Flashback
La luz de la luna era el único medio que los iluminaba y la única testigo que presenciaba el amor de ambos hermanos se demostraban bajo la penumbra de un enorme pino detrás de unos enormes arbustos que los cubrían.
Roger respiraba con dificultad y se removía encima del mayor que lo tenía agarrado de la cintura. Sus labios se movían al ritmo en el que sus lenguas danzaban dentro de la boca del otro. El mayor se reincorporó dejando al menor tendido en el césped en medio de sus piernas . A la medida que sus besos aumentaban el nivel de pasión, Brian tomó el borde de la camiseta del menor e introdujo su mano, haciendo temblar al más pequeño que cuando sus labios pasaron a su cuello el rubio no pudo evitar soltar risitas.
Estaba feliz, quería que este momento durara para siempre, tener a Brian para siempre y sabía de qué manera podía tenerlo sólo para él.
-Brian...-soltó en un gemido cuando el mayor comenzó a chupar uno de sus pezones.
El mayor ignoró el gemido del menor y siguió con lo suyo, pero de pronto unas cálidas manos acariciaron su cabello haciéndolo mirar a los ojos del contrario. El pequeño tenía los ojos lagrimeando parecían dos enormes diamantes azules que poseía en vez de ojos. Roger pestañeó varias veces haciendo que se le escapara una lagrima.
-¿Te estoy lastimando?-se alejó preocupado el mayor de trece años.
-No- contestó al instante el rubio de nueve, se acercó más para cortar la distancia que tenía con su hermano.
-Brian, yo...- Roger lo miró con sus grandes ojos un poco preocupado de vergüenza, no sabía por donde comenzar, tenía miedo a ser rechazado.
-Quiero que me marques para siempre, quiero hacerlo contigo Bri.- su blanda voz y las ambas mejillas coloradas, hizo que el ruloso se estremeciera.
Era como si le hubieran leído la mente. La belleza que se encontraba a su lado todos los días al despertar quería que fuera sólo de él.
-¿Estás seguro Rog?- preguntó el mayor tomándolo de la mano- No crees que será doloroso, yo no quiero lastimarte.- dijo, recordando aquella vez lo que sucedió en el lago años atrás.
-Ahora soy más grande y ya no soy el niño llorón que era antes.- habló colocándo sus manos a la cintura orgulloso.
- Estoy seguro Bri, si me dan a eligir a papá o a ti con quién lo hago primero, te elijo primero a ti. Con papi nunca pasé más allá de los besos pero contigo quiero algo diferente, quiero ir más allá.- dijo dándole un suave beso en la mejilla.
-Entonces prepárate porque te voy a matar a besos.
Brian no se pudo resistir tomó a Roger de la cintura aventándole al piso, Roger lo miró atónito pero después su expresión cambió cuando el ruloso se puso encima de él, le dió un besito en la frente y comenzó hacerle cosquillas. Las carcajadas de los niños eran tan fuertes que se podían escuchar a metros.
Unos pasos se asomaron al lugar donde los pequeños se demostraban amor. Cada vez que se acercaba las risas eran más fuertes. Unas manos grandes apartaron el matorral que los cubría encontrándose al más grande encima de un pequeño de nueve años medio desnudo.
-¡Hasta que por fin los encuentro!- gritó enfurecido el hombre con una botella en mano. Un hombre delgado castaño, estaba borracho hasta los pies, su cara estaba toda roja y sus ojos cansados.
-Roger- habló, dirigiéndose al menor agarrándolo del antebrazo con brusquedad, haciendo caer al que se encontraba encima de él.
-Hay unos amigos que quieren conocerte.- el menor iba a tomar su ropa, pero su padre las aventó al suelo- así está bien, será más rápido.