THE PROMISE《YOONMIN》《Mpreg》

CAPÍTULO 6

--Maldita sea Yoongi ¿Hasta cuando será esta situación? -reclamó su jefe, estaba fastidiado y cansado de que el pelinegro actuara como si nada pasara. Si bien el chico le caía bien, tanto profesional como personalmente, la fama que lo precedía hace meses era una situación que no podía seguir ignorando.

--No lo sé, hasta que ese loco se aburra de mí supongo -su voz y su actitud denotaban lo poco que le interesaba el asunto.

Se escucha un fuerte resoplido de parte del mayor de los dos al escuchar esa respuesta --Sabes que no puedo ignorar más tiempo esta situación. Entiendo que no tienes la culpa de que ese paparazzi ande detrás de ti pero, realmente no creo que actuar como si nada pasara sea la solución.

--Yo creo que sí lo es. En algún momento encontrará a alguién más a quien molestar. Sólo es cuestión de tiempo.

--Sería más fácil que simplemente...

--No saldré a dar detalles de lo que hago o no con mi vida -interrumpió el pálido --No le daré ese placer. No le debo ninguna explicación a nadie.

--Entiendo tu punto. Pero tú también debes entender la política de la empresa, no puedo permitir que este tipo de situaciones se prolonguen por más tiempo ya que, no te afecta sólo a ti, también afecta la imagen del negocio. -le dedicó una mirada de reproche. Él en verdad entendía que el más joven no era culpable. Podía hacer lo que quisiera con su tiempo libre. Pero el que Yoongi no tomara ninguna acción al respecto no hacía más que empeorar todo.

--¿Vas a despedirme? -pregunta con tono neutral.

--Por supuesto que no -hace una pausa antes de continuar --Pero voy a pedirte que esta situación no se repita más, y hablo en serio, ni una foto más que te involucre a ti en algo que no sea respecto a este proyecto.

--Bien sabes que no controlo eso.

--Tú decides, ni un escándalo más o haces algo al respecto.

--Es más sencillo despedirme.

--Sabes que no es una opción. Afrodita primero te mataría a ti y luego la tomaría contra mí.

--Tan molesta. -bufó

--Será mejor que ella no te escuche.

--Planeo solucionar esto. Necesito unos días.

Jimin tenía profundas ojeras. No pudo dormir en toda la noche. "Yoongi se va a casar". Ese era el único pensamiento que rondaba su cabeza desde la noche anterior. Sus ojos estaban secos y rojos debido al llanto. Su pecho dolía como si le hubieran clavado un puñal. Le quemaba respirar.

Dolía como el infierno. Ya no lo amaba. Yoongi iba a formar una familia, pero no con él. No, ya él no significaba nada para el mayor. Debió sospecharlo, debió darse cuenta de que todas esas fotografías no podían ser una simple mentira ¿Por qué le mintió? ¿Por qué ya no lo amaba? ¿En verdad olvidó su promesa?

El rubio se sentía a punto de colapsar. Su mente no dejaba de plantear preguntas para las cuáles no tenía una respuesta. Se acurrucó más en su cama y se arropó de pies a cabeza. Creyó que ya no le quedaba lágrimas, pero se dió cuenta de lo errado que eran sus pensamientos últimamente.

Estaba bastante cansado esa mañana. El día anterior se había quedado hasta tarde en la pastelería ayudando al amable chico que tenía por cliente a preparar un pastel para su abuela. Ese chico en verdad era adorable, se notaba el cariño sincero hacia la mayor. Insistió tanto en que lo enseñara a hornear un pastel que no pudo más que aceptar. Por supuesto sería más fácil y rápido si el chico hubiera aceptado el ofrecimiento del rubio de ser él quien horneara el pastel mientras el otro sólo observaba. Pero el joven se negó a aceptar con el argumento de que lo especial del regalo radicaría en el esfuerzo de elaborarlo con sus propias manos.

El pastel quedó delicioso y hermosamente decorado, el joven se fue muy agradecido y emocionado.

Yoongi tomó un taxi y dió la dirección que se sabía aún de memoria, el tiempo parecía no pasar en su pueblo natal, prácticamente nada había cambiado. Llegó a la casa de Jimin y tocó pero el rubio no abrió.

Se disponía a tomar su celular para llamarlo cuando un rostro conocido, aunque con más arrugas de las que recordaba, se le acercó sonriente. Tuvieron una charla, un tanto larga para el gusto del azabache, en donde se enteró que el menor tenía una pequeña pastelería en la que, según esa persona le dijo, se encontraba en ese momento trabajando. Extrañado pidió la dirección. Jimin nunca le había mencionado nada al respecto. ¿De dónde había sacado el dinero para montar una pastelería? Y lo más importante ¿Desde cuándo le ocultaba cosas?