Eternidad Compartida

17

Después de aquel momento tan humillante en el que Jay compraba ropa interior que ni de loca iba a utilizar por fin salimos de la tienda, ya son las 4 PM, cada vez más cerca la hora de la ceremonia, no sé si estoy segura de esto, quiero decir, Asher es una buena persona (lo que sé de él) pero no me veo casándome o sintiendo algo por él, tal vez hago esto más por seguridad que por “amor”, solo espero que no se mal entienda porque de ser así todo se iría al carajo.

-Entonces, Gi, ¿Qué te parece el vestido? Sé que solo fue una descripción pero creo que basta con eso- dice Jay mientras conduce de vuelta a la casa.

No sé ni de que rayos estaba hablando- claro, está bien, de seguro está más hermoso de lo que lo has descrito- digo tratando de sonar convincente.

-Sabría que te encantaría, a decir verdad Ash lo escogió por ti- no digo nada más, no sé que decir, Asher...¿Escogió un vestido por mi? Solo espero que no sea algo tan llamativo, nunca me ha gustado ser el centro de atención.

El regreso a casa fue silencioso pero aquel silencio cómodo en el que puedes pensar las cosas y sentirte tranquilo y en paz contigo mismo, a veces me pregunto que habría sido de mi vida si esto no hubiera pasado, si mis padres no hubieran muerto, ¿Habría jugado con mi papá? ¿Hubiera tenido peleas con mi mamá solo porqué no me dejaba ir a fiestas? ¿Habríamos sido una familia normal? No lo sé y probablemente nunca sepa que se siente tener el amor de familia , un abrazo de tu padre por haber culminado tus estudios, una lágrima de tu madre al verte bajar las escaleras y ver tu vestido de graduación, son cosas que para algunos pueden ser de lo más normal pero en mi caso....daría todo lo que tengo para tener un día con mis padres. Quito aquellos pensamientos de mi mente, si sigo así probablemente termine en lágrimas y creo que eso no es lo que más queremos ahora.
Bajamos del auto y subo a mi habitación para darme una ducha, dejo las bolsas de las compras en mi cama y tomo las cosas necesarias para darme un buen remojón, creo que Jay me ayudará a peinarme y todo eso que conlleva el arreglarse.
Me meto a la ducha y abro el grifo, sale el agua tibia, hace que me relaje y que me sienta mucho más en paz, remojo cada parte de mi cuerpo disfrutando la sensación que causa el agua. Me detengo un momento, mi garganta comienza a raspar, vaya mierda, lo que me faltaba, salgo rápidamente de la ducha, coloco una toalla al rededor de mi cuerpo y una en mi cabello, al salir del baño me topo a quien menos esperaba.

-¿Qué mierda haces aquí?- digo mientras cruzo mis brazos sobre el pecho.

-Vaya forma de recibir a tu futuro prometido-

-Responde mi pregunta- dirijo mi mirada hasta sus manos, tiene la ropa interior que compró Jay, ¡Tragame tierra!- ¡SUELTA ESO! - suelta una risa ligera.

-¿A qué te refieres? - levanta la prenda al aire y la mueve de un lado al otro- ¿A esto?-

-Malditasea, Asher, sueltalo de una vez por todas- me encamino a él pero de un paso ya está hasta el otro lado de la habitación.

-No sé porque tanto escándalo por una simple ropa interior, si así te veré todas las noches a partir de hoy-

-Sigue soñando, niño, ahora sal de mi habitación-

-Está bien- dice dejando la ropa en el buró y levantando las manos- me voy, solo vine a dejarte el vestido, hermosa, adiós- espero hasta que salga de la habitación para ponerle seguro a la puerta, debí de haberlo hecho desde hace tiempo, en fin, ya se fue. Debo ponerme la ropa interior y esperar hasta que venga Jay.

Han pasado ya 20 minutos hasta que escucho unos leves toquidos en la puerta.

-Soy yo, Gi, abre- le quito el seguro a la puerta y dejo pasar a Jay- ¿Porqué tenías seguro?- dice con una ceja levantada.

-Una larga historia pero no importa, ¿Tienes todo listo?-

-Claro que si, estás en las manos correctas- me lleva hasta el peinador, primero plancha mi cabello hasta que quede como una cascada, después me hace unas pequeñas ondas en las puntas, recoge un poco de cabello en el lateral derecho. Prosigue a pintarme, desde mi vista, Jay parece un pintor, sus pinceles solo van y vienen a mi rostro, con unos trazos tan ligeros que apenas puedo sentirlos. No tarda más de 40 minutos y ya estoy lista, me veo muy bien a decir verdad, Jay es toda una experta.

-Ahora si viene lo chido- dice Jay frotándose las manos. Va hasta mi cama en dónde se encuentra una caja blanca, hasta ahora me estoy dando cuenta de su existencia.

Jay saca un vestido rojo corte princesa, cuando lo veo mis ojos se agrandan.

-Ni de coña me pondré eso, es demasiado para mi- Jay me mira con extrañesa.

-En el carro te lo describí y dijiste que están bien, ¿Acaso no me prestaste atención?-

-Puede ser....-

-Pues ahora por babosa te lo vas a poner, no tienes de otra-

Me coloco el vestido, es lindo, me queda genial pero es demasiado para mí.

-Parece como si fuera a una fiesta- Jay me da un golpe en la cabeza haciendo que la mire.

-Hoy es una fiesta, se comprometen tú y Ash-

-Aún así creo que es un poc...- no me deja terminar la oración cuando comienza hablar.

-Nada, ahora vete, la ceremonia será en salón high clouds, el carro te está esperando, yo te veo luego, ¿Si? Bueno, vete- toma mi mano y me baja a una velocidad demasiado rápida para ella y me deja en la puerta- adiós- me da un portazo en la cara, sí, ella es mi amiga.
Me subo al carro, y comenzamos nuestro viaje al salón, estoy nerviosa y no sé porqué, tal vez porque me vaya a comprometer con alguien que me secuestró, pff lo normal.

Por fin llegamos al salón cuando siento que alguien me toma de la cintura.

-Hola, guapa-

-¿Qué demonios? ¿Cómo es que llegaste tan rápido?- digo asombrada al ver a Jay parada delante mío.

-Esos son mis trucos, ahora debes subir por esa escalera y esperar hasta que te presenten, después sales y te quedas ahí, ¿Entendido?-

-Sí, jefa- digo dándome la vuelta para subir por dónde me ha dicho.

P.O.V ASHER

La hora se acerca y me dicen que todo está listo, el consejo ha llegado y todos los invitados, Jay llega a mi lado y me mira con una sonrisa.

-Ella luce hermosa-

-Ella siempre se ve hermosa, Jay- digo devolviéndole la sonrisa, la hora ha llegado, los reflectores apuntan hacia la escalera en dónde sale la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida. Gissel se encuentra en la punta de la escalera, presentándose así como mi alma gemela, no puedo dejar de verla, su belleza me ha dejado sin palabras, me encamino hasta la escalera extendiendo mi mano para poder tomar la suya al bajar la escalera.