- Hermione, ¿Te bebiste las pastillas? - Ginny preguntó por vigésima vez-.
- ¡Joder si! -deje de peinar mi cabello para mirarla-
- Bueno no tengo la culpa de que tu maldito novio me hinche los ovarios con mensajes cada cinco segundos -ella rodó los ojos y se lanzó a la cama-.
- Vete a la mierda.
- Con gusto, sólo asegúrate de mandar a mi novio también, de preferencia, desnudo - ella de carcajeó y yo hice como si fuera a vomitar-.
Mi teléfono vibró sobre la mesa y lo desbloqueé para leer el mensaje.
"Estoy afuera"
Bloqueé de nuevo el teléfono y miré a Ginny.
- Me voy.
- Ve, pierde la virginidad con el maldito de Draco.
- ¡Ginny! -grité-.
- Es broma - ella se volvió a carcajear, cada vez que viene su periodo es lo mismo-.
Abrí la puerta y había una rosa en la alfombra.
Otras por las escaleras, unas cuantas en el camino y las últimas llegando a la camioneta de Draco.
En total diez, cuando las tuve todas, me acerqué a Draco que está recostado en su camioneta.
- Original.
- Gracias - Draco hizo una reverencia y luego beso mi mejilla-.
Entre en la puerta del copiloto y él entró por la del conductor.
- ¿Bebiste tus pastillas? -preguntó saliendo del aparcamiento del campus y yo rodé los ojos-.
- Joder, si -lo mire y el gruño-.
- Sólo te cuido -él dijo bajito-.- A veces eres lindo - me acerqué y besé su mejilla -
- Oh vamos, podrías darme un beso en la boca - me miró unos segundos y luego de vuelta al camino-.
- No -restregué mis manos sobre mi regazo-.
- Bésame - dijo riendo y yo le golpeé el brazo-. Ok esta bien, ¿A dónde quieres ir?
- Al centro comercial y luego a Hut -contesté mirando mi teléfono-.
- ¿Hut?, ¿Para qué?
- Voy a comprar un pastel para llevar mañana a tu casa.
- No, mione.
- Si, huroncito.
Draco se carcajeó y negó con la cabeza.
El resto del camino no hablamos mucho.
- Aparca ya Joder - me quejé luego de la décima vuelta por el estacionamiento-
- No quiero que me rayen la maldita camioneta -me gruñó-
- Sólo aparca Draco.
- ¡Bien! -gritó y entró de golpe en uno de los puestos vacios-.
Bajó del auto y me dejó a mi sola.
Me bajé y caminé a paso tranquilo hacia el centro comercial. Draco sin duda era un tremendo idiota, al menos se comportaba como uno dejándome sola.
- Hermione - Me sobresalte cuando la voz de Draco inundó mis oidos-
Estaba recostado en la fuente al lado de la puerta.
- Te esperaba -él metió sus manos en sus bolsillos y se puso a mi lado-.
- Bien - le sonreí y ambos caminamos hacia las tiendas-. ¿Qué le regaló a Ron?
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30 dias
Romansa- Treinta, sólo dame treinta días y lo conseguiré -Dijo Draco con la sonrisa llena de triunfo. Rodé los ojos y me puse de pie, sacudiendo mis jeans, él también se puso de pie-. - De todas maneras no lo conseguirás en treinta días...tampoco en cien...