Two Lifes

Capítulo 3 - Jinchuurikis

A la mañana siguiente al parecer Yagura ya se había levantado y por lo que suponemos estaba haciendo sus trabajos o bien quemando alguna que otra neurona con sus papeles.

Fuu por otro lado seguía durmiendo, pero, no de una manera normal o decente, al parecer algo pasaba por su cabeza, ella estaba girando de un lado para el otro en el sofá, también estaba sudando y su rostro dio muecas como si estuviera disgustada con algo, así como una pesadilla.

Pesadilla

Era la tarde en el pueblo de Taki, se veía a una niña caminando sola por la zona del mercado, la niña de no más de 9 años tenía el pelo brillante y piel oscura. Al parecer un puesto de comercio logro llamar su atención, al acercarse vio unos destellos reflejados en una vidriera, ella se acercó a esta para ver aún más de cerca.

A través de la vidriera se podía ver un tablero con luces, muchas luces rojas de un lado y una luz naranja, pequeña y débil del otro. La niña noto que la luz naranja se encontraba alejada de las rojas, de pronto la débil y pequeñas luz se apagó, la niña solo miraba con tristeza deseosa de que aquella luz volviera a brillar.

Por otro lado unos niños de unos 2 años mayor a ella caminaban por su mismo camino, uno de ellos pronto diviso a la morena y sin motivos salieron corriendo tras ella. La niña no se percató al instante de que los muchacho venían tras ella, pero, uno de los gritos de ellos la alerto, tan pronto como los vio, salió a su fuga.

Ella solo corría y corría, la idea de parar no pasaba en su cabeza ni por un minuto y menos sabiendo que un grupo de chicos venia tras ella. Para hacer más complicado el asunto en su camino se cruzaron una serie de obstáculos, así como barriles e incluso personas.

Lamentablemente ella tropezó, si no lo hubiera hecho… … …

Para cuando quiso levantarse ya era tarde todos los chicos la estaban rodeando, no solo eso sino que mientras algunos se burlaban de su cabello otros preferían jarrarlo, la chica quería liberarse a toda costa pero fue detenida nuevamente, los chicos lograron desmayarla y amarrarla de pies a cabeza. Cuando la niña despertó estaba nerviosa, ya había pasado por esto miles de veces, solo que siempre era algo distinto, esta vez era amarrarla y por lo visto dejarla en un extremo de un acantilado esperando a que alguien viniera a ayudarla, ni ella sabía que eso sucedería y se vio obligada a hacer todo lo que pudo para desatarse de los apretados nudos.

Ya habían pasado 2 horas y seguía atada, para empeorar más la situación el lugar donde se encontraba iba poco a poco desmoronándose. Ella tenía un pequeño cuchillo que siempre llevaba con ella por si casos como estos se presentaban, lo único malo es que estaba en una de sus sandalias y ella estaba atada, fue entonces donde no le importo si se quebraba algo o se dislocaba algún hueso, ella quería salir a toda costa. Poco a poco fue acercando su mano lo más que pudo a sus pies para luego introducirla en su sandalia, en el proceso ya  se escuchaban algunos huesos crujir, ella prefirió dejar el dolor para después, llegaría a su meta a pesar de cualquier cosa.

Tuvo suerte de lograrlo antes de que el extremo se desmoronara, eso no le importo solo se estaba centralizando en el dolor que sus pequeñas articulaciones sentían, tan pronto se sintió bien, comenzó el viaje de vuelta a la aldea. En cuanto llego tomo un camino hacia su casa, el más corto, pero por más corto que fuera, las miradas asesinas o atemorizantes que se asomaban desde puertas o ventanas de otras viviendas, la perseguían, incluso mediante caminaba veía como la gente se encerraba en sus hogares esperando a que ella pasara de una buena vez para después volver a salir, a la vez ella podía escuchar unos susurros devastadores.

Demonio

Monstruo

Maldita