Crazy [ADAPTACIÓN] ➠ 'renmin'

LII. hateful.

Sacaba las llaves de mi bolsillo. Caminé por el jardín a la puerta escuchando como el sonido del carro desaparecía poco a poco.

Noté que otro sonido crecía, alguien corría y lo hacía rápido; seguro es Ji Sung que viene a lanzarme algo a la cabeza.

Me di la vuelta rápido.

─ No pienses en... ─ Alguien me abrazó, con la inercia de la velocidad que llevaba perdimos el equilibrio. Nuestros cuerpos cayendo al suelo, pude percibir por el aroma que se trataba de mi novio.

Ren Jun.

Caímos en el césped; él jadeaba y estaba un poco rojo, lo noté por el color de sus orejas, ya que estaba recargado en mí.

─ Lo siento, fui muy estúpido, te diré todo lo que quieras, responderé cualquier pregunta. ─ Me conmovió este acto de Ren Jun, pero aún estaba algo molesto.

─ Bueno... lo que pregunté hace un rato. ─ Se levantó de mi pecho y me miró a los ojos.

─ Quiero saber que pasó contigo y Mark; si se supone que son familia, los problemas se arreglan hablando entonces...

Puso un dedo sobre mis labios para evitar que las palabras siguieran saliendo de mi boca.

─ Él es mi ex.

...

«¿QUÉ?»

Ambos nos quedamos sentados afuera de la casa. Él me explicaba todo.

─ ¿Y tu familia? ¿Qué decía?

─ Nadie sabía, ni siquiera Dong Hyuck, la abuela o mis otros primos.

─ ¿Cuánto tiempo anduvieron?

─ Cuatro años...

─ ¿Y por qué terminaron? ─ Hizo una pausa ahí. No contestó con tanta fluidez a diferencia de las demás preguntas.

─ Muchas discusiones, ya era tedioso eso y... también porque me di cuenta de que era la persona más cruel del mundo... ─ No quise preguntar más, se notaba el dolor en su rostro.

─ ¿Irás a mi partido mañana? ─ Besé su mejilla.

─ Claro.

[ ~ ]

A la mañana del domingo siguiente me encontré a Ji Sung en el camino a la parada. Tomé una piedra pequeña y se la lancé con suavidad a la cabeza.

─ ¿Vas a tu escuela? ─ Volteó a mirarme algo molesto.

─ Sí ─ contestó a secas.

─ ¿Vamos juntos? ─ Pregunté ya que se veía algo entre enojado y triste.

─ Cómo sea.

No decíamos nada; en el autobús noté ojeras debajo de sus ojos.

─ ¿Estás bien?

─ Qué te importa.

─ ¿Eso es un «no»?

─ Eso es un «qué te importa» ─ Me recargué en el asiento.

─ No te ves muy bien que digamos, así no le vas a gustar a Chen Le.

R.I.P YO.

Ji Sung se alteró ─ Tsk, solo déjame ¿quieres? ¡Ni siquiera sabes si quiero gustarle! ¡No sabes nada!

─ Sé que te gusta.

Bajó la mirada ─ ¿Y eso qué?

─ No es lindo guardarse los sentimientos.

─ ¿Y qué se supone qué haga? ¿Decirle?

─ Eso te dejaría en claro que procede.

¿Cómo es qué empezamos con una conversación odiosa y terminamos hablando como mejores amigos?

─ Tal vez; odio decirlo, pero tal vez tienes razón, qué más da ¿no? El problema es que no a todos nos espera alguien con los brazos abiertos al ser rechazados.

Me miró y siguió hablando: ─ Si me rechaza, no tendré a nadie más, ¿lo entiendes? Estaré solo.

El bus llegó al Liceo. ─ Sí, y contar conmigo sería odioso, ¿no?

Nos bajamos y Ji Sung se quedó pensando en mi propuesta de tregua.

Llegamos y cada quien fue con su respectivo chico.

[ ~ ]

El partido estuvo bien, pero quedaron en empate. De nuevo, al final, Ren Jun estaba cojeando, al parecer no podía apoyar la pierna derecha. Es con esa con la que patea.

─ ¿Te encuentras bien? ─ Me sonrió.

─ Sí, mejor que nunca.

El resto del día fue tranquilo, comí en su casa, mas jamás vi a Dong Hyuck; su madre dijo que estaba en su habitación, pero honestamente no averigüé más porque estaba cocinando junto a Ren Jun.

[ ~ ]

Al día siguiente en la escuela fui con Dong Hyuck.

─ Ayer fui a tu casa, estuve ahí toda la tarde.

─ Creo que sí. Te escuché, creí que era mi imaginación; me sentía un poco mal, ¿qué hacías ahí?

─ Ren Jun me invitó a comer.

─ Ah, ya...

Cambió su expresión y me hizo pensar que no estaba bien.

─ ¿Todo bien? ─ pregunté.

─ No ─ Me abrazó ─ Woo Sung me estaba engañando todo este tiempo...

Comenzó a llorar, le correspondí el abrazo.

─ Olvídalo, no vale la pena que te pongas así ─ Se separó y me miró a los ojos. Sentí una tensión en mi cuello...

─ Deberíamos salir este viernes.

─ No puedo... ya hice planes ─ Torció la boca.

─ No me digas, ¿harás algo con InJunnie? ─ preguntó en tono sarcástico.

─ E-eh, de hecho sí.

─ Oh, jeje, está bien.

Se dio media vuelta y comenzó a avanzar sin mí.

¿Qué le pasa? Ni cuando éramos amigos actuaba así.

(...)