Los últimos días para Hyesook fueron terribles, Mark no había salido de casa ni siquiera para hacer las compras, siempre se mantenía cerca de ella pendiente de cada movimiento.
—Puedo ir sola al baño sin que me vigilen —gruñó ella bastante fastidiada del excesivo cuidado de Mark.
—La libertad terminó para ti, cariño. No pienso arriesgarme a que intentes escapar de nuevo —comentó Mark recordando aquella noche en que ella se atrevió a ser valiente—. Y parece ser que pierdes tus modales, recuerdo haberte dicho que no hables a menos que yo diga.
—Idiota —murmuró ella y cerró la puerta del baño antes de averiguar si él la escuchó.
Mark pensó que por ahora estaba siendo permisivo con Hyesook y que ella se aprovechaba de ello, comenzaba a molestarle y creía que era momento de reprenderla y recordarle quién mandaba a quién. Pero por ahora se sentía tan cansado que prefirió recostarse en el sofá fuera de la habitación de baño y cerrar los ojos un momento.
Poco a poco la calma lo fue invadiendo a la par de la pesadez y en cuestión de segundos quedó profundamente dormido.
—¡¿Acaso estás demente?! —vociferó una voz a lo lejos— Mira lo que has hecho con mi hijo, eres un peligro a él.
—No te atrevas a tocarlo, si lo haces te arrepentirás de ello —reclamó una segunda persona.
Mark no entendía lo que estaba pasando, solo podía sentir un intenso dolor en todo el cuerpo y un miedo terrible de lo que fuera a pasar después. De pronto sintió que tomaron su brazo y lo jalonearon bruscamente mientras un rugido de voces se oían por todos lados.
—¡Es tu culpa que él sea así!
—Markie no sabe lo que hace, es un niño.
—Debí alejarlo de ti mientras pude, eres un monstruo.
—Podré ser lo que quieras, pero no puedes evitar amarme como lo haces..
—Mark... Mark... Mark...
—¡Mark! ¡Despierta! No estás respirando —exclamó Hyesook a lo lejos con angustia
Con una gran bocanada de aire, él se despertó con la sensación de su cuerpo totalmente exaltado y sus emociones al límite. Miró a Hyesook frente a él y miró en ella también a la mujer de sus sueños, que sin querer admitirlo, lo atormentaba todas las noches.
La tomó del cabello con fuerza y la empujó contra la pared posicionándose sobre ella. Hyesook bastante confundida lo miró con terror y eso lo llenó de satisfacción.
—¿Qué te dije sobre tocar y hablarme, cariño? —susurró en su cuello aspirando todo su dulce aroma y sabiendo que ella estaba temblando— Te sientes con mucho valor ¿No? Veamos que tan valiente eres en mi lugar favorito, el sótano.
El terror invadió sus facciones ante la mención del lugar. Mark nunca la había llevado al sótano porque era el último lugar al que iban sus conquistas antes de tomar su vida, y la intención con Hyesook no era esa, sino darle un escarmiento por toda su insolencia. Ya era tiempo.
—¡Por favor Mark, no hagas esto! Solo tuve miedo porque realmente dejaste de respirar y yo... —explicó atropelladamente ella mientras él la arrastraba por el oscuro pasillo que conducía al temible lugar.
—¿Crees que no castigaría tu insolencia? Te he soltado la correa un poco y te has aprovechado pequeña perra, y es hora de disciplinarte como es debido.
La empujó a la mesa al fondo y sin previo aviso le dió una bofetada causandole a Hyesook un malestar terrible.
—L-lo siento Mark. Por favor, no me hagas daño, volvamos arriba ¿Sí? Y hablemos al respecto.
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Lullaby |Mark Tuan|
FanficPara Mark Tuan es fácil conseguir que las mujeres caigan a sus pies para luego hacer de ellas un terror. Jung Hyesook no parece ser diferente a las demás, pero lo es. Cuando ella se ve envuelta en las garras de este hombre descubre que puede vivir e...