Capítulo 7: Un trago nada más

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-Nos trae cuatro mojitos, por favor-. Pidió Phillip a la hermosa camarera que no dejaba de hacerle ojitos a Patrick, quien seguidamente se retiraba a buscar nuestros tragos.

Aquí estaba.

-Sólo beberé uno Phillip, ni uno más-. Le recordé inútilmente.

Todos en la mesa me observaron como si estuviera loca y rieron.

Natalia, quién llevaba una preciosa falda negra tipo lápiz y una camisa blanca sencilla,  se dirigió a mí.- Clarisa por favor, ni te han traído el trago y ya empezaste.

Muy divertido Patrick se unió.- Creí que habías dicho que jamás beberías.

Siguiéndole el juego, Phillip contestó esta vez.- Siempre dice lo mismo, pero lo que no sabe es que tiene a estos amigos tan maravillosos para hacerle ver que todavía es joven y que debe tomarse las cosas más a la ligera.

Natalia guiñándome un ojo al verme tan complacida por las palabras de Phillip, contestó.- Totalmente.

Acto seguido una canción de reggeaton que estaba de moda comenzó a sonar e inconscientemente comencé a mover mi cuerpo. Aunque me costaba admitirlo, me encantaba bailar. Me daba vida.

Al percatarme que todos me observaban, me sonrojé y decidí iniciar una conversación grupal.- ¿Pasó algo especial hoy?

Una Natalia sonriente me respondió.- Phillip tiene algo que contarte.

Phillip la fulminó con la mirada, tomó una calada de aire y lo botó pesadamente.- Pues me escribió Julio, me dijo que se iba a casar, que conoció a alguien ¿Puedes creerlo, Clary?-. Miró a un confundido Patrick y le informó.- Mi ex.

Sorprendida por la noticia, sentí un poco de pena por mi amigo y extendí mis manos para tomarle las suyas sobre la mesa.- Qué perra ¿Cómo estás tú?

Como si fuera recibido un rayo, Phillip se irguió en la silla y comenzó a responder rápidamente.- Pues indignadísimo ¡¿Cómo voy a estar?! Cuando a mí no me quiso ni presentar a su familia-. Alterado miró a todos lados y suspiró.- ¿Dónde están los tragos cuando los necesito?

Patrick, intentando introducirse en la conversación, respondió.- Y supongo que tuvo el descaro de invitarte.

Natalia me dirigió una mirada cómplice que no supe interpretar y vimos como Phillip cambiaba su atención al guapísimo muchacho.

-Es una perra... Ingrata, pasiva.- Respondió con un mohín.

Interrumpiendo nuestra conversación, finalmente llega la mesonera con los cuatro tragos en una bandeja.

Emocionado, Phillip responde.- ¡Finalmente!

Todos en la mesa reímos y cada uno tomó su respectivo trago.

-¡Por todos esos hijos de puta de nuestra vida!-. Dice Phillip con fingido lamento.

Cuando damos el primer sorbo cruzo miradas con Patrick, quien me miraba con unos ojos alegres. Natalia y Phillip de inmediato se dan cuenta y puedo notar como se patean debajo de la mesa. 

-Cuéntanos de ti Patrick ¿Eres soltero?.- Suelta sin cuidado Natalia y me dirige una mirada triunfante.

-Estoy soltero, si ¿Y qué hay de ti?-. Le contesta con una sonrisa en la boca y le dirige una de sus preciosas miradas.

Natalia un poco intimidada sonríe.- ¡Qué mirada tienes!-. Respondió e inmediatamente comienza a reír.

-¿De casualidad no serás bi?-. Pregunta con auténtica curiosidad Phillip.

Cansada de ser yo (+18 Adulto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora