8

190 4 1
                                    

Y sentí el primer azote en mi piel, no sé como me sentía emocionalmente estaba enojada pero aún así era excitante.

¿Qué pensarían nuestros padres de esto?

Mejor dejo de pensar eso, es como imaginar que nuestros abuelos tuvieron que tener sexo para engendrar a nuestros padres, y pues iugh!

Al tercero fue azote junto a una caricia, o al menos así lo sentí, lo que provoco que de mi saliera un jadeó casi gemido.
Intenté taparme la boca, pero el me lo impidió con su otra mano.

Estoy alucinando, a caso el idiota de Erick le puso droga a la bebida que me ofreció? Esto es demasiado erótico como para ser un castigo, bueno un castigo que entra dentro del rango normal.

Es más, no se ni porque me estoy dejando castigar.
Tal vez por masoquista.
Parezco ya hasta loca hablando sola en mi mente.

–Aah David!

Ganas de que hubiera sido un gemido placentero, pero fue más de dolor por la última nalgada.

–Quiero que estés atenta a lo que hago, no divagando por tu mente tan curiosa– dijo mientras me sobaba el glúteo.

–¿Ya acabaste?

–Si.
Dijo levantándose conmigo encima, luego me tiro a la cama, me subí la ropa tan rápido como pude, una cosa era ver mis pompis y otra muy diferente mi flor que dicen muchas.

Entro a una puerta, supongo que el baño, intenté buscar las llaves pero no las encontré. Mi última salida sería la ventana pero no es opción, aun no soy suicida, prefiero esconderme.

Busco donde esconderme, bajo la cama no quepo, bajo la mesita de noche me vería, el clóset es muy obvió pero es mi única opción, ya que en el baño lo está utilizando.

Su clóset parece Narnia, es inmenso, aquí parece un cuarto aparte donde su huésped es la ropa.

Encuentro la parte de los sacos, es donde está más grande y me tapa completa en caso de que entre.

Estoy nerviosa, me recuerda a mi niñez, diría época infantil, pero infantil sigo siendo, cuando jugábamos a las escondidas y pocas veces me encontraba, pero cuando lo hacía era porque había hecho trampa.

Pasaron al rededor de 20 minutos los cuales fui contando por segundo, la aburricion para eso sirve, hasta que escuche como la puerta era abierta

Sentí unos escalofríos, en si no se que pensé con esconderme, digo puede que hasta mañana saliera si es que se le olvidaba que yo estaba aquí, de lo contrario hasta me podría encerrar.

Bueno ya estoy paranoica, según solo era el castigo y luego libertad.

A parte con la ducha estoy segura que se le bajó lo ebrio. O al menos creo que ya está más consciente y cuerdo.

–Ahh no mamessss!
Grité cuando de repente los sacos fueron movidos y yo quedé al descubierto.

Tenia una sonrisa algo sádica y su mirada ni se diga. Demasiado intensa, creo que no aguantaría una lucha de miradas.

–¿Creiste que no te encontraría?

–No se de qué me hablas.

Levanto una ceja tipo " si como no, y yo soy pobre" para después sonreír de nuevo.

–Bueno, si no te estabas escondiendo, entonces ¿Qué se supone que estabas haciendo ahí metida?

–Pues estaba en la cama y vi un conejo pasar corriendo con un reloj, así que lo seguí y llegué a un mundo mágico de nieve.

–En primera es algo estúpido lo que acabas de decir, en segundo sigues siendo mala mintiendo y en tercera revolviste cuentos. El de Narnia y Alicia.

–Como sea... 

–¿No piensas salir?

–Nop.

–Se te durmieron las piernas ¿verdad?

–Si, pero no te preocupes, solo le canto las mañanitas y veras que pronto despiertan.

–Que graciosa, deja te cargo.
En otro momento hubiera aceptado, pero por ahora cualquier roce o tacto que tengamos, va a ser incómodo.

–Nooo! Digo no. Ahorita se me pasa y me levanto.

–Ni que te fuera a comer... Bueno, no de forma caníbal ni  a la fuerza.
Dijo con una sonrisa ladina.

Aunque me resistí "supuestamente" porque en realidad le dijo no tres veces y al último me cargó no a la fuerza ya que no hice ningún movimiento para evitarlo,me acostó en su cama y me arropó con su cobertor. Luego se acostó al otro lado de mi, viéndome de frente mientras yo le daba la espalda.

–Me voy ir a mí cama.

–No.

–Si.

–Como en los viejos tiempos, quédate aquí conmigo.

Eso de alguna manera me dolió, ya que eso significaba solo hermanos, pero después de lo que paso ahora menos que nunca podría dejar de estar encantada por el.

–Que yo recuerde en lo viejos tiempos no me dabas castigos y menos me habías tocado una nalga.

–Nunca me referí a los viejos tiempos como éramos de hermanos, solo a cuando te acostabas en mi cama y dormíamos los dos abrazados.

–¿Por qué dejaste de hacerlo? Bueno, de permitirme estar contigo, ya solo cerrabas tu cuarto con pestillo y después de varias veces decidí dejar de intentar.
Dije volteando a verlo de frente.
La luz alumbraba nuestros rostros ya que el reflejo de la ventana daba al espejo de un costado.

–Porque estaba creciendo, y tú igual, tal vez si hubieras seguido pequeña, bueno sigues. Auch!

Lo golpeé.

–Sabes a que me refiero, te seguiría viendo solo como mi hermanita, pero creciste, te hiciste más hermosa que nunca, yo estaba en época adolescente, sabes bien lo que es eso. Luego eras demasiado celosa conmigo y me espantabas a cualquier conquista, me hiciste difícil el camino.

–Pero pudiste decirme, o no se!

–Iba a ser extraño, ¿Cómo te lo hubieras tomado?

Me quedé callada porque no tenía respuesta a eso. Aunque luego recordé algo.

–¿Y por eso me espantaste a cuánto chico quería acercarse a mí?

–¿De qué hablas?

–Sabes perfectamente de que hablo, ningún chico se me acercó hasta que pasaron años y les dio igual tú advertencia.

Estaba cruzada de brazos, quería parecer enfadada pero no lo aparentaba muy bien que digamos por la forma en que me observaba.

–¿Quieres saber por qué lo hice?

Asentí con la cabeza.

–Porque te quiero para mí.





Hello guys!!

Sorry si me desaparecí jajajaja es que después de las vacaciones entre a clase y estaba llena de proyectos , ya saben el último año en preparatorio es algo complicado , pero aquí está otro capítulo ❤️

Sin más, bye,

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 15, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La primera vez que te vi (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora