Mi vida en el infierno.

Capitulo 6

-¿Que haces tu aquí? -Espeto demasiado asombrada-

-Hija, me llamo llorando pidiéndome que le dieses otra oportunidad y que se arrepentía de todo lo que te había echo.  -dice mi madre-

-Por favor déjame hablar contigo -dice Ángel, con el que me paso todo eso. Bueno ya sabéis lo que le conté a Manuel-

-Vete ahora mismo de mi casa -digo señalando a la puerta- y yo no se como tienes la poca vergüenza de traer a este ser después de todo el daño que me causó-le digo a mi madre-

-Hija, por favor siéntate y déjale hablar-

Suspiro rendida y me dirijo al salón para después sentarme en el sofá.

Estos vienen y mi madre se sienta en una esquina del sofá y Ángel al lado mío.

-Al grano -le espetó borde a este-

-Por favor perdóname por todo lo que te hice y el daño que te cause. Fui un gilipollas que no me di cuenta de lo que tenía hasta que lo perdí por imbecil. Ponte en mi lugar, todos somos personas y cometemos errores y merecemos segundas oportunidades en esta vida -dice Angel- Por favor te pido una segunda oportunidad.

-¿¡Perdón!? ¿Que quieres una segunda oportunidad? Pues no te la voy a dar. ¿Tu sabes el daño que me causaste? Pero tanto físico como psicológico -digo con un nudo en la garganta- e estado llorando por ti todas las noches porque cuando te daba la gana me humillabas cuando estabas delante de tu primo y cuando estábamos solos me decías cosas bonitas. Y si, es verdad que las personas merecemos segundas oportunidades y cometemos errores -digo ya llorando- pero tu no te la mereces porque todo lo que me hiciste no se puede perdonar. Haberlo pensado antes de hacer todo lo que hiciste. Ahora la rabia te comerá por dentro porque sabes que no te voy a perdonar.

Cojo mi móvil y las llaves y salgo por la puerta dando un portazo.

Empiezo a llorar más todavía. No puedo soportar todo esto. Si es verdad que después de la lluvia viene el arcoíris pero en este caso yo veo siempre tormenta y nunca nada bonito ni ningún arcoíris.

Ando sin rumbo alguno mientras sigo en mis pensamientos.

Cojo mi teléfono y marco el número de Manuel.

Un toque, dos toques, tres toques...

-Dime mi niña -contesta Manuel-

-¿Puedes quedar ahora? -digo con la voz ronca-

-Si claro, ¿qué te pasa? -dice este preocupado-

-Ahora te lo cuento, ven ahora al parque de detrás de mi casa -le espeto-

-Vale mi niña -me dice-

Le cuelgo y me siento en un banco.

Me sumerjo en mis pensamientos y estoy un rato sumergida hasta que un trueno se refleja en el cielo.

Oh, creo que va a llover.

Efectivamente, al momento empiezan a caer un montón de gotas y cada vez más.

Cojo mi movil y marco el número de Manuel.

Un pitido, dos, tres, cuatro, cinco...

Me Salta el contestador. Marco su número otra vez.

-¿Donde estas? -me dice el-

-en un banco del parque al principio, esta empezando a llover más-le digo

-Lo sé, vente a mi casa conmigo si quieres que estoy solo voy a recogerte y nos vamos -dice-

-Vale

-Ya estoy llegando enseguida me vas a ver -me dice Manuel-

-Si creo que ya te veo -le digo a este-

-Si, yo creo que a ti también -me dice-

Me acerco corriendo a el y le abrazo muy fuerte, hasta que las lágrimas empiezan a salir cada vez más y más de mis ojos y ya exploto en llanto y a llorar contra su pecho.

El me da un beso en la frente.

-Vamonos corre y ahora me cuentas que te pasa -me dice-

Asiento con la cabeza y empezamos a andar rápido agarrados de la mano.

Una vez llegamos abre la puerta y corriendo entramos.

Continuara...