Soñé contigo ayer.
Aún cuando mis luces desprendían calma en la oscuridad, te soñé.

Recordé cuando me abrazabas y te colgabas por detrás de mí.
Tu risa llenando cada rincón.
Tus ojitos desapareciendo junto a tus oyuelos.
Tu cabello castaño cayendo a montón.

Recordé la última vez que te ví.

Deprimida y avergonzada.

Yo traté de hacer lo posible por qué no se repitiera la historia.

Poder llevarte de ahí y salvarte.

Pero no pude.

Han pasado ya 6 años, y el sueño sigue repitiéndose constantemente.

Tu sombra y alma se resguardan en mi esquina favorita, esperando que las libere. Pero cariño, si no puedo librar de mi pasado y pecados a mi alma en pena, no se qué esperas que haga por la tuya.

Déjame ser libre por favor.

Te lo ruego.

Querido diario, no quiero despertar con su recuerdo una vez más.

Querido Diario, no quiero despertar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora