Cassie Whiliams no puede permitirse volver a perder el control, en su primer año de universidad hizo cosas que no quiere volver a repetir. Y todo parece estar bien, hasta que aparece él.
Desde su llegada a la universidad comienzan a pasar cosas...
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Todo el mundo tiene un pasado, solo que algunas veces, es mejor que no salga a la luz. (CASSIE)
Suena el despertador y aun con los ojos cerrados paso la mano por la mesilla hasta encontrar mi IPhone. Pulso en la pantalla y lo meto debajo de la almohada.
-Cinco minutos más-digo con la boca pastosa y la cara pegada a la almohada.
Pero entonces me acuerdo de algo.
- ¡Bethany! -grito y me levanto de un tirón. Al hacerlo me pego un golpe en la rodilla con mi escritorio, cierro los ojos y pego un grito bastante exagerado. Pero es que nunca he tenido mucha tolerancia al dolor. Cojeo por la habitación y doy vueltas sobre mí misma agarrándome la rodilla- ¡au, au, au! -digo sin parar.
Abro los ojos y escudriño la habitación en busca de mi compañera, pero como no, ella ya se ha ido.
Por el amor de dios, son las siete de la mañana. ¿A qué hora se ha levantado?
Sacudo la cabeza y voy directa a la silla de mi escritorio para averiguar que hay que pueda ponerme, que esté limpio y no muy arrugado. Saco una camiseta blanca de manga corta. La huelo y seguidamente le doy el sí. Después cojo un peto vaquero de pitillo color negro. Este lo cojo del suelo. Lo sacudo un poco y puedo ver que esta decente para poder ponérmelo. Me siento en la cama para subírmelo, al ser pitillo cuesta bastante. Después me decido por mis botas con tachuelas. Cojo mis cosas y me voy a los vestuarios. Una vez allí me maquillo como siempre. Un buen eyeliner, eso acentúa el verde de mis ojos, y pinto mis labios color berenjena. Me recojo el pelo en un moño desaliñado y me fijo en el esmalte negro de mis uñas.
A mi madre le va a dar un infarto.
Mi madre es la típica señora que viste con camisa y faldas plisadas. Todo lo que no pudo hacer conmigo lo está intentando hacer con Bethany. Por eso ella es la preferida.
Por último, me coloco un colgante dorado con la inicial de mi nombre el cual me queda pegado al cuello y salgo pitando de allí.
Cojo mis apuntes y me cuelgo el bolso. Miro la hora y cruzo el campus lo más rápido que puedo. Mamá odia que la gente se retrase.
***
Voy caminando hacia la residencia de Bethany, que es la misma de Marvin.
Allí están esperándome en la puerta. Papá saca las maletas del coche y mamá ya está abrochándole bien la camisa a mi hermana. Se pasa la lengua por la yema del pulgar y luego limpia la cara de Beth. Odio que haga eso, y parece que ella también porque se aparta al instante.
-Mamá, por favor-le dice avergonzada.
-Hola hermanita-digo en cuanto llego- abro los brazos para recibir un abrazo suyo.
