rayos entraban por las viejas ventanas de la pequeña casa. El menor de los dos se levantó temprano, ya no sentía dolor de lo ocurrido anoche. Su padre era así de agresivo con él, algunas veces lo hacía llorar otras veces las disfrutaba, pero sentía que ya no era igual, que cuando eran niños, el hombre cariñoso que se preocupaba por sus hijos.
Salió por la puerta principal a tomar un poco de aire fresco de la naturaleza, aún estaba desnudo así que aprovechando eso fue corriendo y en un chapuzón se metió al lago, sumergiéndose para olvidar lo ocurrido.
Estaba distraído nadando, cuando pudo visualizar detrás de unos arbustos algo de color azul fuerte, salió del agua acercándose. Gateando,se dirigió donde estaba el extraño objeto, conforme se iba acercando la cosa se hacía más pequeña. Cuando tuvo el objeto en sus manos, lo miró con curiosidad. Era una pequeña cajita de madera, pintada de un azul brillante.
Al tratar de explorar más descubrió que tenía una tapa. La abrió y de ella surgió una melodía, una suave melodía. Era una caja musical, aún que él no lo supiera. Cuando la música terminó, el rubio quedó anonadado. De inmediato, fue corriendo hasta la casa, para mostrar a Brian su nuevo descubrimiento.
Cuando llegó a la sala se encontró a su padre, en la ventana que daba la vista fuera.
- Aah estaba empezando a disfrutar la vista que tenía en frente- habló Michael con una sonrisa socarrona- era muy hermosa- se acercó donde Roger, pero este siguió su camino a su habitación, con una sonrisa triunfante. Luego vió lo que traía en sus manos y se asustó.-¡¿De dónde carajos sacaste eso?!- exclamó alarmado, quitándole de las manos- Habla! Dónde lo encontraste!?
El menor asustado por la repentina reaccion de su padre, respondió con temor a que le hiciera algo.
-Estaba entre los arbustos, cerca de la casa-reapondió tratando de quitarle lo que había encontrado.
-Ellos estan cada vez más cerca- balbuceó el hombre.
-Quienes?¿De qué hablas? Dame esto es mío yo lo encontré- arrancándole de las manos la caja.
-Roger, ponte algo de ropa y quiero que ni tú ni Brian salgan de la casa ¿Entendido?- advirtió Michael con un poco de nerviosismo- Solo por hoy, saldré algunas horas, necesito averiguar algo.
-Pero, ¿sin comer? - preocupado mencionó el menor-¿Por qué?
-Solo hazme caso si- replicó el padre- ya veré cómo me las arreglo en el camino- se dirigió a uno de los estantes de la sala y sacó un arma que estaba ya años sin usar, pero aún cargada, tomó su chaqueta del perchero y salió de la casa.
El rubio hizo caso a su padre, tomando una de la camisas largas que encontró en el piso, se lo puso y se adentró en la habitación que compartía con Brian. Este aún dormía plácidamente, Roger se subió encima de él a horcajadas, acercandose a su oído.
-Brian!- gritó jugando el rubio.
-Rog no hagas eso- habló adormilado el ruloso tapándose con las sábanas. Roger al ver que no despertaba se le ocurrió otra cosa.-Bri! Bri! Bri!- repitió varias veces hasta que despertará, dando leves saltitos sobre él. Al ver que el ruloso se tapaba los oídos, comenzó a reír.
-Que sucede Rog- somnoliento se sentó en la cama.
-Mira lo que está ahí- sonriente señaló la esquina de la habitación donde ya hacía la pequeña caja.
-Vaya Roger- abriendo más los ojos para despertar del suelo- ¿Que es eso?-
Se levantó de la cama,tomando la cajita en sus manos.-Donde lo encontraste?- preguntó mientras seguía observando con mayor detalle.
-Lo encontré en los arbustos por el lago.- respondio- no es fabuloso, mira abre la tapa, se escucha como un sonido raro pero bonito.