El mensaje fue dado a un jinete el cual galopo como si no hubiera un mañana a la puerta de la fortaleza de la ciudad de Prielus, al verlo tan apurado y consternado los guardias le abrieron y subió a tropezones las escalinatas que daban hasta la cámara superior donde dos guardias vestidos en armaduras pesadas y plateadas lanzas esperaban y le cerraban el paso "traigo un mensaje importante para el alto señor, es rudania" alcanzo a escupir el joven, los guardias entre dudas levantaron sus armas y le permitieron el paso.
En su interior era una habitación con armaduras decorando las paredes, en el centro una larga mesa y sentado en una silla leyendo unos escritos se encontraba el alto señor de la fortaleza en Prielus: Sir Katarena Prudania
El alto señor miro con confusión y curiosidad al joven guardia y escucho su mensaje tratando de repetir palabra por palabra lo que el soldado Leonard había dicho al llegar.
-¿no puede ser...el capitán Ruderick? ¿Están seguros?
-No señor, la información acaba de llegar y dadas las circunstancias enviar exploradores es peligroso.
-Podría ser información falsa, una distracción incluso, si nos apuramos a enviar la información a la capital podríamos estar cometiendo un error pero si resulta ser verdad y nos arriesgamos...estaríamos jugándonos cientos de miles de vidas inocentes dentro de estos muros, si Rudania inicio un ataque lo lógico sería atacar Ankal a menos que haya algo más...
El alto señor daba vueltas de un lado a otro del salón pensativo, se dirigió a sus cajones y saco un mapa de la zona que puso sobre la mesa revisando los puestos de guardia que tenían, incluso aunque mandaran un jinete a la capital este tardaría 7 días en llegar sin descansar, eso si el enemigo no lo interceptaba antes, el alto señor al igual que el capitán no eran novatos en estas situaciones, Sir katarena ya había participado en dos guerras contra Rudania y siempre había mantenido su posición.
Las 4 mayores y principales ciudades que rodean a la gran capital de Erandia cuentan con murallas y fortalezas firmes para resistir asedios, Rudania y Erandia han estado en guerras continuas siempre, también disponen de un sistema de hogueras de guerra, basta con dar una orden para que la enorme torre de alerta el borde interior de la ciudad se prenda como una gran antorcha, en ese momento los puestos de guardia dispuestos en los montes y puntos más altos en el camino hasta la capital al ver el fuego encendido deberán hacer lo propio con sus piras hasta que la llama sea visible por los vigilantes de la reina.
Dar la orden no era el problema, si no las implicaciones estratégicas que esto daría, si era una trampa de Rudania para separar las tropas y mandar refuerzos a donde no es el sitio que realmente atacasen estaría en graves problemas, no había manera de confirmar la información sin perder más hombres y ni siquiera así era seguro, Ruderick era uno de los soldados más veteranos en el ejército, si algo había podido derribarle debía ser bastante serio.
Salió de la habitación escoltado por sus dos guardias personales y cabalgaron hacia la gran torre de piedra blanquecina al norte de la ciudad, ya el sol se había ocultado así que no sería difícil distinguir el fuego entre la oscuridad, pero aún seguía debatiéndose entre sí dar la orden o esperar, algo más que le preocupaba era que sabía, si el mensaje era cierto y estaban por recibir un ataque al ver el fuego sobre Prielus el enemigo apresuraría su ofensiva y no estaban debidamente preparados ellos tampoco para una defensa tan apresurada.
Al final motivado por la memoria de su compañero caído a sabiendas que un hombre de su nivel no moriría por una simple distracción tomo su decisión, bajo de su montura y decidió subir a lo alto de la torre para dar la orden personalmente, en la cima esperaba paciente un mago que se sorprendió al ver al alto señor, dio la orden de prender el faro de guerra y se bajó para prepararse para lo que se avecinaba, "ya no hay vuelta atrás" pensaba mientras subía nuevamente a su caballo y el cielo ardía en un naranja vivo como el del sol justo antes de morir.
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La sombra de Imberia
AventuraUn basto imperio gobernó una vez bañado por la luz con justicia y poder, con determinación se enfrento a un poderoso señor oscuro el cual fue derrotado y sellado en una tumba antigua, el emperador 3 herederos trillizos tuvo y en su guerra por el tro...