5. Vale la pena

1.6K 167 101
                                    

Naruto iba en el maletero.

Pudo saberlo de inmediato cuando abrió los ojos después de la intensa —causada por la mano de Hinata— jaqueca. Cuando percibió el ruido del motor del auto Barbie y las llantas rodar en el asfalto lo confirmó. Un bache, y su cabeza pegó en el duro techo. Apenas cabía en el pequeño e incómodo reducido espacio. Pero gracias a eso pudo conocer partes de su cuerpo que no sabía lo flexibles que podían llegar a ser.

¿Cómo había llegado a esa situación?

¡Ah, por supuesto! El propasarse con Hinata iría a su lista de "actividades peligrosas que te pueden llevar a la muerte". Pero al mismo tiempo lo tacharía de su lista "cosas por hacer antes de morir".

***

—¡Naruto, qué sorpresa! —Mei abrió la puerta unos minutos después de que Naruto tocara el timbre— Veo que trajiste a una amiga. Déjame adivinar, ¿una de tus fantasías? ¿Nosotros cuatro?

¿Nosotros cuatro? Hinata se quedó pensativa después de la sugerencia de la mujer con poca ropa que los había recibido. Llevaba ropa interior de encaje color purpura, ligeros en sus bonitas piernas, y una bata de satén color blanco.

—No digas estupideces —Naruto apartó a la mujer, se abrió paso llevando a Hinata de la mano hasta la sala. Al llegar, ambos vieron a Neji Hyuga dormido en uno de los sofás, boca abajo, usando únicamente un bóxer, y roncaba como león.

—¡Neji! —Hinata corrió a su lado, se inclinó hacia su hermano e intentó despertarle dándole golpecitos en el rostro—. No reacciona. ¡¿Qué le hizo?!

—Relájate, princesita —Mei parecía disgustada—. Son los efectos de pasarla bien conmigo, mucho licor y pastillas de la felicidad.

—¡No, es imposible! Neji no es así, él no se atrevería a ingerir sustancias peligrosas. Seguramente usted le puso algo en su bebida.

—Naruto, controla a tu perrita. No me agrada nada que me esté faltando al respeto, con esa finta de mosca muerta no me engaña.

—¡Cierra la boca! —gritó Naruto. Hinata ignoró por completo a la mujer—. Ella es intocable, ¿entendido? Es la hermana de Neji.

El rostro de Mei palideció.

—L-La, ¡¿La hermana de Neji?! ¡Haberlo dicho antes! —Cerró su bata para cubrirse, lo cual era casi inútil. Mei había escuchado hablar muchas veces de la hermana de Neji, viniendo tanto de él como de Naruto. Hinata era especial, intocable como dijo Naruto, y ambos darían su vida por protegerla. Si había alguien que podía hacer que estos dos fuesen domados, esa era Hinata—. Iré a ponerme algo más apropiado. Siéntanse como en su casa. Hinata, eres bienvenida cuando quieras. En la cocina hay champaña, por si deseas tomar algo... Naruto sabe dónde está. —Casi se tropezaba cuando caminaba de espaldas hacia su habitación.

Una vez Mei entró en la habitación y cerró la puerta, Hinata se puso de pie, caminó hasta el librero enorme que adornaba la sala, lo tomó como si fuera un simple cartón —Naruto espantado observando todo— y lo puso en la puerta del cuarto para obstruir.

—¿Qué ha sido ese ruido? —escucharon la voz de Mei encerrada en la habitación—. ¿Hola? ¿Me pueden decir qué está pasando? ¿Por qué no puedo salir?

—¡¿Qué haces?! —preguntó, incrédulo.

—¡¿Qué está pasando?! ¡Ayuda, no puedo abrir! ¡¿Qué han hecho?!

—Sólo nos hace perder el tiempo, es mejor así.

Mientras Mei seguía gritando, pidiendo auxilio, creyendo que entraron a robarle, Hinata tomó a Neji, como si se tratase de un trapo viejo, y lo echó sobre su hombro.

Strong GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora