CAPÍTULO 13

5.8K 630 81
                                    


Jimin se encontraba en la puerta del apartamento del mayor. Luego de controlar el ataque de pánico, por creer que se había perdido, logró recordar que podía llegar perfectamente en taxi hasta su hogar, solo debía dar de referencia el edificio donde trabajaba el mayor.

Yoongi estaba en la sala de su apartamento mientras Afrodita intentaba hacer que se calmara, el azabache estaba realmente aterrado, había llegado hace horas y no había rastros de Jimin por ningún lado, le aterraba pensar que algo malo le había pasado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yoongi estaba en la sala de su apartamento mientras Afrodita intentaba hacer que se calmara, el azabache estaba realmente aterrado, había llegado hace horas y no había rastros de Jimin por ningún lado, le aterraba pensar que algo malo le había pasado. El menor no conocía la ciudad, en el poco tiempo que tienen allí él nunca salió. Pudo pasarle algo.

--¿Y si me abandonó? -decía muy afligido Yoongi.

Afrodita negó con la cabeza y se acercó para darle un abrazo.--No seas tonto, cariño.

En eso entra jimin y los ve. "He escuchado esa voz antes" pensó mientras su cerebro procesaba la escena frente a él. Al diablo con su idea de una charla civilizada y comportarse como adulto.

Ambos giran al sentir el estruendo de la puerta ser cerrada fuertemente.

--Minni...- dice Yoongi totalmente confundido ante la cara de molestia del menor.

--Será mejor que te alejes ahora mismo de MI esposo -soltó de repente mientras ambos lo miraban con diferentes expresiones en sus rostros.
--No me importa si ustedes han tenido algo antes. Me importa el ahora, y ahora él es mío y es el padre de MI hijo. -la molestia era evidente en su voz.

-Minni, no es lo que....espera ¿que? -logró pronunciar el pálido totalmente en shock, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.

Afrodita parpadeó varias veces y luego una hermosa sonrisa asomó en sus labios. Hizo ademán de acercarse a Yoongi pero la misma voz lo frenó.

--Si vuelves a tocarlo juro que golpearé tu rostro de porcelana hasta dejarlo irreconocible -dijo visiblemente enojado mientras se acercaba peligrosamente hasta ellos.

--Lo siento, pero será mejor que te detengas ahora -una voz desconocida resonó en el lugar haciendo que el rubio se percatara de que había una cuarta persona --No puedo permitir que le toques un pelo. No importa cuánto creas que lo merece.

Jimin lo miró, era un chico alto, con el pelo azabache y de ojos azules, poseía una mirada fría y expresión neutra.

--Relájate, Dys. ¿No ves que lo vas a asustar? -dijo la ojiverde mirando con un poco de enojo al chico.

--Esa es la razón por la que no me gusta que seas tan "amistosa" con otras personas -dijo con un deje de reproche e indiferencia en su voz.

--Ambos sabemos que la verdadera razón son tus celos, amor -le contradijo batiendo sus pestañas y con sonrisa pícara.

El ojiazul ignoró el comentario y la chica río burlonamente para luego devolver su atención al rubio que se veía notablemente confundido.

--Supongo que al fin conozco en persona al famoso Jimin -dijo la platinada con su ya habitual sonrisa.      --Mi nombre es Afrodita y él -señaló con su dedo al de ojos azules -es mi esposo, Dys.

--Jimin, déjame explicarte todo, por favor -habló por fin Yoongi saliendo de su trance.

--Bueno es más que obvio que ya no nos necesitas para aclarar las cosas con tu esposo. Puedes explicarle tú mismo todo. -dijo el azabache mayor acercándose a su esposa para tomarla de la cintura y salir del lugar dejando a ambos chicos con miradas ansiosas e interrogantes.

-- ¿Tú..?

-- ¿Estás...?

Ambos hablaron al mismo tiempo y callaron de la misma forma. Se quedaron mirando unos segundos, cuestionándose mentalmente que decir a continuación. Yoongi fué el primero en decidirse.

--Me gustaría mostrarte algo, ¿puedes acompañarme? Por favor. Prometo que no tardaremos.

--Está bien -aceptó el menor.

Ambos salieron del edificio y se subieron al auto del mayor para ir hacia su destino.

Ambos salieron del edificio y se subieron al auto del mayor para ir hacia su destino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Unos veinte minutos más tarde el auto era aparcado frente a una hermosa casa. Yoongi observaba fijamente a Jimin mientras este miraba embobado la casa. El rubio podía jurar que esa casa le era familiar pero no sabía por qué. Miró al mayor y se percató de que este tenía su mirada en él.

--¿Recuerdas esa charla que tuvimos tantas veces cuando apenas éramos unos niños soñadores? -las palabras del azabache eran tiernas producto del recuerdo de su infancia feliz al lado del rubio. Jimin se trasladó a una época en la que solía estar todo el día con el mayor, ya sea correteando por todos lados o descansando después de terminar agotados por tanto jugar. Entonces recordó todas las veces que le describió a Yoongi como era la casa de sus sueños, la que deseaba tener al crecer, la misma que Yoongi prometió diseñar y construir para él

Miró otra vez la casa, y algo hizo clic en su cerebro. Esa era la casa que tanto soñó tener. Por supuesto, era más grande, más elegante y más bonita de como la imaginó. Pero aún así podía ver en esa enorme construcción todo lo que quería de una casa. Y mucho más de lo que se atrevió a soñar.

Empezó a sentir como las lágrimas tibias salían de sus ojos y se deslizaban por sus mejillas. Sintió sus piernas débiles por lo que se arrodilló en el suelo y se permitió llorar. No entendía lo que pasaba ¿por qué le mostraba esa casa?

Yoongi se acercó rápidamente a él  y limpió sus lágrimas --Por favor no llores -le decía tiernamente a la vez que intentaba secar su rostro de lágrimas, fallando en el intento. --Pensé que mostrarte la casa te haría feliz, no que te haría llorar.

--Es que no entiendo. Yoongi, no comprendo porqué estamos aquí.

--Esta es la casa que te prometí, Jimin. La diseñé y mandé a construir para ti, para mí, para nuestros hijos. Es nuestra casa, bebé.

--Pero no entiendo -el rubio continuaba llorando aún sin saber el motivo -¿En qué momento? ¿por qué no me habías dicho?

--Es una larga historia. ¿Te parece si entramos y te la cuento?

--Me encantaría.

THE PROMISE《YOONMIN》《Mpreg》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora