Stark

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 Pasaron alrededor de 15 minutos antes de que Peggy estacionara y todos entraran a lo que aprecia ser un lugar en medio de la nada pero al descender por una tubería se dieron cuenta que era una base secreta.

—Howard. —Grito Peggy mientras veía al hombre de espaldas viendo un diseño.

—Dile a Phillips que sus tanques estarán para pasado mañana y que no... —Se quedó estático al ver a su hijo atrás del capitán América como era conocido ya popularmente.

—Hola papá. —Fue lo único que atino a decir Tony mientras Howard salió de su trance y fue a abrazar a su hijo, el cual aunque tenía un orgullo fuerte se desplomo por primera vez en sus brazos. —Te extraño, igual que mamá; ¿por qué rompiste el vínculo? Mamá solo teje suéteres pero ya no hace nada más...

Howard se sintió desecho por esas paradas, le habían dado una bala que lo dejo en coma por 2 meses y un coma puede romper el vínculo omega-alfa que tienen las parejas.

—Lo sé, lamento hacerles esto pero así es la guerra hijo, tienes suerte de que tu esposo esta aun aquí para ti.

—De hecho—Dijo Bruce. —Necesitamos su ayuda, señor Stark.

Howard los vio y suspiro un poco, sabía que algo malo vendría de todo esto.

Steve y Bruce le explicaron la situación mientras Peggy ayudaba a Tony a cambiarse la ropa.

— ¿Cómo le van a poner si es niña? —Le preguntó la beta mientras le pasaba una camisa grande puesto que el vientre se veía con las de su talla.

—Sarah María, a honor de nuestras madres. —Dijo Tony con cierta alegría.

—Y ¿si es niño? —Preguntó la beta abrochando los zapatos de Tony puesto que el estómago no le dejaba bajar tanto.

—Peter —Dijo con una sonrisa.

—Yo te iba a poner Benjamín pero tu madre quería a fuerzas ese nombre de Anthony. —Dijo su padre entrando de la nada y sonriéndole mientras Peggy salía para darles privacidad.

—Lo que quiere hacer Steve es una misión suicida.

—Lo sé, pero confió en él.

—Haces mal, no sabes lo peligroso que puede llegar a ser esto y si Steve muere, tú la llevaras peor.

—Lo entiendo, pero sé que aunque Steve muriera no me quedaría solo, ¿verdad?

Howard vio cómo Tony abrazaba a su hijo y sintió que no había mejor forma momento de mostrarle la carta que le había puesto Steve.

— ¿La escribiste tú? —Tony vio la carta y la abrió para leerla.

—No, esto es algo que le dije a Steve y él se encargó de entintar mis palabras.

Howard se sintió mal, la carta decía por qué no le había dicho nada del embarazo, el dolor que sufría Tony del rechazó y como anhelaba estar bien con su papá.

—Llevaré a tu esposo a su misión suicida. —Dijo Howard después de un rato y pasó su mano por encima de los hombros de Howard, abrazándolo. —Y cuanto esta guerra acabe... te prometo ser un mejor padre ya abuelo.

Tony le sonrió como hacía mucho no lo hacía y abrazó más fuerte a su padre, llorando un poco pero teniendo una paz que le ayudaría mucho en lo que esperaba a su amado.

-

—El viaje será largo, así que prepárense. —Dijo Howard a Steve y Bruce que iban a ser los otros dos pasajeros, aunque Bruce se iba a regresar con Howard en el avión.

Ambos chicos obedecieron y antes de subir al avión Tony se acercó a ambos.

—Bruce regresa con mi padre, no quieras ir a un lugar donde no. —Bruce asintió y Tony volteo a ver a Steve. —Y tú, necesito que regreses, hay que ir a ver a Cho para saber el sexo del bebé, por favor no me dejes ir solo allá.

Steve sonrió y asintió con la cabeza para después abrazar por la cintura a su novio y besarlo, como un sello de promesa.

—Todo saldrá bien. —Dijo Steve mientras ingresaba por el avión y Tony rezó porque esas palabras fueran ciertas.

Ya era de noche cuando iniciaron a sobrevolar los territorios del enemigo.

—El campamento de Hydra está en Graussie entre estas dos cordilleras. —Le dijo Bruce a Steve mientras llegaban al lugar y le enseñaba el mapa. —Es como una especie de fábrica.

—Deberíamos poder soltarle en la puerta. —Dijo Howard con la típica burla en sus palabras que la de Anthony.

—Acérqueme tanto como pueda, señor Stark. —Pidió Steve. —Cuando nos acerquemos más tendrán que evitar los disparos.

— ¿Qué te hace pensar que a ti no Rogers? —Dijo Bruce con una ceja alzada.

—A donde voy si alguien me grita le disparó. —Dijo con una media sonrisa.

—Hablas como Tony, te hace mal pasar tiempo con él. —Le regañó su amigo. —Si disparas ellos contestaran con disparos, esperemos que el escudo ese te proteja lo suficiente.

Steve asintió, con algo de miedo.

—Bruce, si le parece bien pensaba que podemos para en Lucerna para ir por un rico fondue. —Steve estuvo a nada de echarse a reír mientras Bruce solamente negaba.

—Stark simplemente se le van las cabras luego, como a Tony. —Dijo Bruce y Steve se dio cuenta de ello.

—Si me doy cuenta de ello.

Bruce sacó algo de un saco y se lo dio.

—Esto es un transpondedor, cuando todo esté listo préndelo y la señal nos llevara hasta ti. —Se lo dio a Steve. —No lo vayas a romper.

—De verdad funciona esto. —Le preguntó a Howard.

—Pues eso ha pasado más pruebas que usted. —Dijo Howard pero ya no pudieron seguir su platico cuando los empezaron a atacar. —Demonios nos detectaron antes de lo previsto.

Esas palabras alertaron a Steve que agarró el escudo y el paracaídas para aventarse ya.

— ¡No Steve! ¡Te llevaremos más adelante!

—En cuanto salté den la vuelta y vayan con Tony. —Le dijo a Steve mientras Bruce solo lo veía.

— ¡Maldita sea Steve sigue el protocolo!

— ¿Alguna vez lo hice? —Dijo Steve con una sonrisa mientras saltaba del avión.

— ¡Steve! Maldición, Culpo a tu hijo Stark. —Dijo bruce antes de obedecer al capitán y dar la vuelta.

Steve aterrizó en un bosque y tuvo que andar con cautela por unos más o menos cuarenta minutos hasta dónde vio lo que Bruce le había dicho de la fábrica, pero estaba muy bien vigilada para poder entrar rápidamente.

Sin embargo la suerte estaba de su lado pues un camión venía y tenía la oportunidad de treparse en el la parte de cargamento y esconderse ahí.

Contó hasta tres antes de saltar y cuando lo logró se dio cuenta que había dos hombres ahí.

—Amigos... —Dijo antes de que los soldados se fueran contra él pero Steve no tuvo muchos problemas en hacerlos pedazos dentro de la furgoneta haciendo el menor ruido posible para no dar a sospechar.

Se escondió hasta que un guardia empezó a revisar el contenido y lo tacleo mientras entro lo más discreto posible a la base. La misión daba inicio.

Si hubiera sidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora