Y...bloqueado

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Jungkook no tenía idea de qué esperar cuando entró al departamento de Yoongi el viernes en la noche. Estaba intentando no parecer tan nervioso frente a Taehyung y Jimin, porque se supone que debía ser el novio que brindaba apoyo, ¿cierto? No importaba que Taehyung estuviera siendo cauteloso y raro, ni que Jimin estuviera haciendo bromas lascivas sobre cómo, exactamente, Jungkook felicitaría a Yoongi. Jungkook era simplemente el novio tranquilo y que apoyaba a su novio falso.

Excepto que las cosas no se sintieron para nada falsas el martes. Se sintieron...bueno, realmente buenas, si era honesto. Si Yoongi le hubiera pedido que se quedara,  se habría quedado. Hubiera hecho, si era honesto consigo mismo, lo que fuese que Yoongi le pidiera.

Y se había imaginado, con mucho detalle, a Yoongi pidiéndole hacer todo tipo de cosas desde el martes.

Pero Yoongi era Agust D, iba a ser famoso y se iba a mover a cosas más grandes y mejores. No necesitaba un niño suspirando tras él o las complicaciones de cualquier tipo de relación real. Fue por eso que Jungkook soltó esa estupidez acerca de terminar. Sabía que se acercaba, lo supo en cuanto Yoongi dijo que había firmado con Big Hit y pensó que no podría soportar la mirada de compasión en la cara de Yoongi después de esa increíble noche cantando y grabando y besándose. Fue tan perfecto y caliente y Jungkook iba a llevar el recuerdo de esa noche por años, probablemente. No lo quería recordar arruinado con Yoongi diciendo "Lo siento, niño, no podemos hacer más esto". Así que Jungkook se adelantó, lo cortó de raíz y así pudo tener más besos y coqueteo. Estaba todo bajo control.

Lo que no estaba esperando, sin embargo, era a Yoongi siendo cortejado en una silla de oficina con ruedas que había sido decorada, de manera muy entusiasta, para que pareciera un trono. Jungkook había pensado de alguna forma que Yoongi estaría incómodo con toda la atención, o que estaría en una esquina frunciendo el ceño. En vez de eso, al parecer estaba mandando a la gente para que le trajera tragos y comida con una tiara posada arriba de su cabeza. Aparentemente, el Yoongi alrededor de sus amigos era muy diferente al Yoongi en un club. Era un recordatorio incómodo de lo poco que se conocían el uno al otro, a pesar de que Jungkook se sinceró totalmente con él la otra noche.

El departamento estaba lleno y la música a todo volumen. Había vasos y botellas por todos lados, pero emitía más una vibra de buen tiempo que una de tiempo de descontrol.

—Hola—Hoseok se le acercó y le dio un medio abrazo— escuché el trabajo que realizaste con Yoongi-hyung en esa canción. Increíble, totalmente increíble.

—Gracias—dijo Jungkook, sin estar muy seguro de qué responder— no fue nada, uh--

—Oye, tú hombre te está buscando—lo interrumpió Hoseok—no hagas que salga de su silla, se va a enojar—rodeó ojos—toda una diva. ¿Oye, esos son tus amigos?

Hoseok le dio una palmada en la espalda y se dirigió en dirección a Jimin y Taehyung, quienes estaban en una esquina hablando con Seokjin-hyung.

Jungkook miró a Yoongi, quien estaba, de hecho, mirándolo. No podía leer la expresión en la cara de Yoongi. Sus ojos estaban negros, su boca con un pequeño puchero mientras sus dedos jugaban con la etiqueta de su cerveza. Jungkook recordó, de nuevo, la noche en la que se conocieron. Yoongi torció su dedo hacia Jungkook, haciéndole señales para que se acercara.

Cierto. Jungkook estaba jugando a ser el novio que debía felicitarlo, no el niño nervioso con un crush. Podía hacer eso. Yoongi estiró su mano y Jungkook la tomó, sorprendido cuando Yoongi inmediatamente entrelazó sus dedos y lo acercó hacia sí.

—Hola—dijo Jungkook, suavemente. Y entonces, antes de que pudiera rendirse ante sus nervios, se inclinó y besó a Yoongi. Su mano libre sostuvo la mandíbula de Yoongi. —Felicitaciones—murmuró en la oreja de Yoongi cuando se alejó.

Don't play no game that I can't win || YoonKook ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora