MÁTALE.

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CAPITULO CINCO. (PARTE 1/3)

Asustada, intenté usar mayor  fuerza para intentar impulsarme hacía la salida, pero cada movimiento que realizaba parecía dejarme más atrapada en aquella pequeña abertura, la pequeña puerta que se encontraba abierta ejercía presión sobre mí, indicándome que se estaba cerrando, impidiendo así mi salida total.

Las lágrimas volvían a empañarme la vista, no podía salir de allí, estaría sola y encerrada el tiempo que ellos quisieran, porque ellos son los que controlaban esto, en realidad controlaban todo lo que nos rodeaba, incluso antes de llegar aquí.

La presión que aquella ranura ejercía sobre mí se hacía mayor, empujé hacía atrás y milagrosamente pude salir de aquella estúpida trampa en la que había caído.

Estaba fuera de la ranura, pero dentro de aquella especie de cúpula y no podía salir, no de momento.

En uno de los extremos pude observar la bolsa junto con las cuerdas, la curiosidad ganó al miedo que sentía y fui corriendo hacía allí, como si algo me siguiera y corriendo evitaba que me atrapase.

Cogí la bolsa con decisión, intente deshacer el nudo que la mantenía cerrada, tiré de el con todas mis fuerzas y este finalmente desapareció, permitiéndome coger el trozo de papel rojo que dentro se encontraba.

Observé a mi alrededor temerosa de que alguien me estuviese observando, pero dentro de la cúpula no se oía nada, solo había silencio, un molesto silencio.

Con cuidado abrí la nota y ansiosa leí lo que en ella se encontraba escrita.

Querida Leah White:

Estamos encantados de que una mente brillante como la tuya participe en este gran proyecto.

La verdad es que es decepcionante que te encuentres aquí, te considerábamos asombrosamente inteligente, pero eres previsible, como ya ves, sabíamos que ibas a estar aquí, leyendo esta nota, tú, y no algún otro de tus compañeros.

Deberías dejar de ser tan curiosa, porque las cosas que te suceden por intentar saciar tu curiosidad aparentemente no están siendo buenas.

Vayamos al grano, no sabes porque estás aquí…

Pero, ¿Te digo un secreto? No te lo voy a contar, ni siquiera nosotros sabemos cuándo saldrás de ahí.

Si Tom no se hubiese ido probablemente ya no estarías ahí dentro.

¿Sabes qué? No eres tan previsible como en un principio pensamos, creíamos que vendrías con Tyler, pero nos equivocamos, nos dejamos llevar por lo emocionante, era surreal pensarlo, era excitante pensar que nuestros dos mejores sujetos se podrían llevar bien, incluso atraerse, pero…

Esperar que al hacer convivir a una persona con trastornos de personalidad y a una perfectamente sana todo saliese bien era demasiado incorrecto, pero esos trastornos a penas se manifiestan, por eso ninguno de los dos puede llegar a saber que cual de los dos los padece.

 

Ya sabrás para que usar las cuerdas, por el momento no tenemos nada más que decirte…

Salvo que disfrutes de tu estancia aquí.

 

PSDH.

Las lágrimas que ya corrían por mis mejillas aumentaban, quería salir de aquí pero no sabía cómo hacerlo.

El sueño pudo conmigo y me quedé ahí, tirada, en medio de ninguna parte durmiendo en el suelo.

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2014 ⏰

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