UNO

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                                           Encuentros incómodos

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                                           Encuentros incómodos.

                                                                                        (CASSIE)

-Señorita Williams, quizá quiera compartir con toda la clase que es lo que le hace tanta gracia.

El profesor Brown hace que me sobresalte y dejo de reír al instante. Me acomodo en mi asiento y miro de reojos a Marvin. Él se cubre la cara con la mano y mira hacia otro lado.

¿Cómo le explico al profesor, que Marvin y yo llevamos toda la clase dudando de si echar una moneda de diez o una de veinticinco centavos al trasero del chico que tenemos delante?

Tiene el pantalón tan bajo que nos ha estado enseñando su raja peluda desde que comenzamos la hora.

Toso un par de veces y evito mirar de nuevo a Marvin para no volver a reírme.

-Emm...La verdad señor Brown, es que no, no quiero compartirlo con toda la clase-digo sonriendo y vuelvo a hundirme en mi silla.

-Un aviso Williams, y sabe que es el único, a la próxima la quiero fuera de mi clase-dice mirándome desde el estrado, se pasa los dedos por el bigote y se gira para continuar con la clase. Lleva toda la hora escribiendo chorradas en la pizarra que no tienen ningún sentido, o al menos yo no se lo veo.

Esta asignatura es la más coñazo de todas. Historia de la psicología. Creada para adormecer a los alumnos. Ya la tuvimos en el primer año de carrera pero parece que aún queda mucha historia por contar.

Por fin suena el timbre y podemos salir de aquella tortura.

-Me has dejado sola ante el peligro, zorra-le digo a Marvin mientras recojo mis cosas.

-Sé que sabes defenderte sola mi amor- dice sonriendo mientras se cuelga la mochila en el hombro.

Marvin me conoce mejor que nadie, lo conocí el curso pasado justo en esta misma clase. Nos aburrimos tanto que empezamos a hablar para encontrar algo de entretenimiento. Y hasta el día de hoy puedo decir que es mi mejor amigo. Y no, nunca va a pasar nada entre nosotros porque es jodidamente gay. Cosa que solo se me está permitido decir a mí.

Salimos al pasillo y vamos directos a la cafetería del campus en busca de algo para comer. Comienza el curso y aun no estoy acostumbrada a comer tan tarde. Así que esta última hora he tenido que aguantar a mi estómago haciendo ruiditos extraños.

-Te alcanzo ahora amor, voy a cambiarme de camisa, me estoy muriendo de calor con esta-dice Marvin soltándome la mano.

-Muy bien, me siento en el mismo sitio de siempre, ¡no tardes! - le digo y le doy una palmadita en su maravilloso trasero.

Muchas veces he pensado que es una lástima que sea gay. Marvin es el asiático más atractivo que he conocido en todos los días de mi vida.

Antes de ir a la cafetería entro en el baño y voy directa al espejo. Me molesta llevar el pelo en la cara así que me lo recojo en un moño alto, el cual queda muy pequeñito, no es que tenga mucha cantidad. Me fijo y veo que se me está empezando a oscurecer de nuevo. Es castaño, pero en verano siempre se me aclara. Ahora ya pueden verse todos los pendientes plateados de mi oreja izquierda. Tengo cinco en total y pronto comenzaré a llenar la otra. Me saco algún mechón y repaso el color berenjena de mis labios. Mi color preferido para pintármelos, pena que el labial esté casi gastado. Entremeto mi camiseta de los Rollins por dentro de mis vaqueros ajustados de color negro y me pellizco las mejillas. No entiendo como después del verano sigo estando tan blanca. Cuando voy hacia la puerta me doy cuenta de que el cordón de una de mis botas esta desabrochado, así que lo ato antes de salir.

FEARLESS (ACTUALIZANDO)Where stories live. Discover now