Mi vida en el infierno.

Capitulo 13

La cojo de los pelos y la estampó contra la pared haciendo que caiga desplomada al suelo y en el suelo comienzo a pegarle puñetazos hasta que siento como dos manos rodean mi cintura cogiéndome y llevándome fuera de ese lugar.

-¿Te has vuelto loca? -dice Alex- Tu que quieres, ¿qué te echen del campamento?

-¿Loca de que? No va a venir a mi una tía que no conozco de nada y me va a empujar para llamarme cornuda en toda mi cara ¿sabes? -digo enfadada-

-¿Como que cornuda? -dice el-

Miro hacia atrás y veo a la chica salir con Ari, con Manuel y con otro chico.

-Ya me cuadra todo -espeto- Y eso que no estaba ni saliendo con tu hermano.

Al instante sale por la puerta del restaurante un monitor.

-Tania -dice acercándose a mi- ¿Que ha pasado dentro?

-Pues que avenido esa chica cuando yo no la conozco de nada y me a empujado. Se me a caído el plato y me e dado la vuelta y me a dicho una cosa que me dolía mucho y que me a sentado muy mal y pues nos hemos peleado -finalizo-

-No te vamos a echar del campamento porque no podemos y menos los monitores -dice el- pero al mínimo problema llamaré al director del instituto y tendré el permiso para poder echarte.

-Gracias -le digo-

-Alex por favor acompañame al baño.

El asiente con la cabeza y nos dirigimos hasta el baño.

Una vez allí me miro en el espejo y tengo mi mejilla un poco hinchada del puñetazo que me dio la tía esa.

-Menuda hija de la gran puta -digo con rabia-

-Por favor -Alex me coge de las manos- no te metas en más líos. No quiero quedarme solo en el campamento.

Suspiro rendida.

-Esta bien -digo-

Volvemos al restaurante y nos sentamos a cenar.

-Me encantan las patatas fritas -digo mordiendome el labio inferior-

-Hey chicos -dice una voz detrás mia- ¿que a pasado antes?

-No tengo ganas de recordar -digo pinchando ensalada con el tenedor-

-Bueno, luego me cuentas si quieres -dice Alba sentándose al lado de Alex-

Acabamos de cenar y vamos a nuestra habitación.

-Chicos -dice Alba- ¿Os venis ahora a mi habitación que e invitado a más chicos y chicas y jugamos a algún juego con el alcohol hasta que sea más tarde y vayamos a la disco?

-Por mi si -dice Alex-

Voy hacia mi armario y cojo mi botella de beffeater rosa.

-Obviamente que si -digo yo sonriendo picara-

-Vamos entonces, esta Marta alli. Mi compañera de habitación y seguro que habrá bastante gente -dice Alba-

Nos encaminamos a la habitacion de Alba y una vez llegamos a la puerta, esta entre abierta y decido abrirla.

Dios aquí hay mucha gente.

Están todos en círculo sentados en el suelo y en medio hay una botella.

Me adentró a la habitación y veo a Ari, a Manuel y a su perro faldero, con la chica que me e peleado antes.

Que bien, a las personas que menos quería ver en estos momentos y que por cojones me tengo que tragar.

Nos hacen un sitio y yo me siento enfrente de ellos.

Me gusta joder.

Así que voy a joderles un rato.

A mi lado esta Alba y al lado de ella esta Alex.

La verdad es que hay chicos y chicas muy guapos.

-Aver os explico, jugamos a la botella. El típico juego de que alguien gira la botella y quien el toque le tiene que dar un besazo al próximo que le toque al girar también la botella. Da igual si son chica y chica o chico y chico y si no quieres darle un beso al chico o chica que te haya tocado, bebes un chupito de la botella de jagger que hay enfrente tuya. -dice un chico-

Asiento con la cabeza al igual que Alex.

El chico gira la botella y le toca a Ari. Ari la gira y le toca a una chica muy mona rubia con ojos verdes.

-Lo siento, soy heterosexual. -dice Ari cogiendo la botella y bebiendo se un chupito de esta-

La otra chica bebé un chupito también.

Y así seguimos con varias rondas hasta que un chico gira la botella y le toca a Manuel. La vuelve a girar y le toca con Ari.

Los dos optan por darse un pico.

Giran la botella otra vez y me toca a mi, la vuelvo a girar yo y me toca con Alex.

Oh dios mío, os vais a cagar.

Miro a Alex y me acerco a el.

-Sigueme el rollo -le susurró al odio discretamente- si ellos quieren guerra pues la van a tener.

Beso a Alex y el me lo sigue.

Nos besamos salvajemente. Su lengua choca entre mis dientes y le dejo paso.

Miro por el rabillo del ojo a Ari y a Manuel y aunque parezca que no, por dentro están rabiosos.

Me separo lentamente de él y le miro a los ojos.

Continuara...