Cómo aquellas burbujas que flotan desesperadas a la libertad, exploté.

Porque desperté de nuevo a las 3 con 15 de la madrugada sudando, tiritando y sin saber realmente por qué.
Hasta que aquellos lastimeros y humillantes recuerdos me inundaron, sofocaron y quemaron.

Por la mañana, cuando maquillaba mis pesares, una nube negra surcó mi rostro y se posó sobre mi sien, nublando mi poca cordura, arrojandome al fondo del abismo, con las ya conocidas risillas de fondo.

Pero, gran sopresa me lleve cuando al salir de clases una crisis nerviosa me atacó.

Pero estaba ahí, aquel corazón de hierro, que me escuchó juzgandome con su mirada filosa. A él no puedo negarle la verdad, sin filtros la dicta y sin temor las arroja, importadole poco si te afecta. Así es el, y así lo será hasta que decida cambiar.

"Debería dejar de preocuparte el que pensaran, porque lo que hiciste antes, lo que haces ahora y lo que haras, no serán acciones de otros mas que tuyas..tu eres ese ser, los humanos estamos hechos para cambiar, no para quedarnos  igual..."

Explotar me sirvió.
Y más porque exploté con él.

Las palabras que me quedaban...las resguardo para el perdón magistral que deseo obtener pronto de él.

Querido diario, no quiero despertar con su recuerdo otra vez.

Querido Diario, no quiero despertar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora