Enfermedad

497 62 69
                                    

Lo sabía, sabía que ya estaba desquiciado.

Estaba enfermo, y no precisamente de alguna gripe o fiebre, nada de eso, era algo más profundo. Enfermo mentalmente.

Se había vuelto loco por tanto poder y nada que hacer.

Ya había sobrepasado el borde de la locura, ahora se encontraba profundamente en ella.

Que ser un héroe. Que ser el más fuerte. Que tener todo el poder del mundo.

¡JÁ! ¡Nada importaba realmente! No cuando te llevaba a tener pensamientos impuros.

Y menos cuando ya había cometido algunos. Y no se refiere a algo sexual, nada que ver.

El deseo de matar, derramar sangre ajena, destrozar a los imbéciles.

Claro, no podrías entenderlo, entender ese deseo que te lleva a deshacerte de los inútiles en tu camino, ¡¿Cómo podrías entenderlo si no lo has vivido como él?!

Nadie lo entendía. Excepto, claro, al que llaman Demon Cyborg.

Ooh, como tenía bien merecido el título últimamente. Ese pequeño y perdido adolescente que lo seguía a todas partes. Había conseguido un buen aliado, pero obviamente no iba a sentir lo mismo que él, no cuando aún no estaba tan demente.

Aún era muy ingenuo y le faltaba experimentar tanto odio que lo llevara al mismo abismo en que se encontraba.

Héroes. Esos farsantes lo habían llevado hasta donde está. No había remedio con la mayoría, eran unos cobardes cuando se enfrentaban a la realidad.

Aah, como disfrutaba oír sufrir a esos estúpidos que se creían la gran cosa. No eran los mismos cuando veían la diferencia de poder. Y oírlos pedir por sus vidas mientras se meaban encima. ¡No podía evitar reír como desquiciado al verlos! Era todo un espectáculo de entretenimiento que al final siempre acababa con un golpe. Como si en verdad fuera a tener piedad a estas alturas de juego con esas nenas.

Y ahora mismo acababa de llegar con su última presa de hoy.

-Jooo, ¿Pero qué tenemos aquí?- Preguntó, sonriendo siniestramente.

-Es el último que queda hoy, sensei.- Le respondía con su cara seria.

-Vaya, ¿Qué debería hacer contigo? Estoy taaan aburrido~.- Decía, acercándose lentamente a su presa, lo que desesperaba más al hombre.

Tank Top Black Hole sólo podía sudar frío, caminando hacia atrás lentamente. Sentía que sus piernas temblaban tanto por el miedo, que en cualquier momento iba a caerse y ya no tendría escapatoria. ¿Si acaso la tuvo en algún momento?

-¡A-Aléjate de mí, monstruo!- Gritaba con miedo. Podía sentir el aura siniestra emanar del ser frente a él.

-Oh, vamos amigo, solo quiero jugar.- Se acercaba más y más.

Black Hole no pudo más y cayó al piso, totalmente horrorizado. Era su fin.

Saitama llegó hasta él y lo miró directo a los ojos, aún con su sonrisa siniestra.

-Vaya, no eres tan valiente como aquella vez que te atreviste a acusarme de algo que no hice, ¿Ya me pediste perdón?-

-¡L-l-lo si-siento! ¡He cambiado, ya no te acusaré de farsante!- Empezó a temblar más al sentirlo tan cerca.

-¡Genial! Entonces asunto solucionado.- Vio cómo en la cara del hombre había algo de alivio por sus palabras.- JAJAJAJAJAJAJA GENOS, MIRA, EN SERIO SE LO CREYÓ.- Reía como desquiciado.

Genos miraba toda la escena, despreocupado y con cara de importarle nada.

Black Hole quitó su cara de alivio al instante.

-¿D-de qué hablas?- Preguntó, temblando más del miedo.

Saitama dejó de reír de repente, ensombreciendo la mirada.

-Que no hay lugar en el mundo para la mierda como tú.-

Y todo acabó de un puñetazo.

583 palabras

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Holaaa~ Se preguntarán qué pasó aquí eh. Pero no me pregunten, porque no tengo idea. Esta cosa llegó de sorpresa a mi mente y dije ¿Por qué no? Y aquí está.

Nada fluff, ni feliz, ni final lindo, pero algo diferente no hace daño (?) No estoy loca ni nada por el estilo por si se lo preguntan xD bueno, sólo un poco.

Espero que lo hayan disfrutado aunque sea.

Nos leeremos después~

Fictober 2019 (Saigenos/Genosai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora