Si hubiera sido

El super soldado

Ambos se pararon temprano para el gran día, Steve casi no había podido ni siquiera dormir.

—Te veo en la base, mi amor.

Le había dicho Tony mientras salía y él ahora estaba esperando que la agente Carter llegara por él.

"Espero que no haya pasado ya"

Y solo termino de pensar eso cuando un auto se estaciono enfrente de él y la puerta trasera se abrió.

—Entra soldado. —Le dijo la agente mientras este entraba un poco nervioso y el auto arrancaba.

Steve no sabía cuánto tiempo había pasado pero ya no veía el bosque donde entrenaba si no los edificios de la gran manzana.

—Conozco este barrio, vivo por aquí. —Dijo al enfocar bien la vista, entonces supo que solo había pasado 25 minutos en ese auto. —En ese callejón me pegaron, y en ese estacionamiento y en ese bar...

Steve solo se quedó callado agachando la cabeza, dios que si era un debilucho. Peggy lo observó por un momento y por fin habló.

— ¿Tenía algo en contra de salir corriendo?

—Si te echas a correr no te dejarán parar, pero si te plantas y los enfrentas enfrentarás tus miedos y saldrás siempre.

Peggy lo vio y por un momento se vio reflejada en Steve.

—Se lo que es eso, que te cierren la puerta en tu nariz y te hagan menos. —Steve la vio y entendió, ella era una mujer beta en el ejército, sonaba casi irreal que tuviera semejante categoría.

—No logro entender como le hicieron esto siendo una chica tan guapa, Tony siempre dice que los guapos ya sean alfas, betas u omegas siempre son tratados como oro... digo sin ofender. —Steve se rasco la nuca.

— ¿Usted tiene una relación con el hijo de Howard, no es así?

—Sí, es increíble que un omega de su rango se haya fijado en mí...

— ¿Usted no ha sido bueno tratando a la gente?

—Si lo soy sincero, esta es la charla más larga que he tenido con una mujer, con Tony al principio fue todo un caos, me trataba y casi me escondía de él, pero es un omega aguerrido. Lo que quiere lo consigue y aun no entiendo porque me quería a mí.

—Se nota que lo quiere mucho, soldado. —Dijo la mujer viéndolo con una sonrisa, ella desearía encontrar a alguien como Steve, formado en la vieja escuela.

—Lo amo, al final valió la pena esperar tanto.

— ¿Esperar que?

—A la pareja adecuada. —Carter sonrió y vio como Steve se apoyaba en la ventana.

Después de esa conversación solo esperaron dos cuadras para llegar a una tienda de antigüedades donde Peggy le dijo que solo hiciera lo que ella.

Al entrar una anciana los saludo cordialmente.

—Un tiempo estupendo esta mañana ¿verdad? —Dijo la anciana.

—Sí, pero siempre llevo paraguas. —Respondió la agente y la anciana pareció que tocó un botón y se quitó del lugar dejando pasar a los militares por una cortina.

—Sígueme.

Steve siguió a la agente hasta que llegaron a un librero, en la cual al detenerse enfrente de ellos este se abrió dando a conocer una sala secreta, que concedía a un largo túnel que daba a otra puerta.

El rubio se quedaba viendo todo con asombro y el pánico poco a poco se apoderaba de él. Cuando cruzó la puerta pudo observar que ya todo estaba listo, Tony y su padre estaban viendo unos controles de manejo mientras que Bruce estaba poniendo unos tubos azules en un lugar, lo que él pensó que era el famosos suero del que habían hablado ayer.