Eternidad Compartida

11

P.O.V Asher

Veo como Jay sale de la habitación dónde está mi querida Gissel, ha pasado un mes desde que la mordí, tengo miedo de que mi ponzoña la haya hecho quedar en coma o que a largo plazo ella vaya muriendo.

-Tranquilo, Ash, ella despertará, recuerda que es humana y que el tiempo de la  transformación es completamente diferente, solo nos queda esperar-

No digo nada ante aquello, solo agacho la cabeza fijando mi vista al suelo como si este tuviera la respuesta del porqué no despierta.

-¿No te ha dicho nada el consejo?-

-No y espero que así se mantenga, no quiero que tomen medidas drásticas-

Termino la conversación y me dirijo a dónde está Gissel, entro a la habitación y veo su pequeño cuerpo en la cama, luce pálida y más delgada, ni tengo idea si esto se debe a qué está sufriendo los cambios gracias a que la mordí o en todo caso, se está muriendo.
Camino hasta llegar a ella, tomo su delicada su delicada mano para recostarme en ella. ¿Cómo es que te pudo pasar esto? Debí protegerte más.

P.O.V Gissel

Otro día más en esta inmensa oscuridad o tal vez horas ¡Ag!, he perdido la noción del tiempo, no sé si llevo días, meses e incluso años, todo es tan confuso para mí. Veo un destello a lo lejos y a una persona para en aquella luz, me acerco un poco más y logro ver a una señor de mediana edad, tiene piel blanca, cabellera rubia y con una enorme sonrisa.

-Hola, mi pequeña Gissel-

-¿Te conozco?-

-Lamentablemente no, nos arrebataron la oportunidad de estar juntas-

-No tengo idea de que me hablas-

-Entiendo tu confusión, digamos que esta no es la mejor forma de presentarse ¿No crees?-

-Bueno, a decir verdad, no sé que rayos pasó, lo último que recuerdo fue que un tipo me golpeó, sentí dolor y me dijo que la guerra había comenzado, pero en este caso no es lo importante, ¿Quién eres?-

-Soy tu madre, Gissel-

-¿Qué?- me quedé conmocionada ante aquella revelación.

-A tu padre y a mí nos mandaron a matar al desobedecer las leyes de los vampiros y a ti, mi pequeña niña, te mandaron a una casa hogar-

-Ma...má- no pude contener las lágrimas y me acerqué a ella para poder abrazarla, me devolvió el abrazo y pude sentir, por extraño que suene, el calor maternal que siempre me faltó- No saben cuanta falta me han hecho-

-Ya mi pequeña, tenía dos motivos para venir a verte, una era poder reencontrarnos y la segunda...era para decirte lo que verdaderamente eres-

-¿A qué te refieres con eso, mamá? Soy una humana en mundo de extraños-

-No del todo, recuerda que yo soy una vampiresa y tu padre un brujo, no creo que esperes ser una simple humana-

-Entonces dime, ¿Qué soy mamá?-

-Eres un ser fuera de este mundo, eres una Cirux, tienes el don de manejar cualquier magia, así sea de las más antigua además de ser una de las vampiros que va mucho más arriba de los originales-

-¿Una Cirux? Pero si todo este tiempo me he sentido normal, nada fuera de la común-

-Y eso se debe a qué tu padre ocultó tu verdadero ser, al saber que nosotros íbamos a morir decidimos que era lo mejor para ti, ocultar lo que eres hasta que se haya completado tu transformación-

-¿De qué transformación me hablas?-

-Después de que dejaran casi moribunda, Asher te mordió, te inyectó su ponzoña, de ni haber sido así ahora mismo estaría muerta-

-Entonces, soy un cirux..-

-Él único ser existente en la faz de la tierra-

-Bueno, entonces soy eso, Asher me mordió, ¿Eso quiere decir que cuando despierte seré de todo menos humana?-

-Así es, pequeña-

-¿Y cómo sabré cómo utilizar mis dones?-

-Eso lo decides tú, cuando creas en ti misma-

-Mamá, ¿Algún día los veré?-

-No sabría decirte con exactitud, mi niña, pero manten siempre en mente que nosotros siempre te vamos a estar cuidando- al terminar de decir eso depositó un beso en mi frente y ante mis ojos comenzó a desaparecer.

-Te amo, mamá- fue lo último que alcance a decir cuándo sentí como me ardía la garganta.

Abrí los ojos, estaba en la habitación de Asher.