Juegos secretos

¿Por qué a mi?

—Por favor, dime que está pasando — miro suplicante a Jack, la mirada que me devuelve no me tranquiliza.

—Como te dije el equipo técnico está trabajando en cerrar la página, está costando mucho, el que lo hizo sabía lo que hacía pero... han localizado la ubicación del IP del ordenador desde donde se creó y proviene del campus.

Frunzo el ceño, así de primeras no me parece una noticia tan horrible, ya sospechaba que alguien de la universidad habría hecho esto. Jack me mira esperando que reaccione.

—Claire, para mí está empezando a ser obvio que ha tenido que ser tu ex o tu amiga.

—¿Qué? No, no han podido ser ellos.

—No sé qué razones podría tener Alexis quizás celos no lo sé, pero Sam es más probable, ademas me dijiste que te engañó ¿verdad? A saber durante cuánto tiempo lleva haciéndolo. No puedes fiarte de ellos.

¿Jack podría tener razón? No sé que pensar, no quiero dudar de ellos pero está llegando un punto que mi mente echa humo.

—Quizás deberías mudarte Claire — Jack rompe el silencio y lo miro fijamente de golpe.

—¿Mudarme a dónde? Aquí estoy bien y cerca de la universidad.

—Claire tranquila, conozco pisos cerca de aquí podría ayudarte a conseguir alguno. No me quedo tranquilo dejándote aquí — Se acerca a mí y me pone las manos en los brazos apretándome sutilmente — no te puedo asegurar que estés a salvo aquí.

—Estás consiguiendo asustarme.

—No lo estés, sabes que jamás dejaría que te pasara algo. Puedo empezar a buscarte piso, simplemente di que si.

Asiento con la cabeza, no estoy muy segura de querer mudarme pero que hasta la policía esté preocupada por mí no es nada tranquilizador.

Me despido de Jack y vuelvo a mi habitación, mientras voy caminando tengo la obsesión de que todo el mundo me observa, un chico corre hacia a mí y de forma instintiva me aparto de su camino bruscamente. Luego me doy cuenta de que simplemente estaba jugando con un amigo y ni siquiera me habían visto. Tengo que tranquilizarme.

Me siento más sola que nunca, no tengo nadie con quien hablar, tengo muchísimas ganas de llamar a Alexis pero el aviso de Jack me frena. Después de pensarlo mucho descarto esos pensamientos y la llamo para que venga. A la media hora la tengo en mi puerta.

— ¿Estás bien? Otra vez tienes mala cara —Alexis me abraza y me agarro a ella más tiempo de lo normal.

— No sé ni cómo estoy — Nos sentamos en mi cama y le cuento todo, duramente un momento dudo si contarle las sospechas de Jack, pero decido ser valiente y ser honesta. Alexis se levanta visiblemente enfadada y da vueltas por la habitación.

— No me puedo creer que pienses algo así de mi, soy tu mejor amiga, si quisiera hacerte daño sabes que yo siempre voy de frente, y no por la espalda.

— Lo siento de verdad, pero son sus sopechas no las mias, te lo juro.

— ¿Segura? ¿No sé te cruzó nunca por la mente que pudiera ser yo? Dime la verdad.

— Fue algo fugaz, pero tienes que entenderme, estoy muy agobiada, lo siento — Intento acercarme a ella pero se aleja de mi.

— ¿Sabes qué? Deberias vigilar a tu ex y no a mi — La miro perpleja por el tono que ha usado, como queriendo dar a entender algo.

— ¿Qué queires decir con eso?

— Te ha engañado ¿No? Eso ya lo dice todo, además no queria contartelo pero una vez tonteó conmigo cuando estabais juntos.

—¿Y se puede saber por qué nunca me lo contaste? — Ahora la que estaba enfadada era yo, no me puedo creer que me haya ocultado algo así.

— Fue al principio de que empezarais, me lo encontré en una fiesta, no te dije nada porque estaba borracho y no le di más importancia, intentó bailar conmigo pero le dije que no.

Cerré los ojos con fuerza, siento el dolor de la traición, y de todas las mentiras. Ahora me siento mucho más sola que antes y ni siquiera sé si puedo creer en nada de lo que me digan .

— Creo que deberias irte Alexis.

Tras irse decido que no puedo estar más encerrada aquí, cojo el coche y empiezo a conducir sin rumbo por más de una hora. Las lágrimas se escapan de mis ojos. No sé que me duele más, si todo el desastre que hay ahora en mi vida o el saber que no puedo confiar en nadie. Paro el coche en un árcen y me dejo llevar por la tristeza, debo dejar que salga o me consumirá.

Me planteó llamar a mi madre pero no quiero preocuparla, ya bastante tienen mis padres con sus cosas como para llenarles yo de problemas, para ellos soy la hija idílica que tiene una vida perfecta y está estudiando la carrera de sus sueños.

Estoy a punto de llamar a Jack cuando un movimiento llama mi atención. Levanto la vista y veo a un hombre y una mujer a lo lejos, parecen estar hablando muy agitados. Me fijo en la chaqueta de cuero rojo vino de la mujer, es Alexis, y si mis ojos no fallan el que está con ella es Sam.

Si me muevo de aquí me veran, ahora mismo solo me oculta la sombra de un árbol que hay al lado del coche. ¿Es posible que estén hablando de mi? ¿Qué estén planeando algo? Me doy cuenta de lo paranoica que sueno pero debo enseñarle esto a alguien. Saco mi móvil y grabo todo lo que puedo, no sé si servirá de algo pero al menos podré enseñarselo a Jack.

Alexis y Sam se alejan, se dan un abrazo y se van cada uno por diferentes caminos, busco en la agenda el número de Jack y le cuento todo.

— Ahora te paso la ubicación de mi apartamento, te espero aqui — Jack me cuelga, pongo la dirección en el gps y conduzco hasta él. Parte de mi está nerviosa por ir a su casa pero sé que puedo fiarme de él.

Llego a un grupo de edificios y me dirigo al suyo, subo en el ascensor hasta su piso, está casi en la planta más alta, la 9ª. Toco a su puerta y inmediatamente me abre, va vestido de forma super casual con un chandal y una camisa de asillas.

Cuando entro lo primero que me llama la atención es lo amplio que es el salón y una pantalla de televisión enorme, Jack se acerca y apaga la televisión que estaba puesta en el canal de las noticias.

—¿Entonces los vistes juntos? — le enseño el vídeo de mi móvil y le cuento nuestra conversación, me mira todo el rato con rostro preocupado.

— Sé que no te gustará oírlo pero tenemos que pensar en la posibilidad de que esten juntos en esto.

Lo miro desolada, ya se me habia ocurrido esa posibilidad pero oírla de él me duele todavía más, me acerco a él y me abraza. No sé porqué pero me siento protegida aquí, como si nada malo pudiera pasarme. Nos separamos un poco y me quedó mirandolo, no sé muy bien que me impulsa a hacerlo pero lo beso suavemente en los labios. Puedo notar que no sé lo esperaba pero ahora mismo no me importa nada, solo quiero olvidar.

Y con él es muy sencillo olvidarse de todo.