2

300 42 37
                                    

Las vacaciones habían terminado. Ahora estaban nuevamente todos los alumnos de la preparatoria en el patio aprovechando los minutos que aún restaban para que las clases comenzaran, o al menos, así fue hasta que repentinamente algo había atrapado todas las miradas. Ese "algo" era Hyunggu. O más bien Kino, el nuevo apodo que se adjudicó personalmente.

Aquel chico que sólo servía para recibir insultos quedó atrás en un parpadeo. Ahora se había convertido en el modelo perfecto para recibir elogios. Prácticamente era otro y estaba enamorado de su nuevo yo.

Un destello deslumbró los ojos de todo el alumnado y comenzaron a comportarse de la mejor manera con el atractivo chico de cabellos rojos. Si eso no es ser una estupida y asquerosa basura superficial, entonces no tenía ni la más remota idea de cómo llamarlo, oh claro que sí, "escoria" es la palabra.

Miraban y contemplaban el increíble porte de Hyunggu, siendo los envidiosos quienes creaban falsas teorías del como había logrado verse de tan alucinante forma durante las vacaciones, mientras que algunos otros se sentían diminutos a su lado. Sin duda alguna fué sorprendente.

Él mismo fue quien se había obligado a asistir con un dermatólogo para solucionar los problemas que tenía en la piel, se sometió a estrictas rutinas de ejercicio y dietas para lograr estar en forma, su proceso de utilizar frenillos expiró y por lo mismo fueron retirados, mientras que el problema de las gafas desapareció pues utilizaba lentes de contacto. Sin duda la prueba encarnada de que si se quiere, se puede.

Caminó con dificultad por las instalaciones, pues, algunas personas constantemente le detenían para hacerlr cumplidos y una que otra chica para pedir el número del que ahora sea hacia llamar Kino. No le parecía molesto, ya que siempre quiso saber como era la sensación de pertenecer a los chicos populares. Por más que le pareciese estúpida la idea... Las apariencias de verdad importaban mucho para la sociedad en la que lastimosamente tenía que vivir.

-A-ah... ¿Chicos, estaré loco o es quien creo que es?- Exclamó el japonés con asombro mientras golpeaba ligeramente el hombro de sus amigos. Estaba esperando llamar la atención de ambos, sin embargo, lo único que recibió fueron expresiones de confusión por parte de los dos chicos. Apuntó con su mirada hacia donde se encontraba el pelíteñido, y vaya sorpresa se llevó el par de chicos.

-Wow, parece que alguien está por ser tu nueva competencia, Wooseokie.- Dijo con los ojos bien abiertos y con la intención de burlarse del más alto. El mencionado, parecía haber cumplido el objetivo del moreno pues había manifestado un bufido de molestia.

-Sólo es la famita del momento. Pronto verán como todos se olvidan de él.- Fulminaba con un vistazo a quien ahora era su enemigo número uno. Si las miradas pudiesen matar, Kino tendría la muerte más dolorosa debido a la enigmante mirada del alto.

-¿Ah sí?, No te veo muy seguro de lo que dices.- Comentó el más bajo del grupo luego de regresar la mirada hacia su par de amigos. El menor abrió su boca en señal de indignación aún sin estarlo, lo real es que estaba buscando en su repertorio de discrepancias una forma de rebatirle.

-¡Pues lo estoy!, ¿Escuchaste?- Ya estaba harto, lo suficiente como para tener que seguir con aquella conversación que no los llevaría a nada.

Kino caminó por el inmenso corredor que le llevaría a su salón de clases, el problema era que los tres chicos populares se hallaban de pie en medio de la ruta, por lo cual, el nerviosismo empezó a carcomerle el estómago a un ritmo muy veloz, causándole nauceas y manifestando pasos torpes. Les regaló de manera nerviosa una amistosa sonrisa, cosa que dejó en shock al trío de amigos, o al menos así fue hasta que su antigua víctima se desvaneció de sus vistas.

-¡Es un asqueroso presumido!, ¿¡Lo notaron!?- el más joven habló tan abrupto, que provocó un exaltamiento por parte de sus amigos.

-Admite que comienzas a tener miedo de que el enano te haga competencia.- La ceja alzada del musculoso daba el toque perfecto para expresar escarnio.

Karma Is A Bitch!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora