... tutututututututu...
El teléfono móvil de Timur estaba desconectado.
—¿Dónde se habrá metido este chico? —se preguntó Kasim.
Miró el reloj despertador de su mesita de noche y volvió a marcar el número.
Nada...
Cogió entonces el teléfono de la habitación y marcó el número de la recepción.
—Buenos días, podría ponerme con la Comisaría.
—Sí señor. ¿A quién debemos anunciar? —contestó el recepcionista por la otra línea.
—Dígales que soy el inspector Kasim.
—Ahora mismo, señor.
La espera se hizo bastante larga, muy poco apropiada para un servicio de emergencia. El inspector retorció el cable del teléfono, se mordió los labios, le sudaron las manos, se rascó la cabeza y miró el auricular.
¿Hola?, habló solo.
No entendía dónde se había metido Timur y estaba preocupado.
—¡Coged el teléfono, malditos gandules! —gritó al auricular.
—No es necesario que grite, señor inspector.
Una voz de mujer, del otro lado, le sorprendió.
—Lo siento mucho —dijo excusándose—. ¿Puedo hablar con el agente Timur?
—Me temo que no es posible, inspector.
—¿Por qué?
—El agente Timur está de baja por enfermedad —informó la mujer.
—¡No es posible!
—Lo lamento, inspector.
—Ahora mismo voy a hablar con el capitán de cuartel.
*
Dos horas más tarde...
—Entiendo su preocupación, inspector —aseguró el capitán—, pero como comprenderá, el caso está cerrado, y aunque no me importa que usted deambule por ahí, impartiendo justicia callejera... Timur está de baja y eso no depende de usted.
—No es necesario decirle lo decepcionado que estoy. En la central de la capital recibirán un informe mío dentro de muy poco, y le advierto que no hablará muy a su favor.
—Haga usted lo que considere oportuno. ¡Me importa un pimiento!
—¿Cómo dice? —preguntó el inspector, sorprendido.
—Si usted cree que me importan sus amenazas, está muy equivocado. Y dicho esto, ya no es usted bienvenido aquí, así que le pido por favor que abandone la ciudad, o me veré obligado a ser yo quien escriba un informe en su contra.
—Muy bien... mañana por la mañana me iré.
—¡No inspector! —dijo el capitán, enfadado—. ¡Se marchará esta misma noche!
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Reloj de arena
AdventureRelato de aventuras y misterio. Nada es lo que parece y nada es lo que merece ser. Durante los días turbados, una sombra se cierne sobre nosotros, y sólo depende de los más valientes interpretarla, luchar o unirse a ella, y sobrevivir.