unlucky [hyunmin au]

[Uno]

Aclaraciones:

1) Todos tienen la misma edad.

2) Todos están en el mismo salón.

3) Eso es todo.

***

En ese día lluvioso, el castaño trataba de concentrarse totalmente en las gotas de lluvia que chocaban contra los vidrios de las ventanas del salón de clases. Sus ojos las seguían desde el momento que chocaban hasta cuando bajaban para perderse al final, con el fin de distraerse del caos en su mente.

El receso había empezado hace rato y el salón se encontraba completamente vacío pero el no sentía ganas de moverse de su asiento. Lo único que lo tranquilizaba en esos momentos era saber que le había ido excelente en su examen, ¿lo demás? Un desastre. Hubiera preferido quedarse en su casa.

— Oye.

Despegado su mirada del cielo y volteó, Jisung le miraba desde la entrada, apoyado en la puerta con sus brazos cruzados.

— ¿Todo bien?

Seungmin no sabía si todo estaba bien. Apenas entró al salón esa mañana, todas las miradas se habían posado en él. Para su suerte, toda su vida había sido capaz de esconder bien sus emociones, siendo considerado una persona seria y hasta rara por parte de sus compañeros, así que fingir ignorancia y desinterés le había salido a la perfección.

Pronto todos parecieron olvidar el chisme innecesario y se dedicaron a sus vidas, como deberían haber hecho desde el principio.

— Supongo que todo está bien.

Jisung asintió y se acercó, sentándose en el asiento de adelante. Seungmin conocía a Jisung desde hace algunos años, cuando su madre y él habían venido de Malasia y se había mudado en su vecindario. Le había costado horrores hacerse amigo del chico, porque en contra de todo pronóstico, Jisung no era muy sociable y no le gustaba salir de su casa, para nada.

Que la madre de Jisung le haya dicho que el chico estaba interesado en la música había sido de gran ayuda. Un día que su familia había sido invitada a cenar, Seungmin le contó que había un curso de canto al que el asistía regularmente y le preguntó si quería acompañarlo. No pudo explicar el alivio que sintió cuando Jisung le sonrió por primera vez y aceptó.

Después de eso, habían formado una buena amistad, para el alivio de las dos familias y de Seungmin mismo. Jisung había resultado ser un excelente amigo, a pesar de que todavía era medio seco con él y hasta cortante.

— Todos están convencidos de que es un rumor falso.—dijo mientras se daba vuelta para verlo, seguido de eso continuó.— Quisiera saber quién mandó eso, ni siquiera yo me di cuenta de que te gustaba.

— ¿De qué serviría saberlo? Dejémoslo como está y listo, con el tiempo lo olvidarán.—suspiró y volvió su vista hacía el cielo.

— Supongo que ignorarlo es más fácil que enfrentar tus sentimientos, ¿verdad?

Y ahí estaba el lado de Jisung que jamás le había agradado, el lado que le decía las cosas que no quería escuchar.

Si bien Jisung todavía era seco al hablar y demasiado silencioso, había veces que escupía la verdad sin problemas y sin importarle las consecuencias ni los sentimientos de los demás. Era como si fuera el lado racional de las personas, ese que todo el mundo quiere ignorar pero no pueden. Seungmin mentiría si dijera que se había acostumbrado a eso pero no era como si Jisung lo hiciera a propósito, simplemente era parte de su personalidad.