Capítulo final

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Yoongi pasó el día ya sea totalmente enfocado en darle retoques al tercer verso de su canción para su nuevo mini álbum o dejando que su mente divagara sobre lo que sea que Jungkook había planeado para esa noche. Jungkook estaba completamente fuera de su mente o era la única cosa presente, no había un intermedio. Era a la vez emocionante y estresante y honestamente, Yoongi no se había sentido de esta manera desde que Son Jiwoo lo había dejado llevar su mochila en noveno grado. Era un hombre adulto, un genio musical y estaba reducido a manojo de nervios, mareado por la anticipación a causa de este chico.

Sin embargo, era una anticipación cautelosa. Los últimos meses habían sido un infierno de una manera que no necesitaba y estaba bastante seguro de que habían hablado y aclarado las cosas, pero Yoongi pensó que estaban haciendo lo correcto luego de la noche en el hotel, pero vean de qué forma todo se fue al demonio. Pero habían hablado y se habían besado y ya no estaban actuando. La mente de Yoongi estuvo dándole vueltas a la pista pensando que estaba bien y luego no sonaba tan bien, hasta que se enojó consigo mismo y quiso tirar su trasero ansioso a la calle. Estaba tan absorto en sus pensamientos que, cuando Yoongi abrió la puerta de su estudio y vio a Jungkook allí con su mano aun en alto para tocar la puerta, pensó por un momento que lo había invocado.

—Hola —dijo apoyándose contra la puerta— pensé que podría saludarte.

Jungkook claramente venía de una presentación o algún tipo de grabación, vestía pantalones apretados negros, una camiseta rosada brillante y una máscara negra colgaba en su cuello. Su cabello estaba revuelto y su maquillaje un poco corrido por el sudor. Honestamente, se veía bastante asqueroso y como que necesitaba urgentemente una ducha y una exfoliación, pero Yoongi aun así quería atraerlo para besarlo como lo había hecho la noche anterior.

—Sí, estábamos grabando un MV para Hot Candy. Esa coreografía es más difícil de lo que parece —Jungkook miró rápidamente sobre su hombro —¿Aún saldremos en la noche? —preguntó, manteniendo su voz baja.

—¿Tenías que venir y preguntarme eso en persona? —bromeó Yoongi — ¿tu celular está roto?

Jungkook rodeó los ojos, pero Yoongi notó como sus mejillas se sonrojaron bajo su maquillaje. Era buena saber que no era el único afectado. Estamos en esto juntos, pensó para sí mismo, y eso era demasiado incluso para pensarlo mientras miraba directamente a Jungkook, así que miró hacia otro lado.

—Sí —dijo, volviendo a mirar la pantalla de su computadora —nos vamos a juntar. Ahora ve a casa y dúchate —no se giró para verlo irse, ese pensamiento aún estaba en su cabeza. Estamos en esto juntos.

Terminó de trabajar cuando el resto del equipo de producción lo hizo, renunciando a las horas extras de trabajo en el estudio por una ducha y un cambio de ropa. Todo lo que escuchó de Jungkook, por unos cuantos mensajes de texto, fue una confirmación de que se juntarían a las 10:30 pm, pero ninguna pista de qué harían o dónde estarían. Yoongi quería preguntarle ¿es una cita? Pero eso lo arruinaría en caso de que lo fuera. Y realmente no quería saber que no era una cita antes de tiempo, porque eso también lo arruinaría.

Dios, este chico lo hacía ser estúpido.

Optó por usar unos pantalones negros con una camiseta negra abotonada con botas negras, pensando que era lo suficientemente clásico para verse bien en todas partes. Le otorgó más tiempo a su ducha, se secó cuidadosamente el cabello y también lo peinó de la forma más cercana a lo que sus estilistas lo hacían. Usualmente no usaba maquillaje, pero usó un poco para esconder sus ojeras. Estaba poniéndose su colonia cuando su celular vibró. Era Jungkook y todo lo que envió fue una dirección. Frunciendo el ceño, Yoongi intentó ubicar la calle. Era en Itaewon, sabía eso, justo en—oh.

Don't play no game that I can't win || YoonKook ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora