Mi vida en el infierno.

Capítulo 4

Me separo de él lentamente pero seguimos estando muy cerca el uno del otro.

Las ganas me pueden y me pongo encima de el, empiezo a darle suaves besos sobre sus labios y empiezo a hacer un recorrido de su boca bajando por su cuello.

-Dios -dice Manuel mordiendose el labio-

-Me acabas de matar -espeto- cada vez que te muerdes el labio se me cae la baba -digo con total sinceridad-

El sonrie y en un abrir y cerrar de ojos hacemos la croqueta y el ahora esta encima mía.

No se que se me pasa por la cabeza pero me voy a dejar llevar por la locura.

Agarro el comienzo de su camiseta para pocos segundos después subirse la para quitarsela.

Mi mirada se queda fija en una única cosa.

Su cuerpo.

Tiene unos pectorales y abdominales marcados.

El hace lo mismo y me quita la camiseta haciendo que me quede en sujetador.

-No vales para nada, solo has sido mi punto de entretenimiento, como un clinex de usar y tirar... -me coje del pelo haciendo que gima de dolor-

-¡Para por favor! -digo poniendo mi pie sobre su pecho echandolo hacia atras-

Me levanto de la cama y me siento en la silla del escritorio, agachó mi cabeza, tapo mi cara con mis manos y empiezo a llorar en llanto.

-¿Me das un abrazo? -dice Manuel dudoso-

Me levanto de la silla y lo abrazo muy fuerte al igual que el a mi.

No me quiero separar nunca, la verdad es que los abrazos así me encantan y más si son de el.

-Mi niña, no voy a hacer nada que tu no quieras. Te voy a respetar siempre. -dice el dándome un beso en la cabeza- que te quede claro -y dándome su camiseta para que me la ponga ya que estoy en sujetador-

-Gracias -digo con la voz un poco afonica de aver estado llorando tanto-

Una vez me calmo un poco, me siento en la cama como los indios y el hace lo mismo.

-Te cuento... Hace casi 2 años estuve con un gitano. Empezamos de tonteo y tal, de lío y luego saliendo. Al poco tiempo de empezar a salir el me pegaba y me tenía amenazada de muerte si contaba algo a alguien. Un día le conté a Ari lo que me estaba pasando y ella decidió hablar con él. Todo esto fue en clase. Yo le supliqué que no lo hiciera pero ella no podía callarse una cosa así. Después de que hablara con el yo estuve llorando un montón y decidí ir al baño a lavarme la cara. Cuando Levante la mirada el me cogió del pelo y me estampó contra el cristal que había encima del lavabo haciendo que cayese inconsciente. Estuve así 2 días y cuando me desperté estaba en este cuarto. -me mira confundido- si, estaba aquí en casa de Ari. Si no es por ella yo incluso estaría muerta ahora mismo. Mis padres a día de hoy no saben nada y como tonta que fui no denuncie... Ari me estuvo cubriendo esos 2 días.

-¡QUE HIJO DE LA GRAN PUTA! ¿¡Como es capaz de hacerle eso a una mujer!? -dice este cogiéndose de los pelos-

Me acerco a el lo cojo de ambos lados de la cara y lo acerco a mi.

-Estoy bien ¿si? Viva, sana y salva. Todo eso ya pasó. Si es verdad que sigo recordando aveces cuando me pegaba como me a pasado antes. Por un momento pensaba que me ibas a pegar igual que a el. Desde que tuve la relación con el no e vuelto a tener ninguna por miedo a que me hagan daño o algo...

-Te lo juro que en mi vida le pondría una mano encima a una mujer, antes me echo una soga al cuello. -dice Manuel-

Acaricio con la yema de mis dedos su mejilla haciendo que el agache la mirada.

-Te sigo contando, como ya sabes, hace poco murió mi padre -digo empezando a derramar algunas lagrimas- era la persona que más quería en este mundo. La persona que me crió de pequeña porque la verdad es que mi madre me parió pero se pasaba los días fuera de casa trabajando. La única persona en este mundo con la que me sentía especial. Hasta que llegó su día. Maldito cáncer -digo otra vez empezando a llorar-

Manuel me vuelve a abrazar fuertemente.

-Estaré contigo pase lo que pase, te lo prometo. Conmigo puedes contar para todo  -dice susurrandome en el odio haciendo que se me ponga la piel de gallina a lo que el se da cuenta de este acto-

-Gracias enserio... Te sigo contando. Un mes después de que ni padre muriera el chip de mi madre cambió completamente y empezó a hacerme de sufrir, a pegarme por cualquier tontería y a hundirme más de lo que estaba... -termino de contarle-

El tiene la cabeza agachada. Poco a poco la va levantando hasta que consigo ver su rostro...

Continuara...