la mejor amiga de pablo lopez

Capítulo 56

- Pablo-
Estos días en mi tierra han sido increíbles, no hay nada mejor que volver a tus raíces. Pero tocaba volver a Madrid. Pronto habrá varios conciertos 360 en diferentes ciudades y estoy ansioso por empezar. Espero que Marta pueda venir, ya que me gusta disfrutar de estos momentos junto a ella.
En unas horas tengo una reunión con la discográfica para confirmar las diferentes ciudades que pasaremos, si por mi fuera recorrería todas las ciudades de España y del mundo entero, decido levantarme y noto mareos, no le doy importancia puesto que serán de haber dormido tanto. Paso a la ducha y dejo el agua caer sobre mi, al salir vuelven los mismos síntomas pero cuando voy a poner un pie en el suelo, noto que todo me da vueltas y me desmayo. Hasta que Marta aparece y me ve tendido en el suelo.
- ¡Pablo!
Coge un algodón, lo moja en alcohol y me lo acerca a la nariz, hasta que por fin despierto.
- Gracias a Dios
- ¿Qué ha pasado?
- He oído un golpe y al ver que estabas desmayado me habías asustado.
- He tenido mareos pero creía que se me pasarían.
- ¿Porqué no me has avisado?
- No quería preocuparte.
- Lo importante es que estas bien, pero deberías ir al médico a hacerte pruebas para quedarnos tranquilos.
- Marta, no es nada.
- Pablo, va enserio.
- No es nada grave.
- Haz lo que quieras.
Sale del baño enfadada y tiene razón, tendría que ir al doctor para saber de dónde vienen los mareos. Corro tras ella para disculparme, no me gusta estar así con ella, la veo en el ordenador editando un vídeo.
- Marta -digo poniendo mi mano en su hombro.
- Dime..
- Tienes razón, iré al médico ahora mismo.
- Al fin te has decidido -dice girándose hacia mi.
- ¿Me acompañas?
- Si
- Eso quiere decir que ¿me perdonas?
- Puede
Me besa y empiezo a vestirme, opto por unos vaqueros negros, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra.
- ¿Estas lista?
- Si, cojo el bolso y voy.
Salimos de casa y vamos al médico en coche, pero esta vez conduce Marta para evitar que me de un mareo y pase algo grave. Llegamos a urgencias y espero a que me atiendan.
- ¿Cómo te encuentras?
- Por ahora, un poco mejor.
Oigo mi nombre y enseguida entramos.
- ¿Qué le ocurre?
- Esta mañana mientras me duchaba he tenido mareos.
- Le vamos a tomar la tensión, quitese la chaqueta, por favor.
Hago lo que me pide y se la doy a Marta.
Pasan unos minutos y sale que la tengo baja.
- Pablo, debería controlarse la tensión, así evitaría desmayos.
- No suele pasarme mucho.
- Pero hay ocasiones en que nos puede pasar.
- ¿Qué me receta?
- Beber mucha agua y hacer un poco de deporte. Es lo único que puedo decirle y deberá venir de vez en cuando para ver como va.
- Vale, muchas gracias.
Salimos del médico y volvemos a casa, he de seguir a raja tabla lo que me ha dicho el doctor. Con la ayuda de Marta irá todo sobre ruedas.
(....)
Descanso un rato en el sofá y Marta me hace compañía.
- A partir de ahora, voy a cuidar de ti.
- ¿Cómo madre o como novia?
- Las dos cosas.
- Pero estoy bien.
- Ya ves lo que ha dicho el médico.
- Cierto.
- Qúedate aquí, voy a preparar la comida.
- Un ratito más.
- No tardaré.
- Vale
Me da un beso y va a la cocina. Mientras espero me llega la inspiración de una canción. Cojo una libreta y un lápiz, empiezo a escribir la letra. Hasta que aparece Marta con la comida en una bandeja.
- A comer, mi vida.
- Un segundo, termino esto y estoy contigo.
- ¿Qué haces?
- Una canción
- ¿Podré verla?
- Es sorpresa, cuando este terminada serás la primera.
Me besa y comemos juntos.
- He recibido una llamada para una colaboración.
- ¿Así?
- De una marca de vestidos de novia.
- Vaya ¿y cúal es?
- Rosa Clará, pasado mañana tengo una sesión con ellos.
-Seguro que estarás preciosa con esos vestidos.
- Solo serán unas fotos.
- Lo único que sé esque quisiera que algún día fueras mi esposa.
- Y así será mi vida
- Tu madre se pondría muy contenta.
- Ya la veo buscando el vestido ideal para la boda.
- La que brillaría serías tú.
- Vas a hacer que me sonroje.
- Puede ser.
- Te quiero, Pablo.
- Y yo a ti, Marta
Nos besamos y me levanto para buscar una cajita dónde hay un anillo.
- ¿A dónde vas?
- No te muevas.
- Pablo
- Porfavor
- ¿Qué haces?
- Es una sorpresa.
Cojo la caja y la aguanto con las manos en la espalda.
- ¿Qué traes ahí?
Me arrodillo delante de ella
- Marta, nos conocemos desde hace mucho tiempo, nunca creí que formarías parte de mi vida, fuiste mi amiga, mi compañera, mi apoyo. Y ahora el amor de mi vida, eres mi libertad. Por eso, quiero pedirte una cosa. ¿Quieres casarte conmigo?
- Pablo..yo.. yo... si, quiero. -dice con lágrimas en los ojos.
Le pongo el anillo en el dedo anular y no puedo estar más feliz. Me regala un beso y le abrazo.
- Habrá que dar la noticia a los amigos.
- Sí, pero tendré que aguantarme a no contarlo en las redes. Por ahora quiero centrarme en la universidad, en youtube y contar los días para ser tu esposa.
- Lo primero es lo primero, y ahora podríamos celebrar nuestro compromiso.
- Pillín, tienes que descansar.
- No estoy cansado
Le beso y la tumbo lentamente en el sofá, hago un recorrido desde su cuello hasta su tripa y viceversa.
(....)
Nos quedamos abrazados y vemos una peli para pasar el rato. Esperaremos unos días para darle la noticia a la familia y amigos, queremos ir despacio y que cada cosa sea a su tiempo. Mientras no se entere la premsa, mejor porque si no será un caos. Y queremos ser discretos con este compromiso, que Marta se convierta en mi mujer, es lo que deseaba desde que me enamoré de ella. Es con quién quiero compartir el resto de mis días, envejecer juntos y así hasta la eternidad.