Cap 2. Yo también tengo mis cartas

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Me encontraba llegando a Los Angeles, en este momento me encontraba perdida.

Los chicos no dijeron nada y tampoco quería que lo hicieran, yo se que no les intereso y espero que todo siga así, porque cada persona que está cerca mío desaparece. Les estoy haciendo un favor.

En el avión podía ver a familias, con sus hijos, ¿porque no pude tener una infancia así?
La vida me puso obstáculos desde muy temprano.

Ya habíamos llegado a Los Ángeles así que me levanté para bajar del avión, entre al aeropuerto para agarrar mi bolso. No agarre casi nada, porque no tengo pensado quedarme mucho, me quedare hasta el entierro y hasta que sepa que va a pasar con Alexa, con quien decidieron que se quede. Seguro que con Joshua.

Salí del aeropuerto y paré un taxi, le dije la dirección de la casa de mis tíos.Necesitaba ver la casa, donde pasaron tantas bromas, donde reíamos juntos, donde me daban abrazos. Necesitaba ver esa casa que por un tiempo fue mi hogar.

Llegamos y le pagué al taxista y bajé. Me quedé viendo la casa, estaba rodeada con cinta policial, necesitaba ver,sin importarme nada rompi la cinta policial y me acerqué a la puerta. Metí mi llave que había sacado cuando estaba en el taxi y la abri lentamente.

Todo estaba tirado, como si hubiera habido una pelea, cosa que seguro porque mi tío abra luchado contra sus atacantes. Vi sangre en la pared del comedor. Fui a la cocina, tambien todo estaba destrozado, di la vuelta a la isla y había marcas de un cuerpo con tiza y un gran charco de sangre y no solo en el suelo sino que también en el mueble. Aquí murió el.

Esta cocina llena de recuerdos felices y amargos, ahora era la escena de un crimen. No pude evitar subir, llegue hasta la puerta de su habitación, había un cruz con cinta policial. Rompi la cinta y de apoco abrí la puerta con miedo por lo que podría llegar a encontrar.

Cuando vi, casi vomito, la habitación estaba cubierta de sangre por todas partes, el suelo, las paredes y la cama. Esta imagen nunca la sacaré de mi mente, en las paredes había como marcas de manos de sangre, la puerta de su baño estaba destrozada. Puedo imaginarme a mi tia aterrorizada,pidiendo que no la lastimen. Siento que estoy a punto de volver a caer en mi vacío.

No pude aguantar más y cai de rodillas al suelo, con lágrimas saliendo de mis ojos. Grite y grite descargando todo lo que sentía en ese momento. ¿Quien había sido?¿quien los había matado? Ellos no eran malas personas, no tenían nada que ver conmigo, porque estoy segura de que esto fue mi culpa. Tendría que haber muerto también en ese accidente, todos estarían mejor sin mí.

Necesitaba un abrazo pero no de cualquiera sino de el, de mi Ryan, que me dijera que todo estaría bien. Debi abrazarlo una ultima vez antes de que todo sucediera. Lo necesito.

Me siento culpable, las personas sufren por mi culpa, mueren por mi culpa. Yo debí haber muerto con mi verdadera madre. Mis lágrimas seguían saliendo, aunque tratara de pararlas era imposible, salían por voluntad propia, era como si estuviera llorando por muchas cosas y no solo por ellos.

Me levanté, con mucho esfuerzo pero lo hice, tenía que ser fuerte, no podía derrumbarme ahora o sino, todo estaría perdido. Me limpié las lagrimas de mi rostro y como entre a esa habitación, salí con el corazón más destrozado que antes.

Cuando iba bajando por las escaleras vi una foto, estábamos mis tíos y yo con Alexa en brazos en el hospital, fue el día que le dieron de alta a mi tía. Sin poder esconder mi sonrisa tome ese cuadro y lo metí en bolso.

Fui hasta la puerta y antes de salir no pude evitar mirar un momento más, aunque las paredes tuvieran sangre y todo estuviera destrozado, esto en algún momento fue mi hogar. Y cerré la puerta, camine hasta donde terminaba la acera y me cente, saque mi celular

La vida tiene sentido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora