Golpe de suerte

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Después de darme una ducha me siento más relajada, ha sido complicado porque tenia que bañarme sin que me entrara agua en las heridas o los vendajes. Salgo con una toalla enrrollada y cojo mi ropa, algo simple y básico para estar por casa.

Oigo fuera en la cocina sonidos de platos, por el olor Jack debe estar cocinando algo, me ruge el estómago nada más pensarlo. No dejo de darle vueltas a todo lo que ha pasado, me miro al espejo y me doy cuenta de que tengo cara de zombie.

Busco en una de las bolsas que Jack me trajo de la residencia y doy gracias al cielo porque se le ocurrio coger mi neceser del escritorio. Me pongo un poco de antiojeras y máscara de pestañas y salgo de la habitación.

Llego a la cocina y veo a Jack fregando una sárten, en la mesa hay dos platos así que me siento y los observo, ha cocinado pasta.

— No hacía falta que cocinaras, podiamos haber pedido algo y ya está — Jack se gira y me sonrié.

— No me importa cocinar, es más, me gusta. Come, necesitas fuerzas.

— Gracias por todo — hago una pausa y me quedo pensando en si soltarle esto — oye ¿Por qué cogiste todas mis cosas por la noche?

Jack levanta la cabeza del plato y me mira como si acabara de decir la mayor estupidez de la historia.

— Perdona si te ha sentado mal pero... entré en pánico. Solo podía pensar en sacarte de allí y en que no queria que te hicieran mas daño, así que cogí todo lo que pude y lo traje a mi apartamento.

— Pero no sabías si te iba a decir que si.

— Lo sé, pero confiaba en que lo hicieras, si no hubieras querido habría llevado todo de vuelta a la residencia, o adonde prefirieras. Solo quería que estuvieras a salvo.

— Perdona, parezco una loca, todo esto me ha vuelto paranoica ¿Sabéis algo más del caso? Lo que sea.

— No queria decirtelo todavía pero las cámaras de seguridad prueban que Sam y Alexis estaban en la residencia, sus coches estaban en el aparcamiento.Hay restos de pelo en el piso de la residencia y los están analizando. Con un poco de suerte podremos constrastarlos y probar que eran suyos. Está mañana han cogido muestras de todas las personas que puedan tener contacto contigo, hombres y mujeres. Es mejor ir descartando.

— No estoy segura de que fuera Sam, lo conozco, sé como es y el hombre que me atacó era mucho más corpulento créeme.

— No puedes fiarte del todo de tus percepciones de esa noche, estabas en shock y tenias a alguien encima tuyo queriendo acuchillarte. Es muy complicado no confundirse en circunstancias así, no sería la primera vez que veo algo similar.

— Quizás tiene razón — sigo comiendo de mi plato en silencio, tengo más dudas y preguntas pero no quiero seguir agobiandolo. Continuamos comiendo y hablando de banalidades hasta que su teléfono móvil comienza a sonar, me da tiempo  a ver en la pantalla del nombre de su compañera Ana. Lo coge y sale de la cocina para que no escuche la conversación, a los minutos vuelve a entrar.

—¿Va todo bien?

— Han encontrado unos archivos en el ordenador de Sam.

— ¿Archivos de qué? — lo miro preocupada.

— Cientos de fotos tuyas, las de la página, listas para imprimir o ser subidas a cualquier servidor. Además te estaba rastreando el móvil.

Me quedo en shock, ni siquiera sabia que tenian acceso a su ordenador. Me siento en el sofá y empiezo a llorar. No tiene lógica ¿Por qué haría algo así?Teniamos nuestros más y menos pero jamas ha pasado nada que diera pie a esto. De repente me acuerdo de Alexis.

— ¿Y alexis qué? — Jack se sienta a mi lado y me rodea con un brazo.

—Aún no sabemos nada de ella pero no debes tener contacto con ella bajo ningún concepto ¿De acuerdo? — Asiento con la cabeza, parte de mi aún desea poder llamarla y contarle todo y recibir su apoyo como siempre hemos hecho la una con la otra. Siento el vacío de la soledad rodeandome, las personas en las que más confiaba me han traicionado de la peor manera posible, y sin razón.

—¿Qué pasará ahora con él? — miro a Jack con los ojos llenos de lágrimas.

— De momento se lo han llevado a comisaría a interrogarlo. No le des más vueltas, todo saldrá bien— Lo miro a los ojos y antes de darme cuenta nos estamos besando con pasión en el sofá, ahora mismo no me importa que él sea quien es, solo quiero evadirme de todo.

Me levanta con fuerza y nos dirijimos a su dormitorio y aterrizamos en la cama mientras nos desnudamos el uno al otro.

Me desperezo debajo de su brazo, debemos llevar más de una hora dormidos. Me levanto y busco algo con lo que taparme y me escabullo al baño. Me doy una ducha corta y rápida y recuerdo que tengo la ropa limpia fuera.

Salgo sin hacer ruido y rebusco entre el armario algo que ponerme.

—Podría acostumbrarme a verte así solo con una toalla — Jack rompe el silencio.

—Dios, casi me matas del susto — Le sonrió aún con el susto en el cuerpo, me quito la toalla y me pongo la ropa bajo su atenta mirada. Abre los brazos para que vaya con él, me acerco a la cama y me pongo encima de él mientras nos abrazamos.

—No quiero irme a trabajar pero tengo que hacerlo — pongo cara de pena pero dejo que se vaya. Se ducha, y se pone el uniforme y me hace prometerle que no voy a salir de la casa al menos por hoy hasta que todo esté más claro.

Se que estoy complicándolo todo teniendo algo con él pero no he podido evitarlo , y tampoco he querido.
No sé exactamente que somos o que podremos llegar a ser pero no quiero pensar en ello por ahora.

Me pongo a ver la tele distraída durante una hora hasta que acabo harta. Me levanto y me pongo a vagar por el apartamento.

Una de las habitaciones es una especie de oficina y veo que hay un ordenador enorme en el escritorio. De golpe recuerdo que llevo días sin entrar en mi email y tengo varias notas de trabajos pendientes.

Me acerco al ordenador y lo enciendo, de repente me siento culpable pero tampoco creo que le moleste que lo use para algo académico. Cuando la pantalla entra al inicio veo que tiene contraseña.

No sé qué estaba pensando , es policía, claro que su ordenador tiene contraseña.

Pruebo con cosas básicas pero son demasiado simples me planteo llamarle o mandarle un mensaje pero no quiero molestarlo mientras trabaja. Me viene a la cabeza el recuerdo de mi padre guardando sus contraseñas en un bloc de notas.

Abro los cajones del escritorio y busco algo parecido, voy sacando cosas hasta que doy con un manojo de llaves. Lo cojo y lo observo, parecen llaves perfectamente normales hasta que llego a una de color dorada y más pequeña. Es una llave llamativa e incluso diría que parece antigua.

Las dejó sobre la mesa y agarro un pequeño bloc de notas pero no hay nada escrito en él. Me levanto frustrada y me tropiezo con la silla del escritorio, me agarro a lo primero que puedo pero me llevo conmigo un par de libros que caen de la estantería que tenía detrás.

Los recojo del suelo y estoy apunto de colocarlos donde estaban cuando de repente veo algo en la pared que me llama la atención. Detrás de la estantería hay una especie de caja fuerte metálica.

Dejo los libros en su sitio y me vuelvo a sentar, no es nada extraño que tenga una caja fuerte, seguramente tendrá guardado ahí placas, documentos etc. Miro al suelo y veo un trozo de papel en él, ha debido caerse de uno de los libros.

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Me quedo mirando la secuencia escrita y decido meterla en el ordenador y para mi sorpresa funciona. El escritorio del ordenador está plagado de carpetas con candado , intuyo que tendrán contraseña. Voy a lo mío y reviso mi email, estoy a punto de apagar el ordenador cuando veo que hay una carpeta que se llama: Claire.

No puedo evitarlo y pincho en ella.

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