Cásate Con Migo Katara

Capitulo 1

2.5 años después del cometa de Sozin

Afuera hacía frío, pero no había nieve. Rara vez había en Gaoling. Vivir aquí no era lo que Katara había esperado. Ella no conocía a nadie aquí, aparte de los Bei Fongs y desde que Toph se mudó a Ba Sing Se, Katara no tenía ninguna razón para molestarse con Lao o Poppy. Hakoda, Gran Gran y Pakku estaban en la Tribu Agua del Sur. Sokka estaba en la isla de Kyoshi con Suki y los otros amigos de Katara estaban en la Nación del Fuego o en diferentes ciudades del Reino Tierra.
No se dio cuenta de lo sola que estaría. Sorprendentemente, fue mucho más fácil hacer amigos durante la guerra que después de ella. Cuando había guerra, todos tenían una causa para unirse. Ahora, todo estaba triste y fragmentado. Le encantaba el agua, pero odiaba enseñar. Odiaba a los de bajo rendimiento y a los padres que sobreestimaron las habilidades de sus hijos, quienes la culparon por los desafíos de sus hijos. Bueno, el control del agua es difícil, de acuerdo. Requiere práctica real, no solo burlarse y esperar ser un maestro en dos meses.
Ella enseñó a mocosos mimados, los productos de los ricos nobles del Reino Tierra y las mujeres de la tribu del agua. El mundo necesitaba más maestros agua, especialmente después del internamiento durante la guerra, pero Katara estaba perdiendo la pasión que tenía por enseñar. ¿Qué diferencia hizo esto para las tribus? No es que estos niños irán allí y ayudarán. Están perfectamente contentos aquí de ser mimados por padres con demasiado dinero y sin tiempo suficiente para ellos.
Estaba lista para renunciar. Desafortunadamente, tan pronto como lo hizo, Hakoda intentaría que volviera a casa y buscara un esposo, Arnook trataría de hacerla ir al norte y buscar un esposo, Aang intentaría que se mudara a la Nación del Aire y volver con él y quién sabe en qué dirección trataría de empujarla Sokka. Parecía alternar entre la Tribu Agua del Norte y Aang.
Ella contempló decirles que estaba casada y ver la expresión de asombro en sus rostros cuando se dieron cuenta de que no sería una máquina de hacer bebés por la que luchar. ¿Estaba mal que quisiera usar su matrimonio para molestarlos un poco o tal vez mucho? No sería muy agradable, pero se sentiría realmente bien.
"No es tan bueno como el sexo", se quejó. Echaba de menos el sexo, otra consecuencia de este estúpido trabajo. Ella era libre de jugar, pero no se sentía bien. Se sentía arruinada por cualquier otra persona y nunca podría dejar de coquetear con otras personas. Seguramente, su cónyuge había actuado en su ausencia, pero no le importó, siempre y cuando fuera la única cuando estuvieran juntos.
Esa era una de las dos reglas. La otra regla era no tener  relaciones comprometidas con otras personas. Todo lo demás era un juego justo.
Era viernes por la noche y el maestro agua no tenía planes. Se quedaba en casa, hacía ramen y se quejaba internamente de lo frustrante que era todo para ella. A veces, deseaba haber nacido niño; entonces ella no tendría que lidiar con estos problemas. Nadie intentaría casarla. ¿Cuánto tiempo ha pospuesto Sokka para proponerle matrimonio a Suki?
[Toc Toc Toc]
Solo una persona toca tres veces. Antes de que Katara llegara a la puerta, escuchó [toc toc toc].
Lo abrió para ver a su infame esposa mujerificadora en su puerta con sus maletas empacadas. "Sorpresa." Antes de que pudiera traer sus maletas adentro, Katara agarró a su esposa, la besó bruscamente y la hizo soltar sus cosas.
Azula esperaba que ninguno de sus bolsos golpeara los pies de Katara. Levantó a su esposa y la llevó al sofá. "Creo que estás feliz de verme". Azula metió sus cosas dentro y cerró la puerta. "Entonces dime, ¿cuánto has extrañado mi cuerpo?"
Katara puso los ojos en blanco, qué puta mujeriego. "Sabes que te extrañé por algo más que tu cuerpo".
"Sí, pero las cosas blandas son aburridas. Somos mucho mejores en las cosas divertidas, reír, divertirnos, divertirnos".
Katara se revolvió el pelo. "Te cortaste el pelo. Se ve bien".
"Gracias." En lugar de su famoso moño, Azula lucía un aspecto angulado más corto y llevaba el pelo suelto. "Quería cambiar, y pensé que si no me gustaba, podría usar una capucha durante todo el invierno y volvería a crecer en verano".
"Bueno, creo que se ve caliente".
"Entonces lo guardaré".
"Entonces, ¿qué le dijiste a Zuko cuando saliste del palacio?"
Azula se rio entre dientes. "Nada. Simplemente empaqué mis maletas y me fui".
"¿No se preocupará?"
"Él no es mi guardián. Soy una mujer libre, gracias a ti". Azula se besó la nariz. "Y puedo viajar como mejor me parezca".
Cuando Azula recibió la carta de Katara, ella decidió animarla. Había sido su sueño convertirse en maestra de control del agua y Azula se entristeció al saber que Katara ya quería renunciar. Ella pensó que una visita divertida podría levantarle el ánimo nuevamente.
"Entonces, ¿qué haremos esta noche?" Azula le preguntó.
"Pensé que podíamos quedarnos adentro".
"Entonces quieres tener sexo conmigo toda la noche. ¡CALIENTE!"
"Está frío afuera." Katara la fulminó con la mirada.
"Así que vamos a calentarnos por dentro. ¡Choca esos cinco!" Katara le dio uno. Fue agradable tener una persona despreocupada en su vida. Azula fue la única que no intentó hacerla ser nada. Cuando estaban juntos, era como si su única misión fuera hacer sonreír a Katara (o gritar en voz alta).
"Iba a hacer ramen para la cena".
"¿Quieres ayuda?"
Las dos mujeres se pusieron a cocinar. Azula era mejor cortando y calentando el agua que sazonando y conociendo sus tiempos de cocción. Afortunadamente, ella vivía en el palacio y no necesitaba cocinar para mantenerse.
"Entonces, ¿cómo están todos en el palacio?"
"Bueno, déjame ver. Zuko y Mai todavía están discutiendo cuándo deberían tener hijos. Mai debe estar aburrida si ya quiere tener un bebé. (Se acaban de casar hace tres meses). Aang vino de visita". Azula dijo la última parte con veneno; ella no podía soportarlo. Todos pensaron que era por Ozai, pero en realidad había terminado con Katara. Era un bebé tan pequeño. Estaba convencido de que Katara era su chica eterna para que se casaran y repoblaran la Nación del Aire, pero ni siquiera la conocía.
Claro, ella cocinó para él, limpió para él y lo consoló durante la guerra, pero no parece ser su novia / madre. Ella quiere un amante que pueda atender sus necesidades, tanto sexuales como emocionales, y Aang no puede hacer nada. Ofreció su corazón, pero su corazón es superficial. Amaba a Katara tal como la veía, como quería que fuera. No podía tomar sus defectos junto con sus beneficios. Ella puede estar enojada y rencorosa. Ella puede ser complicada y temeraria. A veces piensa que los fines justifican los medios. Aang no sabe esto de ella. El no lo entiende. Se niega a verlo, y no puede amarla por completo si no lo reconoce. Hasta que crezca, debería dejar a Katara solo, pero por supuesto que no lo hará.
"Es un buen tipo", le dijo Katara a su esposa.
No cuando se trata de Katara. "Lo sé, pero él me pone la piel de gallina. Es un bebé, pero finge ser un hombre; es repulsivo".
Su inmadurez fue la razón por la que Katara se fue, por lo que no podía discutir los méritos de Azula, pero pensó que esas eran razones para no salir con él, no razones para despreciarlo. Katara quería cambiar de tema, por lo que besó a su esposa.
"¡Voy a hacerte sentir tan bien esta noche!" Azula se jactó cuando se dio la vuelta y bañó a su esposa.
"¿Qué juguetes trajiste?"
"Tendrá que esperar y ver, señora."
Katara se sonrojó. De alguna manera, ese apodo la atrapaba cada vez.