CAPITULO 7

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El rubio se encontraba colocando unos panecillos recién horneados en la vitrina de exhibición cuando vió por el rabillo del ojo como entraba aquel joven a su panadería.

--Hola, Jimin ¿Cómo estás?

--Hola, estoy bien. Gracias por preguntar. ¿Qué le pareció el pastel a tu abuela?

--Estaba realmente feliz. Te manda a decir gracias, por el brownie que le preparaste. Dice que es lo más delicioso que ha probado en su larga vida. Me dijo que mi pastel ocupa el segundo lugar.

El rubio rió con ganas ante ese comentario y la cara de indignación del chico.

--Me alegra volver a escuchar tu risa, hace días que no te veía ni si quiera sonreír -se notaba la sincera preocupación en las palabras del joven. Jimin solo sonrió ante el comentario, no se atrevía a hablar por miedo a que se le quebrara la voz ante el repentino nudo que se le formó en la garganta.

Por suerte, el otro pareció notar su estado porque decidió dejar el tema.

--Yo quiero darte las gracias por lo de anoche, en verdad lo disfruté y lamento que por mi inexperiencia hayas terminado tan agotado.

--No te preocupes por eso. Yo en verdad me divertí y para ser tu primera vez lo hiciste bien. Aprendes rápido. -Jimin tenía una hermosa sonrisa plantada en sus labios. Se sonrojó cuando se dió cuenta de lo cerca que estaban en ese momento ambos rostros.

--En verdad me hace muy feliz poder verte sonreír -dijo con una sonrisa sincera en sus labios.

El pelinegro llegó a la dirección que le fue dada, era una linda y pequeña pastelería, olía delicioso

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El pelinegro llegó a la dirección que le fue dada, era una linda y pequeña pastelería, olía delicioso. Se acercó hasta una ventana que estaba abierta. Vió a Jimin detrás de un mostrador y a su lado estaba un chico que parecía más joven.

Escuchó la risa del menor, su risa era celestial. Realmente se veía hermoso, sin duda los años sólo le habían agregado más belleza y sensualidad. Se quedó embobado mirando al pequeño rubio cuándo, de pronto, una parte de la conversación llegó a sus oídos.

"Yo quiero darte las gracias por lo de anoche, en verdad lo disfruté y lamento que por mi inexperiencia hayas terminado tan agotado."

"No te preocupes por eso. Yo en verdad me divertí y para ser tu primera vez lo hiciste bien. Aprendes rápido."

¿Pero qué demonios acaba de escuchar?

Se acercó rápidamente a la puerta y por el cristal de esta fué testigo del furioso rubor que adornaba las mejillas del menor y entonces enfureció. Entró de golpe llamando así la atención de ambos chicos.

Jimin se fijó en la persona que acaba de entrar pero nada lo preparó para todo lo que sintió al ver al mayor frente a él. Alegría, confusión, esperanza, anhelo; fueron algunas de las emociones que experimentó. Hasta que se fijó en la cara de enfado que tenía Yoongi.

El pálido miraba con el ceño fruncido a los dos chicos frente a él. Estaba dolido aunque  hacía un esfuerzo enorme por no dejar entrever su dolor. Jimin, su Jimin lo había traicionado.

--Yoongi -Pudo articular al fin el rubio ante la mirada de enojo y reproche que mantenía el azabache. Él no entendía por qué se veía tan molesto. --¿Qué haces aquí?

--Veo que no me esperabas -Yoongi se enorgullecía del tono indiferente con el que salió su voz. Estos últimos años ha aprendido a esconder sus sentimientos tras una máscara de frialdad e indiferencia. Sin embargo, nunca imaginó que la emplearía en el menor.

--Por supuesto que no, no tienes nada que buscar aquí -esa respuesta sorprendió tanto a Jimin como a Yoongi. A Jimin por la seguridad con la que habló y a Yoongi porque de todas las respuestas imaginables, jamás pensó que le respondería eso ni de esa manera tan cortante.

Dirigió su mirada al acompañante del rubio, este al notar la mirada en su persona se encogió en su lugar, deseando desaparecer del ambiente hostil que se había creado de la nada.

--Veo que tus gustos han cambiado - Dijo con burla y menosprecio. Su mirada aún en el joven.

--No sé de qué hablas. Deja a mi amigo en paz, lo estás asustando.

Yoongi llevó su mirada ahora hacia Jimin, el menor se veía enojado. Rió con amargura. Sí que lo había decepcionado, pero prefería arder en el infierno que dejar que ese sensual pero traicionero rubio frente a él notara cuán herido estaba.

--Dime Jimin, ¿Es así como obtuviste los recursos para montar este negocio? ¿Vendiéndote? En verdad me decepcionas -no pudo evitar que las palabras salieran impregnadas de resentimiento y odió a Jimin por eso.

Todo el cuerpo del rubio registró el insulto y no pudo evitar arder en ira. Miró desafiante al pálido en frente de él. ¿Cómo se atrevía a insultarlo de esa manera? ¿Con qué derecho se presentaba ante él después de haberle mentido, de haberlo engañado, después de haber puesto un anillo en el dedo de alguien más? ¿Quién se creía que era?

--Serás doble cara. -dijo escupiendo las palabras --Tú, que sales todas las semanas con una mujer diferente ¿Te atreves a verme a la cara mientas me dices eso? -Jimin rió sin una pizca de gracia --Puedes irte por donde viniste, aquí no tienes nada que buscar.

El rostro de Yoongi no reflejaba ninguna emoción, sólo un tic en su mandíbula denotaba la rabia que sentía ante esas palabras ¿Qué no tiene nada que buscar? Muy bien. Al diablo la maldita promesa, al diablo todo. Ya había sido suficiente humillación por un día.

Se dió la vuelta dispuesto a marcharse sin mirar atrás pero se detuvo al ver como era enfocado por una cámara fotográfica.

Lo que le faltaba, que el imbécil publicara un nuevo artículo acerca de los cuernos que le monta el amor de su vida.

¿Cómo demonios hacía ese hombre para encontrarlo en los momentos menos oportunos?

Lamentablemente esa es una pregunta cuya respuesta Min Yoongi nunca sabrá.

Muchísimas gracias AnikaNunaBangtan por tu aporte en este capítulo. Eres la mejor.

THE PROMISE《YOONMIN》《Mpreg》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora