TRES

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No es tan malo perder el control a veces.
(CASSIE)
Me pongo unos vaqueros negros ajustados de talle alto y una blusa con un escote pronunciado del mismo color. Siempre he considerado que tengo un pecho normal, ni muy grande ni muy pequeño. Me pongo mis botas con tachuelas y me seco el pelo con el secador, cosa que molesta a Harriet que está sentada en su escritorio haciendo no sé qué trabajo que hay que entregar dentro de tres años. Utilizo un pequeño espejo para maquillarme y me hago un ahumado en negro y esta vez solo uso un gloss para los labios. Me empapo en colonia y justo entonces llaman a la puerta.

Cuando la abro, Bethany me echa una mirada recorriéndome de arriba abajo y luego se mira ella.

Lleva puesta una falda plisada de color azul que le pasa las rodillas y una camisa blanca que parece ser tres tallas más de la suya.

-Dios, eres mamá-digo observándola con los ojos muy abiertos.

-Doy vergüenza-dice con voz triste llevándose las manos a la cara.

-No das vergüenza Beth. Es solo que llevas el look de una señora de cincuenta años-digo aguantando la sonrisa que está a punto de salirme.

- Tienes que ayudarme.

-Ven, vamos a ver qué hacemos con este desastre-la cojo por la muñeca y tiro de ella hasta que está dentro de la habitación-Harriet, ella es mi hermana, Bethany.

Harriet levanta la vista de la pantalla de su portátil y nos mira por encima de sus gafas de culo de botella.

-Hola-dice mostrando una pequeña sonrisa y Beth la saluda con la mano.

-Veamos que tengo por aquí-digo abriendo mi armario-esto te vendrá bien-escojo unos vaqueros que le quedarán bastante ajustados y los combino con una blusa de tirantes, esta lleva un pequeño encaje por el filo del escote. A Beth se le cambia la cara, ahora parece esperanzada. Espera verse mejor con lo que le acabo de dar.

-Yo creo que está perfecta tal como se ha vestido ella – interviene Harriet que ahora nos está mirando de nuevo.

Claro, que va a decir ella, si viste como si viniese de los años sesenta. Todo lo que lleve más escote de lo normal o sea muy ajustado para ella es un horror.

-Harriet, tiene dieciocho años, si no muestra su cuerpo ahora ¿Cuándo lo va a hacer? Es simplemente ropa ajustada-ella sacude la cabeza y vuelve a esconderse tras el ordenado.

  -Y mí mi pirici qui istí pirficti-le digo a mi hermana en un susurro imitando a la odiosa de mi compañera en forma de burla y ella se echa a reír.

Le acentúo sus ondas con las tenacillas, tiene el pelo larguísimo, a mi madre le daría un infarto si se lo corta y le hago un maquillaje sencillo.

-Ponte estas, le digo sacando del armario unas botas cortas con poco tacón.

No nos parecemos, pero sí que tenemos el mismo número de pie.

Estamos listas para irnos y antes de salir le digo a Harriet que volveré tarde.

-No hagas ruido al volver, Cassie, mañana tengo que madrugar-pongo los ojos en blanco y miro a mi hermana la cual aguanta la risa una vez más.

-Tranquila, ni notarás que he llegado.

Vamos en busca de mi coche y una vez estamos dentro, pongo la música a todo volumen. Si vas a una fiesta esa es la mejor forma de animarse.

Pasamos por su residencia y en la puerta no solo está Marvin esperándonos, también está Lila. Y ella tiene mucho más sentido del estilismo que mi hermana. Lleva un vestidito negro con algo de vuelo, calza unas botas bajas negras y lleva el pelo suelto en ondas. No me había fijado en lo delgada y alta que era.

FEARLESS (ACTUALIZANDO)Where stories live. Discover now