Hago el decimosexto intento en el día y nuevamente, recibo la misma respuesta. Cierro los ojos y me llevo la mano con el papel a la frente al tiempo que suelto un suspiro.
—Barry esto es ridículo. Firma el divorcio y desapareceré.
¿No es eso lo que quieres? ¿No quieres que me vaya y deje de molestarte? —Me cruzo de brazos.—En realidad lo que creo es que necesitas un tiempo aquí.
Recordar tus raíces. Tal vez eso te ayude a encarrilar tu existencia. —Suelto una risa hueca.
—Mi existencia está muy encarrilada, Barry.
Estás jugando con fuego. —Me pongo de pie y retiro la silla, así quedamos a una altura similar gracias a mis tacones.—¿Qué quieres decir con eso? —Imita mi postura.
—Que si no me firmas el divorcio, vas a arrepentirte. —Sonríe de lado.
—¿Me estás amenazando? —Más que molesto, parece divertirse.
—Has empezado tú. ¿Acaso quieres iniciar una guerra? —Y entonces, la sonrisa desaparece de su rostro.—Que así sea, Caitlin.
Cuando Barry sale de casa al día siguiente, no se imagina lo que voy a preparar para él.
No puedo evitar una sensación de felicidad mezclada por algo de miedo a su reacción.
Mientras contemplo mi obra de arte, no puedo evitar algunas risas que luchan por escapar por mi garganta.
No puedo esperar a que Barry vea esto.El castaño atraviesa la puerta y me mira, alza su mano en el aire para saludarme.
Pero entonces, sus ojos se abren como platos y me llevo una mano a la boca para contener las carcajadas.
—¡Caitlin! ¿Qué le has hecho a lo casa? —Vocifera y se lleva ambas manos a la cabeza.—Esta también es mi casa así que le he hecho una pequeña mejora. —Bromeo.
Donde antes estaba su sofá, ahora hay dos sillones rosas.
Las paredes antes de un color crema claro, ahora son rosa claro.
Su televisión ahora es rosa y el resto de sus muebles, también.
Es una jodida obra de arte por cuenta de mi maravillosa imaginación.—¡Rosa! ¡Es todo rosa! ¿Por qué es todo rosa? ¡Si tú odias el rosa, Caitlin! ¡Igual que yo! ¡Es el color más cursi que existe! —Desvaría y tengo serios problemas para no reírme en su cara.
—Ahora el rosa es elegante y tendencia. —Le aseguro, alzando las cejas. Veo como su mandíbula se apreta y se encamina hacia su habitación.Oh dios. Esto no va a ser bueno.
—¡Ahhhhhhhhh! —Y me tapo los oídos.
—¿Por qué hay sábanas de Peppa Pig en mi cama? ¡Caitlin! ¡Caitlin Alisson Snow! ¡Qué has hecho! —Y ya no lo resisto más.
Comienzo a reír.—¡Vas a pagarme esto, Caitlin! ¡Lo juro por Micktown! —Maldita sea, esto es más divertido de lo que creía.
—¡Debiste darme el divorcio cuando estabas a tiempo, Allen! ¡Ahora disfruta de tus noches con Peppa Pig! —Exclamo.
—¡Seguro que es mejor en la cama que tú! —¿Qué acaba de decir? Ahora si. Voy a matarle.—¡Qué acabas de decir! ¡Voy a matarte, capullo! —Me quito los tacones y corro tras él.
El ojiverde sale a zancadas de la habitación y entonces lo veo casi a cámara lenta.
Uno de sus pies desliza sobre el suelo y el resto de su cuerpo lo sigue. Un golpe seco y un grito de dolor.Mierda. Había olvidado el aceite del suelo.
Tal vez me he pasado. Sólo un poco.—Barry... ¿Estás bien? —Pero sólo oigo quejidos.
—Sé que estás vivo porque te oigo llorar pero ¿Estás bien? —Muerdo mi labio inferior y le miro desde la distancia, sin atreverme a acercarme a él.—Por los años que pasamos juntos voy a darte de ventaja un minuto. —Lloriquea desde el suelo. Trago saliva.
—¿Vas a darmelos por los años juntos o porque no eres capaz de levantarte? —Igual no debería haber dicho eso en voz alta.—Hazlo por tu prometido, por tus padres o por ti misma.
Pero hazlo, Caitlin. Corre.Y prefiero no jugarmela.
Así que corro.Que me muero 😂😂😂😂😂😂
Muy corto lo sé pero ha sido divertido o no?
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Sweet Home. Snowbarry
FanficCaitlin Snow es la diseñadora de moda más famosa de Nueva York y tiene una feliz relación con un exitoso empresario. Cuando éste decide proponerle matrimonio, Caitlin se ve obligada a regresar a sus humildes raíces y a los secretos que su pasado oc...