Quédate

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Genos estaba desesperado ante la situación que se le presentaba, aunque intentaba aparentar la calma de siempre ante su maestro.

La causa principal era este mismo, causándole estragos en su sistema desde hace tiempo ya.

Y es que estaba sintiendo cosas que el como Cyborg se supone no debería poder experimentar.

Se ponía nervioso y sus sistemas se sobrecalentaban cuando su sensei se acercaba de más, se apenaba y se sentía feliz por sus halagos, su Core comenzaba a emitir una especie de ondas como si fuera latidos del corazón al ver que lo miraba fijamente.

Sabía que se había enamorado de este al pasar del tiempo, algo que no le pareció para nada extraño, siendo que su maestro era el hombre más espectacular del mundo, no había razones para no estarlo.

El problema es que está totalmente seguro de que este no siente nada igual hacia su persona, o al menos eso ha comprobado los últimos días.

Sus acercamientos son para quitarle alguna cosa que tenga, viendo en su mirada que son totalmente desinteresados, sus halagos eran por meter conversación y decir la verdad de paso, y sus miradas fijas estaban colmadas de extrañeza al verlo hacer algo fuera de lo normal.

Nada en él indicaba tener algún indicio de amor hacia el. Sus escáners no dejaban pasar nada.

Es por eso que ahora se encontraba con su equipaje a la espalda y una nota dejada en la mesa donde han pasado tantas comidas juntos, yendo en dirección a la puerta para marcharse sin dejar rastro.

Lo que menos quería era estorbar a su sensei con cosas tan estúpidas como lo era el enamorarse.

Tan metido estuvo en sus pensamientos en ese momento, que ya fue tarde cuando notó que el mismo de quien huía ya se encontraba entrando a su apartamento.

Saitama se lo quedó mirando con extrañeza al verlo ahí parado con la misma mochila que había llegado la primera vez a su apartamento.

-Oi Genos, ¿Qué significa esto?- Preguntó señalando su mochila.

-No es nada sensei, solo... iré a cambiar refacciones con el Dr. Kuseno.- Respondió mordiéndose el labio inferior por los nervios y mirando disimuladamente hacia la mesa con la nota.

Saitama notó esto y miró hacia su misma dirección, notando el papel sobre la mesa.

Genos aprovechó la distracción para empezar a correr hacia la puerta. Con lo que no contaba es que su sensei sería tan rápido como para detenerlo antes de llegar a su objetivo.

Envolvió su brazo alrededor de su cintura y lo llevó hacia la mesita, tomando la nota que había en ella y empezando a leerla.

-Con que a cambiar refacciones, eh.- Dijo en un tono bajo.

Genos solo podía estar nervioso por la situación.

-Dime Genos, ¿Por qué te ibas realmente?- Preguntó soltándolo y mirándolo duramente.

-Bueno...yo...-

-¿Qué? ¿Acaso no te gusta mi compañía? ¿Estás harto de mi? ¡Responde!- Vociferó con un tono de angustia, reflejando tristeza en su cara.

-No, no, ¡No! ¡Es que ya no puedo soportar estos sentimientos tan intensos que han nacido en mi interior!. No quiero molestar a sensei con esto.- Terminó susurrando con voz quebrada.

Saitama atinó a reírse un poco, provocando que Genos lo mirara con confusión. Fue sorprendido al sentir unos labios sobre los suyos.

-Tonto, como si no fuera a corresponderte.- Dijo separándose del beso.

-Pero... pero sensei nunca lo demostró...- Dijo bajito.

-No quería alejarte si cometía alguna imprudencia Genos, por eso me mostraba de esa forma.- Despeinó un poco el cabello contrario y pegó sus frentes.- Nunca vuelvas a hacer esas cosas sin preguntarme.- Dijo mirándolo fijamente.

-Si, sensei.- Respondió acortando sus distancias.

607 palabras

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Espero lo hayan disfrutado, ya casi estamos al final de este libro :(

Pero no acabará aquí, más cosas vendrán y otras están en proceso, así que uno menos no es nada uwu

Nos leeremos después~

Fictober 2019 (Saigenos/Genosai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora