Capítulo 4 - Fiesta Carmesí. Parte II

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     Su visita al baño fue inmediata luego de haber tenido aquel encuentro. No podía ser, no allí. Justo en el evento más importante, donde la Red Moon estaba a punto de aparecer. La Luna se volvía roja cada 4 años, y siempre pasaban cosas importantes entorno a la Dimensión X. Todo lo que él debía hacer era evitar que ambos se encontraran y lo lograría, así su vida quedase en riesgo, aunque era poco probable al ser inmortal y habiendo pocas formas de asesinarlo, más aún sabiendo que ninguno de ellos sabían realmente qué eran. Se quitó el sombrero, dejando al descubierto su cabello, se deshizo de la máscara que cubría su rostro. El juramento por el que había estado él en la "Dimensión Y" durante más de 24 años estaba en peligro si cometía algún fallo. Él sabía más que nadie que todo lo que el destino quiera, todo lo que las hermanas del destino escriban e imaginen, será así, haga lo que haga. Puede que se atrase, pero inevitablemente siempre ocurre. Observó a sus ojos una vez más, cafés y sutilmente rojizos, respirando hondo. A pesar de su cuerpo no necesitar respiración, se sentía más vivo que nunca. El miedo de ser consumido por las llamas del inframundo estaba vivo en su interior, cual fogata, y él sabía muy bien que debía hacer algo para evitarlo, su destino era el poder, y él lo deseaba más que a nada.

     Salió del baño con su sombrero rojo y máscara negra. Como si nada de lo que acababa de ocurrir hubiese pasado. Elegante, sutil, con paso rápido. Una altura bastante prominente, y cierto encanto en la voz, él era capaz de sacar información de cualquiera. Sus más de 300 años de experiencia no serían en balde. Su plan era descabellado, pero no lo era tanto puesto que los mundanos y sus pensamientos acerca de la importancia del dinero lo ayudarían. Estaba en la mejor posición para hacerlo, una fiesta repleta de humanos con riquezas varias. 

     Kiara se alejó de Anné unos minutos, prometiendo volver con algo de café

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     Kiara se alejó de Anné unos minutos, prometiendo volver con algo de café. Su mejor amiga estaba ebria solo por tomarse un par de copas de más mientras ella llegaba a la fiesta, y claro que debía retribuirla.

-Disculpe, ¿Usted sabría decirme donde puedo pedir café? -Kiara decidió preguntarle a una joven alta, esbelta y rubia, su vestido no podía estar más impresionante, tanto que la curiosidad de verla de frente la mataba. 

-Oh claro... En la barra de allá. -Rossane señaló hacia una pequeña barra donde repartían bebidas calientes, dándose la vuelta para observar a la joven. 

     Kiara no podía creer lo encantador de aquel vestido, y de la joven. Era preciosa. -Muchísimas gracias, su vestido es muy bonito. -Ki al decir esto, se avergonzó haciendo que sus mejillas se sonrojasen y se retiró del sitio, sonriendo hacia la mujer. 

     Al parecer en aquella fiesta repartían de todo, lo bueno, era gratis, lo mejor, era todo de excelente calidad. Pidió un café negro para su amiga y comenzó a caminar hacia la mesa donde se encontraban. Lo único que ella lamentaba era que, a pesar de ser sumamente elegante todo, no había nada más que ver que vestidos, personas hermosas y muchos celulares con sus flashes activados. Se sentó junto a Anné y le dio el café, cosa que rechazó al instante ya que lo odiaba. 

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