Fictober 2019 (Saigenos/Genosai)

Sin sentido

Nada.

Sentía la misma nada.

Todos los colores que alguna vez vio tan espléndidamente, ahora eran simples matices grises y blancos.

Su mundo había cambiado, todo en él lo había hecho. Y fue para peor.

Lo que alguna vez le causó emoción, ahora lo encontraba aburrido.

Trataba de darle emoción a su vida yendo a los diferentes descuentos, pero nada de eso lo llenaba.

Ya ni ser el héroe que siempre quiso le daba felicidad como tiempos antaños.

Al volverse así de fuerte ya no encontraba un rival que le diera pelea o le suponiera algún peligro.

¿Qué tiene de bueno ser tan fuerte?¿Esto era lo que en verdad quería?¿Ya no encontrará alguien que sepa darle una buena pelea?¿Todos sus días serán así siempre?¿Ya había llegado a la cima y no tenía cómo avanzar más?

Preguntas y más preguntas aparecían cada vez, sofocándolo, haciendo que se perdiera en su mente sin un pronto retorno.

Si hubiera sabido que entrenar de esa forma lo haría invencible, entonces hubiera bajado la rutina. Si hacía sólo la mitad, tendría la mitad de fuerza, ¿No?

Pero ya era muy tarde, por más que tratara o pensara, no tenía un retorno.

Tendría que seguir viviendo de esta forma que ya no le causaba gracia.

Aceptar su realidad era lo mejor que podía hacer, aunque eso terminara por descomponerlo más de lo que ya estaba.

Y eso era lo difícil, aceptar que ya no volverás a tener las mismas emociones.

Aceptar que te quedaste varado en medio de la nada buscando todo.

Y lo peor era que el mundo parecía haberle dado la espalda.

Si antes pensaba que le iba mal, estaba muy equivocado. Ahora era mucho peor.

Nadie sabía quién era ni lo que hacía. Tampoco es que buscara ser el centro de atención, pero cuando ayudas a las personas en peligro, alguna debe reconocerte por algo, aunque fuera lo más mínimo.

Eso era parte de ser un héroe, ¿No? Que supieran que cuando llegabas, ya no había nada que temer. Que tu eres ese héroe que siempre estará ahí para ayudarlos.

Pero nada. Ni un solo reconocimiento, ni alivio al verte.

Cada vez se hundía más y más en la oscuridad de sus pensamientos. Ya nada podía ser bueno.

Todo sería igual siempre, insulso y sin sentido. Ya no quedaba nada de su yo pasado, ese que quería llegar a lo que era ahora.

Ojalá lo hubiera sabido antes, ojalá no hubiera obtenido todo ese poder, ojalá pudiera devolver el tiempo, ojalá, ojalá, ojalá...

Ojalá alguien se diera cuenta de su presencia. Pero estaba seguro que nadie quisiera sumirse en su mundo tan insípido.

Así siguió un largo rato, sumido en sus pensamientos.

Hasta que oyó que tocaban la puerta, seguido de un "Sensei".

Le pareció extraño, hasta que recordó al chico de hace días.

Se paró y fue directo a abrir la puerta.

Y al abrirla, justo en ese momento, sintió que su vida ya no sería tan gris.

500 palabras

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Hi~ y aquí va el siguiente, disculpen lo sad, pero era necesario, al final fue feliz.

Espero les haya gustado :3

Nos leeremos después~