Lullaby |Mark Tuan|

4: La ventana

La reunión fue algo realmente incómodo y molesto para Mark, Hyesook no solo llegó acompañada, sino que el tipo era su novio. Y no era cualquier tipo, se trataba de Wang Jiaer quien amablemente le pidió que se dirigiera a él como Jackson.

Mark estuvo apunto de decirles que se olvidaran de la estúpida propuesta y no lo buscaran más pero hubo algo en el rostro de Hyesook que se lo impidió. Ella realmente era la mujer que aparecía en sus sueños, además estaba dispuesta a lo que fuera con tal de que Mark aceptara, cosa que llevó la imaginación del americano a grandes cosas. Y apesar de la terrible mirada que Wang le daba, el rubio aún tuvo la audacia de ser encantador con la chica, que tuviera novio no era impedimento para divertirte con ella ¿cierto?

Mark no quería admitirlo pero luego de hablarlo personalmente con el mismo Jackson, la propuesta le pareció perfecta para él, además que eso aseguraba que volvería ver a Hyesook y en un par de días la tendría haciendo de ella todo lo que le apeteciera, la sola idea le encantaba.

Luego de su reunión recibió una llamada de Jinyoung diciendo que necesitaba verlo en su departamento para hablar de un asunto importante.

Se despidió de Jackson y Hyesook, y se encaminó a dónde Jinyoung para saber sobre qué quería hablar.

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Tuan bajó del auto soltando un suspiro y mirando el gran edificio frente a él. Se dirigió al interior sin problema, el portero ya sabía que Mark era alguien que frecuentaba a Jinyoung y siempre lo dejaba pasar.

Al llegar al quinto piso donde vivía Jinyoung tocó la puerta esperando que este último no demorara, odiaba esperar demasiado.

Segundos después el coreano abrió la puerta recibiendolo con una sonrisa.

-Mark, qué bueno que llegas. Surgió algo y tengo que salir dentro de poco. Por favor pasa.

El americano asintió y en cuanto puso un pie dentro, el perro que tenía Jinyoung por mascota se le lanzó a ladrar con insistencia. Mark rodó los ojos recordando a la sabandija esa que siempre lo recibía de ese modo.

-Uh, otra vez tú Mierdita -masculló Mark viendo con repugnancia al animal.

-Bobby, quieto -demandó el pelinegro a su perro-. ¿Cuántas veces tengo que decirte que Mark no te hará nada malo?

Sí claro. Pensó Mark.

-Déjalo Jinyoung, es un animal, no entiende.

-Lo hace -dijo Park-. Todos los animales entienden al igual que nosotros y también pueden sentir. Muchas veces somos nosotros quienes no entendemos.

-Cómo sea, ¿para qué me llamaste?

-Supe que tus pinturas no se están vendiendo, y yo tengo un amigo que está dispuesto a comprar todas ellas a un menor costo, sé que no es lo que pides pero es seguro.

-¿Me hiciste venir solo para decirme eso? -rio Mark sin gracia- No entiendo por qué tú y el estúpido de Ahn creen que me voy a conformar con eso. ¿Por quién me tomas?

-Mark, lo que pides es demasiado. Entiende que nadie puede tener una cantidad tan grande.

-Yo no los obligo a que compren mi trabajo.