el tiempo para morir

Capitulo 14

Han pasado seis meses.

Hace meses que mis amigos y yo llegamos al refugio en el desierto, donde nos encontramos a gente conocida (entre ellos mi familia y mi mejor amigo) En este tiempo encontramos una especie de equilibrio y rutina a seguir. Todos los días nos levantamos a cumplir con el entrenamiento militar obligatorio donde nos enseñan a tirar con pistolas, rifles, ballestas y hasta arcos. También nos enseñan la pelea cuerpo a cuerpo con armas blancas y desarmados. Por la tarde nos dividimos para hacer tareas varias, ya sea ayudar en la cocina o en la construcción de nuevas cabañas. Algunos pasan sus tardes siendo entrenados en el hospital, Samuel se decidió por la enfermería.

Al acabar nuestras tareas del día nos dan tiempo libre, aunque a veces nos llaman para patrullar la zona, en el tiempo que hemos estado aquí no ha habido ningún ataque por parte de depredadores, parece que no han llegado hasta aquí. En nuestro tiempo libre generalmente nos juntamos en una habitación a hablar; Helena, Olivia y Erick roban un poco de licor y lo comparten.

Todo es increíblemente pacifico aquí pero no he olvidado aquel sueño. Estaba pensando en como animar al grupo para irnos cuando choque con un cuerpo mas grande que el mío, el cuerpo me tomo entre sus brazos para que no cayera de nalgas en el piso, cuando lo mire me di cuenta de que era Samuel.

-Ten cuidado, tuviste suerte que alcanzara a sostenerte.

Me reí un poco, procuraba no quedarme a solas con el porque cada ves que pasa es como si mis neuronas decidieran irse de fiesta, comenzaba a reir por todo y sentía mi ritmo cardiaco en mis oídos.

-Supongo que soy una suertuda entonces- La sonrisa a medio lado que me dedico me dejo como idiota- En fin. ¿Qué haces aquí, no deberías estar en la cena?

-¿No deberías estar tú en la cena?

-Tenia la intención de ahorrármela hoy y quedarme en mi cama pensando un poco.

-¿Pensando en qué?

Lo rodee para comenzar a caminar a mi habitación, esperaba que me siguiese. No conteste hasta que llegue a mi puerta, la abrí y pase, el se quedo en el umbral, apoyado con sus brazos cruzados en su pecho.

-Pasa y te cuento- Espere a que se sentara en la cama de Sara- He estado pensando en nuestro futuro.

- ¿Qué hay con eso?- Mire por la ventana a la gente riendo, parecían tan despreocupados y seguros. No quería que mis amigos perdieran lo que nos costó tanto encontrar.

- Cuando nos atacaron en tu casa, tuve un sueño ¿Lo recuerdas?

-Mmm...Creo que sí, el sueño donde tu copia te pedía llegar a algún lugar ¿No? - Samuel se rasco su barba creciente con aire pensativo.

-Ese mismo- Suspire, seguía mirando por la ventana- Me gusta aquí, pero una parte de mi quiere ir a Calakmul para ver por mi misma que el sueño era real. Quiero salir de aquí y explorar este nuevo mundo. He estado hablando con Kurt sobre esto y el opina de la misma forma, apreciamos la seguridad de este lugar, pero allá afuera, por más mortal que sea, hay aventuras. No espero que nos acompañen, pero quería al menos darles la opción de hacerlo.

- No sé de los demás, pero puedes contar conmigo y con mi hermana- Le sonreí con agradecimiento, apreciaba su lealtad- Este lugar es genial pero un poco aburrido, ya me cansé de aguantar las quejas de Helena.

Samuel parecía emocionado por la propuesta, de las cosas que mas me gustaban de el es su optimismo, era una persona increíblemente amable y positiva. El alma del grupo. Siempre tenia una sonrisa en su cara, era un dulce, aunque al principio pareciera una persona muy seria.