amor

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Pareciera que le sacaron como 3 litros de sangre, con la oportunidad de saber si podrían recrear el suero.

—Conozco la mitad de los materiales que uso, aunque las cantidades las desconozco todas... Estaremos intentando. —Le dijo Bruce mientras le quitaba la aguja y guardaba la sangre. —Saluda a Tony de mi parte.

Dijo esto se fue y este se quedó con Carter.

—Se tardaran años sin Abraham aquí. —Afirmo la beta.

—No merecía morir así, me siento inútil por no haber hecho más. —Dijo con la mirada fija a la parte de abajo, donde el coronel Phillips hablaba con Howard sobre la avanzada tecnología del submarino con el que iban a escapar con el suero.

—Soy el mejor científico de los estados unidos, pero ni yo sé cómo funciona esta cosa.

— ¿Qué opina su hijo? —Pregunto otro hombre a lado del coronel.

—No lo sé, pregúntenle al soldado Rogers sobre él. —Howard todavía se escuchaba furiosos por lo que había pasado.

—Todo es producto de Hydra la división de tecnología más avanzada, dirigida por Johan Smith pero ese hombre tiene una ambición mucho más allá de la segunda guerra mundial. —Dijo Carter mientras Steve estaba atrás, intentando no hacer contacto visual con Howard.

—Y nuestra nueva misión, puesta por el presidente es acabar con Hydra, Margaret haz las maletas nos vamos de Estados Unidos, al igual que Howard esta noche volamos a Londres. — dijo el coronel Philips e intentó irse de allí, sin embargo Steve lo detuvo.

—Coronel, ¿no hay nada más que pueda hacer?

—Pedí un ejército y esto fue lo que recibí. Usted se quedará aquí a ver en donde lo meten. —Dijo el hombre viéndolo fríamente.

—Pero el suero ha funcionado. —Dijo intentando hacer obvio su misión.

—Pero con usted no es suficiente, a parte tiene un omega y un cachorro que atender... quédese donde pertenece.

El coronel se fue de ahí y un hombre se volvió a acercar a Steve.

—Respeto la decisión del coronel pero la nación misma lo ha visto en acción al igual que yo, la prensa ya habla sobre usted... las colas para alistarse dieron la vuelta a la manzana cuando su acto de heroísmo dio vuelta al país. —Dijo el hombre enseñándole el periódico. —Hijo, ¿quieres servirle al país en el campo de batalla más importante en esta guerra?

—Por supuesto que sí.

El señor solo le sonrió y le dijo que se presentara allí mañana.

—Nos vemos algún día, agente Carter. —Dijo cuando terminó de hablar con el hombre.

—Llámame Peggy y cuida bien de Tony. —Le sonrió la beta mientras esta salía de allí y solo se quedaban Howard y Steve.

—Steve. —Y el rubio juro que el infierno sonaba mejor que lo que vendría. —Ven un segundo.

—Mande señor Stark. —Dijo con algo de miedo en voz mientras intentaba no salir huyendo.

El hombre volteo a ver al joven, suspiro y sonrió.

— ¿Cómo están?

Steve al principio no entendía a lo que se refería pero luego comprendió que se refería al bebé y a su hijo.

—Bien, Tony está más tranquilo que ayer, ¿Quiere le hable para que conversen antes de que se vaya? —Steve vio a Howard negar y solo suspirar.

—Cuando vuelva hablaré con él.

Y Steve solo esperaba que volviera.

-

Cuando llegó la noche Steve fue a su casa, donde encontró a Tony haciendo unos bocetos para el traje de Iron Man.

—Se ve bien, pero veo que cambiaste el diseño como para alguien como yo y la idea era para que cualquier persona pudiera usarlo... —Dijo Steve mientras besaba a su novio.

—No, estoy haciendo el traje para que se viera como alguien como tú, pero la persona por dentro sigue siendo como para cualquiera. El Iron Man será como tú. —Steve lo vio con una interrogante

— ¿Cómo yo?

—Para alguien que parece invencible en el exterior pero que conserva todo lo que lo hacía un buen hombre en el interior. —Dijo Tony mientras se paraba y abrazaba a su novio el cual lo recibió gustoso.

—Hoy tu papá se va ir a Londres, lo necesitan allá. —Vio como Tony se mordió el labio y se aferró más al cuerpo de Steve.

—Que le vaya bien, entonces. —Dijo y regresó a los planos, mientras Steve en secreto le había hecho una carta a Howard y la había metido a su saco.

—Vamos a dormir Tony, mañana tenemos cosas que hacer.

Tony solo asintió y se fue a la cama con su novio, en silencio rezo porque su papa no muriera en Londres, no se perdonaría el no haber hecho las paces con él.

Si hubiera sidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora