»De vuelta a Hogwarts«

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  Cuando nos despegamos del abrazo, nos quedamos mirándonos por un rato, sus ojos una vez más me hicieron sentir feliz. Y al parecer, algo también lo hacía feliz a él, esperaba que fuera yo.
  Quité mis brazos de sus hombros y él los suyos de mi cintura, y al quedar a una distancia respetable hablamos.
-Vienes por los materiales ¿No?
-Sí.. ¿Tu igual?
-Ajá, pero si me he encontrado más..
-No quiero imaginarlo.. mejor cuéntame -me dijo riendo.
-Bueno, para empezar..
-¡Hola Josephine! -su abuela había salido de la nada, y tenía una escoba de aquellas que aceleran muchísimo en la mano- no te veo desde hace tiempo.
-Me alegro de verla, Augusta.
-Neville, ven.. ¿Qué te parece esta? -el rostro de mi amigo era de terror, y era fácil de suponer que no quería esa escoba, más bien, que no quería ninguna escoba.
-Cla-claro abuela.. -dijo, y yo contuve otra carcajada ¿Cuando aprendería Nev a decir realmente lo que pensaba?
-Augusta ¿Y si mejor vamos a comparar unas capas nuevas? Sé que a Neville se le manchó la suya el año anterior por aquella posión fallida -sugerí.
-Tienes razón, Josephine. Mira que considerada es tu amiga, creo que deberías haberlo recordado tú ¿No te parece? -le recalcó a su nieto. Quien sólo reaccionó mirando al suelo, algo desanimado.
-Hey, no te preocupes, sé que algún día ella estará orgullosa de tí.. -le susurré, y él me sonrió levemente.
  Caminamos hasta la tienda en donde siempre comprábamos las capas, y entramos. Luego de que Madam Malkin nos tomara unas medidas, nos quedamos hablando.
-¿No me habías comentado que te habías encontrado muchas cosas?
-Sí, me vi con Hermione, en Flourish y Blotts, además allí estaban Harry y Ron. Desagradablemente tuvimos que ver a Malfoy también, pero no me deje intimidar.. ni siquiera por su padre.
-¿Su padre estaba ahí?
-Si, y es tan malvado como el hijo.. ¿Puedes creer que te llamaron una de mis "preferencias"?
-¿A.. qué te refieres?
-Me refiero a que sólo para molestarme me decían tonterías, y como saben que me importas quisieron herirme contigo.. -hubo un pequeño silencio, sí, le había dicho a Neville que era especial para mí ¡Oh Merlín! ¿Tenía que parecer tan incómodo?- decían con desagrado que eras mi amigo, como si fuera algo malo..
-Quizá.. bueno ¿Lo es?...
-¡Oh! Vamos Nev, no empieces..
-¿Que no empiece con qué?
-Mira, les dejé muy en claro que no estaba para nada ¡Para nada! Avergonzada de tí. El padre de Malfoy me tendió una trampa.. todo porque su hijo está celoso, lo entiendo pero ¿Por qué tienen que actuar así?
-¿De qué? ¿De qué.. está celoso?
-Supongo que del cariño.. no creo que le den mucho cariño.. o elecciones en su casa, o en su grupo de amigos..
-Mm.. entonces ¿Una trampa? ¿Qué diablos fue lo que te hizo?
-Cálmate, él me guió por mal camino.
-¿Qué? Josephine ¿Le creíste? ¿Lo seguiste?
-No.. es decir, sí.. es que él me dijo que estabas en aquella dirección -le dije señalando por la ventana al lugar correspondiente.
-Josephine ¡Allí está el Callejón Nocturno! ¿Estás loca?
-Bueno, lo olvidé, y mi abuelo nunca me había llevado ahí.
-Gracias a Merlín que pudiste salir de ahí bien..
-Sí.. bien.. -una vez más el chico se me vino a la mente, fue generoso- había un chico..
-¿Un chico? -exclamó él con un poco de desagrado.
-Sí.. era interesante, tenía.. -me interrumpió Madame Malkin.
-Muy bien chicos, aquí están sus capas, no costó casi nada arreglarlas.
-Muchas gracias, señora -le agradeció Neville, y nos fuimos de la tienda luego de pagar.
  Más tarde compramos los calderos y un par de cosas necesarias para este año. Hablamos sobre cómo quizá trabajaríamos con Mandrágoras, y también sobre lo que habíamos hecho durante el verano.
  Al finalizar el día, tuve que despedirme de Augusta y mi amigo, pero no tardaríamos mucho en volver a vernos, así que no fue tan largo, ni difícil.
  Cuando llegué al negocio, dejé todo en la mesa que había tras el mostrador y crucé la puerta que llevaba a la casa. Para llegar a mi habitación, y después de saludar a mi abuelo, me eché en mi cama a dormir. Resultaba lindo que ese "cuarto de huéspedes" en realidad fuera prácticamente mi cuarto, sentía que era uno de mis lugares favoritos en el mundo.
  Llegó el día, esa mañana tomaría mí desayuno y partiría a la estación 9¾, en Kings Cross. Estaba emocionada, y no podía parar de pensar en todo lo que podría ocurrir ese año, quizá fuera más tranquilo que el anterior.. pero la verdad eso no me daba tanto gusto, seguía con ganas de una aventura.
  Al abrir mis ojos, no esperé ni siquiera 2 minutos para salir de la cama, me quité las sábanas de encima y saqué mi uniforme, mientras me ponía la falda pensaba en los contenidos nuevos de Transformaciones. Después cuando bajé a desayunar mis pensamientos sobre los estudiantes nuevos de este año se mezclaron con mi cereal. Y finalmente, mientras salíamos del negocio, imaginaba momentos aventureros, dulces y graciosos con mis amigos, también se me ocurrieron algunas respuestas para los insultos de Malfoy.
  Al llegar a Kings Cross recordé al joven de ojos rojos, y me pregunté ¿Y si asistiera al colegio? Nunca antes lo había visto, aparte de aquella vez. Sin embargo, en mi año anterior en lo que menos había pensado era en los alumnos de los demás cursos. Si lo veía una vez más me llevaría una gran sorpresa.
  Atravesamos disimuladamente la pared entre las plataformas 9 y 10, y pronto vi ante mis ojos a aquel tren, aquel tren rojo y negro, con un letrero delante: "Hogwarts Express". No pude evitar sonreír, volvía ¡Por fin volvía!
  Saludé a mi abuelo con un largo abrazo y él me acarició la cabeza una vez más.
-Que tengas suerte.. y recuerda:..
-Sé valiente, sé astuta, sé sabia y sé bondadosa.. -completé la frase de mi pariente con lo que me había enseñado durante años, y yo había seguido siempre. Cómo respuesta me sonrió y miró hacia otra dirección, seguía con la sonrisa dibujada. Di media vuelta y me encontré con Longbottom peleando con su abuela una vez más, pues a él se le había caído más de la mitad de su maleta y ella lo estaba regañando por no tener cuidado.
  Corrí con mi equipaje hasta allá y para cuando llegué Augusta ya había comenzado a dar su charla diaria.
-Vamos Neville, por favor, sabes que tienes que ser más cuidadoso ¿Qué diría tu padre? A él no se le dificultaban tanto las cosas ¿Y tu madre? Ella era una gran bruja.. -mientras hablaba me agaché y comencé a juntar algunos libros, mientras pensaba: la verdad nunca supe nada de la familia de Nev además de su abuela.. entonces me encontré con mi amigo por el suelo.
-¿Qué tal Longbottom?
-¡Oh! De maravilla.. -respondió con sarcasmo, a lo que yo mostré una sonrisa y poco después una risa corta se me salió. Entonces me sobresalté: el libro que tenía en la mano quería salir, y lo dejé, para que éste se uniera a una pila con los demás. Aún confundida, miré a los lados, entonces volví a verlo: alto, piel trigueña, el mismo rostro, pero ahora tenía el cabello azulado. Me lo quedé viendo, y él hizo lo mismo por unos segundos. Después, sin darme mucha importancia se fue.
  Una vez más, quedé en ridículo cuando me levanté y agradecí por segunda vez, sin obtener ninguna respuesta. Así que sí venía a la escuela, tenía puesto el uniforme de Slytherin, por lo que supuse que era de aquella casa.
-¿Josephine, querida? Disculpa.. ¡Responde!.. -decía Augusta.
-Lo siento, es que.. me pareció haberlo visto antes.. a aquél chico -cuando dije eso Neville llevó la mirada hacia el chico que acababa de ayudarnos y la volvió a mí. Pareció que iba a decir algo, pero luego cerró la boca, no tuve tiempo de preguntarle qué quería decir, ya que su abuela nos hizo recordar que si no partíamos en ese instante llegaríamos tarde.
-A ver.. se les va a ir el tren ¡Apúrense niños!
  Subimos nuestro equipaje, y seguimos nosotros. Encontramos un vagón vacío ¡Qué bueno! Pensé, pues tenía ganas de estar con Nev solos un rato, entonces nos sentamos allí juntos.
  Luego de un tiempo, en el que ya nos habíamos acomodado, Hermione llegó a hacernos una pregunta.
-¿Han visto a Harry o a Ron?
-No, pero de seguro los encuentras. Deben de estar juntos -le respondí yo y Nev asintió con la cabeza.
-Bien, avisenme si los ven.
  Al ella irse la noté estresada, sin embargo pensé: ya los encontrará.. pobre de ellos. Pues temía más por los chicos que por que Hermione se volviera loca en realidad, pero no quise preocuparme. Pronto Neville me sacó de mis pensamientos:
-Josephine..
-¿Mm?
-¿Aquél.. era el chico del que me contaste?
-Aah sí, parece bueno ¿No es así?
-Sí, claro..
-¿Todo está bien?
-Sí ¿Po-por qué no lo estaría?
-No es nada.. oye ¿Sabes? Hace unos días atendí a otro niño en la tienda de mi abuelo. Dijo que vendría a Hogwarts.. de seguro es su primer año aquí, bueno eso parecía.
-Mm.. sí, es.. posible.
  Una vez más me pregunté si mi amigo estaba bien, él casi nunca actuaba así, pero decidí no volver a preguntar, pues me volvería a mentir. Quizá no estaba tan bien hablarle sobre otros muchachos pero.. ¡No! No tenía nada de malo contarle sobre ellos. Además, ni que me fueran a interesar los chicos entonces.. y si alguno se me podía venir a la mente en ese momento, probablemente iba a ser él.
  El tren había partido, todo fue mucho menos incómodo, bien. Hablábamos sobre cómo serían las nuevas asignaturas, ya estábamos bastante cerca del colegio, cuando Herms volvió a aparecer.
-¡¿Dónde se habrán metido esos dos.. esos dos..?!
-¿Estas hablando de los mismos que antes? Ya sabes.. el pelirrojo y el castaño.
-Sí, hablo de Harry y Ron ¡No puedo creer que me hayan dejado sola todo el viaje! Es decir..
-Amm.. ¿Hermione? -dijo Neville, tratando de llamar la atención de ella. Sin embargo, estaba bastante enojada, por lo que simplemente siguió hablando.
-.. yo nunca les he hecho algo así ¿Por qué ellos a mí sí? ¿Pasa algo conmigo?
-Herms, tranquila. Quizá perdieron el tren.. vendrán en el próximo.
-No lo creo.. -exclamó mi amigo.
-Neville, no estás ayudando.. -le respondí yo, antes de que me marcara la ventana, para decirme:
-Creo que ambas deberían ver esto..
  Juntos nos acercamos al vidrio, y vimos en ella un bello paisaje, como siempre, muchos árboles y ¿Un auto volador?
-¿Qué..? -quise decir yo, pero Herms rápidamente se me adelantó a hablar.
-¡Harry! -gritó, y cuando volví la vista a la ventana mi amigo de lentes colgaba del auto. Casi me pegué contra el ventanal.
-¡Harry! Por Merlín ¡Harry! ¡Harry Potter! -le gritaba, pero Hermione me recordó rápidamente que no podría oírme.
-¿Qué hacen ahí arriba? -preguntó Nev.
-De seguro están comiendo un pastel de calabaza, Neville ¿Qué crees que estan haciendo? Han perdido el tren.. y pensaron que sería buena idea hacer esto.. ¡Pero míralos! Por Merlín Harry, Ron.. sálvense.. -dijo velozmente Hermione, bajando su velocidad en la parte de su deseo.
-Hermione, cálmate -le dije casi gritando.
  Todos pegados a la ventana, tratando de pensar en la mejor versión de aquella historia. En mi mente rogaba »¡Vamos Potter! ¡Sólo sálvate! Has estado en peores..«
  Después de unos momentos de tensión, los niños habían logrado salvarse, pero pronto los perdimos de vista.
-Debemos ayudarlos, tenemos que decirle al conductor que pare..
-Herms no ¡No lo hagas! Ellos están bien.
-¿Bien? ¡¿Que casi se caigan al vacío desde un auto volador en funcionamiento te parece "bien"?!
-Mira, si le dices algo al conductor los atraparán, ahora de seguro tendrán más cuidado pero para que no se pongan más nerviosos y se maten ¿Podrías mantener el secreto? Sólo es necesario hasta que lleguemos a Hogwarts. De seguro ya alguien los verá, pero al menos no estarán enfadados contigo, y ya estarán a salvo. Han estado en situaciones peores.. -le dije pensando en lo que había pasado el año anterior- Harry estará bien, no te preocupes -seguí, pero no parecía completamente convencida-... Y Ron también ¿Sí?
  Terminé sonriendo, a lo que mi compañera sólo miró al suelo y pensó un poco.
-Está bien, pero si les pasa algo será tu culpa, Josy.
-Gracias.
-Creo que compraré unos caramelos.. -dijo ella y salió del vagón. Entonces Longbottom se sentó una vez más, pero ahora junto a mí.
-Siempre sabes que hacer.. ¿Cómo lo haces?
-No siempre lo sé.. créeme.
-De igual forma todo sale bien.
-Solo.. no quiero traicionar a nadie, y creo que estarán bien.
-Bueno, creo que e-es admirable.. -exclamó viéndome con una sonrisa, después de que yo también le dirigiera esa mirada, respiró como tontín y volvió la vista a la ventana.

•|Ollivander y Longbottom|• {Libro 2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora