°|CAPITULO 2|°

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"Nadie es profeta en su tierra"

Ya han pasado alrededor de 3 meses, tiempo suficiente para que ______ aprendiera a resistir un poco la respiración de concentración total por medio día. Ya era de mañana y el invierno estaba en las ultimas llegando su fin.

El sol salió lentamente por las montañas derritiendo la nieve que había en las ramas de los arboles y en partes formaban bellas gotas de agua cristalina al derretirse.

______ estaba subiendo las escaleras de la montaña para llegar a la casa de su maestro, por la mañana fue enviada por su maestro al pueblo por unos materiales que el necesitaba. Eran pocas las ocasiones en las que iba al pueblo, no es un dato muy importante ya que muy pocas personas la conocían o al menos la notaban, algunos le llegaban a preguntar que si era alguna viajera que estaba de paso y ella respondía con un simple no siguiendo su camino. Tal vez parezca ser una chica callada y malhumorada, pero habían ocasiones en las que le daba miedo hablar con la gente, pues con las únicas personas con las que convivía era su familia y ahora su maestro.

Después de un rato llego al final de los escalones viendo un hermoso paisaje con el templo iluminado por los rayos del sol derritiendo la nieve que habían en sus horillas mientras reflejaban pequeños brillos y en su entrada estaba su maestro sentado mientras que concentrado afilaba su espada.

— ¡Kino-sensei! ¡Buenos días! —dijo la chica con una cálida sonrisa en el rostro y dirigiéndose a su maestro—. He traído todo lo que me pidió del pueblo.

— Muy bien, Gracias ______ —respondió y se levanto guardando su espada en su funda, una vez hecho eso se dirigió a la puerta de su hogar para abrirla y dirigir la vista hacia su estudiante—. Necesito hablar contigo, entra— dicho eso se adentro dejando la puerta abierta a su espalda.

— ¡Si! —siguió a su maestro, al entrar cerro la puerta y coloco las cosas en uno de sus muebles que había en el lugar.

— ______ ven aquí —ordeno el mayor entrando al dojo, en este solo se encontraba un mueble que contaba con un solo cajón, una flor blanca  sobre el en un florero la cual era la única que adornaba el lugar, en medio habían dos cojines para sentarse y era muy poco iluminada por el sol—. Siéntate —ordeno señalándole el cojín en medio del dojo.

Ella solo asintió y obedeció tomando asiento de rodillas y colocando sus manos sobre sus piernas, el silencio invadió la habitación solo se escuchaban los pequeños movimientos de su maestro al abrir y cerrar el cajón del mueble. Este dio la vuelta dejando ver una muda de ropa bien doblada, un haori de color azul cielo y un traje negro, se sentó enfrente de ella dándole la ropa y ______ la recibió sorprendida.

— Esta será la ropa que utilizaras para la prueba final, recuerda que todo esto lo haces por ti, para vengar a tu familia, hacer un mundo sin sufrir, sin tener miedo a los demonios, todo eso se volverá tu objetivo para triunfar.

— ¡Si maestro! —respondió firme y guardo silencio, su maestro mostro una sonrisa amable y le dio la señal de que podía ver lo que le había obsequiado, ella sonrió de la misma forma y levanto el haori y no dudo en probárselo descubriendo un medallón—. ¿Qué es esto Kino-sensei? —dijo levantando el medallón con cuidado.

— Es un medallón de protección quiero que lo lleves contigo durante la prueba, igual quiero que lleves esto —dijo quitando el seguro de su espada que sostenía en su cintura.

— ¿Eh? ¡S-S-Su Espada! ¡Pero eso ya seria demasiado! Ha hecho mucho por mi como para darme ahora su arma.

— Pero quiero que la lleves solo para esta prueba, bien sabes que a los demonios no los matas con cualquier arma —movió el seguro de la espada para sacarla, esta relució con un rayo de sol filtrado por el tejado del mango hasta el fin del filo, era un bello color azul rey.

— Entiendo —su maestro lo volvió a guardar la espada y se la dio.

— Solo que si la rompes, será mejor que ni regreses —dijo con una sonrisa y a la vez un aura oscura lo rodeaba eso sin duda alguna daba miedo—. Cámbiate hoy mismo iras a la prueba —este se levantó y salió de la habitación cerrando la puerta tras el.

La chica se levanto y comenzó a quitarse la ropa que tenia puesta para ponerse la que la había dado su maestro.

[...]

Su maestro estaba en la entrada sentado viendo como las orillas del templo congeladas se derretían volviéndose agua. La puerta se abrió dejando ver a ______ vestida y con el cabello sujeto con una peineta dorada.

— Kino-sensei me voy —dijo la chica con una cálida sonrisa cubriendo su espada dentro del haori.

— Bien — el hombre se levanto de donde estaba sentado para ver de frente a su alumna, estaba feliz por ella pero nervioso por ver si su entrenamiento abra sido suficiente para ella—. Regresa con bien —dijo colocando su enorme mano en la cabeza de la chica arreglando su cabello un poco—. Quiero estar orgulloso de mi única alumna.

- ¡Si! Volveré triunfadora —esta comenzó a correr a los escalones—. Volveré y usted estará orgulloso de mi y no tendrá que apalearme mas —esta le enseño la lengua y comenzó a bajar corriendo los escalones con una sonrisa meneando su mano en forma de despedida.

A su maestro le botó una vena en la frente de enojo pero su sonrisa satisfactoria no tardo en salir.

— Eso espero ______.

[...]

______ seguía caminando en rumbo al monte Fujikasane donde seria la selección final.

- ¿Estará muy lejos? Llevo caminando mucho tiempo y no veo nada- siguió caminando hasta llegar a unos escalones—. Supongo que esta es la entrada, pues vamos —comenzó a subir las escaleras, parecían no tener fin pero siguió subiendo, en el transcurso pudo ver como otros jóvenes iban subiendo, hasta que llego al final. Todo el lugar estaba lleno de glicinias era realmente impresionante, daba una bella y encantadora vista.

— Aun que sea la primera vez que veo glicinias son realmente hermosas, tal y como dijo Kino-sensei tenia razón —la chica siguió avanzando hasta llegar a un área en donde habían varias personas esperando a las indicaciones, ella solo estaba en medio sin cruzar mirada con nadie — Me siento incomoda —siguió esperando hasta que aparecieron dos niñas con linternas.

— Muchas gracias por acudir a la selección final de asesinos de demonios —hablaron dos niños al mismo tiempo en perfecta combinación lo que provoco un escalofrió en la chica —El monte Fujikasane hay encerrados demonios que se capturaron con vida, pero no pueden salir al exterior, por que media montaña, desde el pie esta cubierta de glicinias de flor todo el año, odiadas por demonios. No obstante a partir de este punto dejan de haberlas, los demonios están ahí. Sobrevivir siete días en esa zona es la condición para superar la selección final. Les deseamos suerte —finalizaron con una reverencia.

Todos comenzaron a entrar al bosque y ______ no seria la excepción, pero antes de entrar inicio la respiración de concentración total.

- Espere kino-sensei volveré triunfadora y acabaré con todos los demonios esa es mi razón, mi objetivo, hasta que encuentre el verdadero.


Esperen el próximo capitulo

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Corazon de hielo |[Zenitsu Y Tu]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora