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°Elizabeth.

Al terminar la conversación suspire levemente, era algo muy intenso, me di cuenta que mis mejillas estaban muy sonrojadas.
¡Dios mío!, estaba roja... ¿Acaso me había enamorado?... ¡ja!, No lo creo, decidí ver su perfil, era un chico muy lindo, tenía su cabello castaño y muy revoltoso, unos ojos de color celestes, Dios ni que decir de sus labios, eran muy carnosos... en ese momento me imagine cosas super raras, quería jugar con su cabello y abrazarlo tan fuerte y...
¿¡Que carajos?!, ¿en que demonios estaba pensando?, maldición, en ese momento creí que nuevamente había caído en las garras de un chico. Me di pequeñas bofetadas en mis mejillas y dije en voz alta.

—Por un demonio no debo ilusionarme, ¡no ahora!—tome mi almohada y la puse en mi rostro olcuntandolo por compelto—Dios no puede ser esto posible...

En aquel instante, vi que Maya se había subido en mi cama, esta empezó a jugar con mis largos cabellos,sonreí cálidamente y le di un abrazo muy tierno.
Empecé a platicar con Maya a solas, la platica iba muy bien, no hasta que llegue al extremo de hablar sobre mi ex novio, Maya vio como mi mirada de ponía cada vez más triste, no era de esperar, aquella bola de pelos empezó a lamer mi rostro y mover rápidamente su pequeña colita, me daba mucha ternura, "la bolita de pelos"  había robado mi corazón, nuevamente la abraze confesando todo mi cariño en ella.Era muy linda empezó a jugar conmigo  ya eran las 8 de la noche así que decidí tomar un refrescante baño, madre mia, había muchísimo calor en esta temporada, así que disfrute al mil, mientras me duchaba cantaba una canción en Ingles. Maya empezó a ladrar fuertemente, Dios moría de ternura al escucharla, así que reía alegremente, al terminar, salí del baño envuelta en una toalla, empecé a ponerme mi ropa de dormir, adoraba ese pijama, al terminar de alistarme me cepille mi cabello.Minutos después escuche la voz de mi madre, al fin ya era hora de cenar, salí de mi dormitorio y fui a mi encuentro con mi madre y el tarado de mi hermano.

—lo siento por la demora, tarde mucho alistandome—me disculpe mientras miraba a Maya irse hacia su plato de comida y empezo a ladrar, me di cuenta que ya era hora de alimentarla, fui hacia la bolsa de comida y le serví su porción—aquí tienes linda—sonreí cálidamente mientras la veía comer muy gustosa.

—hija, ven, cena con nosotros—dijo mi madre un poco nerviosa, la mire con curiosidad y me senté al lado de mi hermano.

El silencio reino entonces en el comedor, demonios, esto me ponía muy incómoda .Así que decidí hablarle de un tono curioso pero a la ver un poco desesperada por lo que me iba a comentar...

—¿Bueno?, ¿que querías comentarme mamá?—la mire directamente a sus ojos y esta desviaba mi mirada, pude ver que mi hermano tenso sus brazos y su mandibula, ¿Que demonios?...

—mierda... —soltó entonces mi hermano mientras volví mi mirada hacia el, ¿que carajos?, ¿acaso el tarado de mi hermano sabia lo que iba a decir mi madre?, lo mire seriamente mientras veía que este desviaba mi mirada.

—hija, yo... —soltó entonces mi madre mientras yo la miraba seriamente—hija, escucha, se que es difícil de comentar esto pero... —suspiro levemente—Elizabeth, tu y tu hermano fueron testigos de la separación de su padre conmigo. Y yo la verdad... —la interrumpi con mi tono de voz molesto.

—¿podrías decirme lo que ocurre?, no aguanto que todo esto sea un misterio, dime, que es lo que ocurre... además no me agradaría hablar el tema de mi padre—mi madre alzo la voz de manera que estaba acostumbrada a hacerlo, obviamente me calme un poco.

Una vida sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora