-Kian tuvo un accidente
Anteriormente
Me encontraba entrando al hospital con un gran nerviosismo y lagrimas que amenazaban por salir de mis ojos. Fui hasta la recepcionista.
-Hola, acaba de ingresar un hombre por un accidente, Kian Oviedo- le dije, sentía como mi cuerpo se encontraba intranquilo, me encontraba templando, tenia miedo, miedo a perderlo. Ella reviso algo en su computadora.
-Si hace media hora que ingreso, aun se encuentra en el quirófano, su estado no estaba muy estable- sin como esas palabras hubieran atravesado mi corazón- Una señora se encuentra en la sala de espera- asentí y fui hacia allí a paso rápido.
Los chicos se encontraban conmigo, Excepto Max que se quedo con Alexa y Lirón. Aun las palabras de Dana seguían rondando en mi cabeza, cuando las escuche lo primero que hice fue imaginarme lo peor, pero aparte de eso sentía como mi pecho se estrujaba, me había quedado sin reparación por unos segundos. Se muy bien que había entrado en un especie de shock ya que antes los había experimentado.
Solo espero que el también no se valla, porque dudo mucho que pueda seguir sonriendo si lo hace, ya que aunque no sea mi padre de sangre es mi padre de corazón, es alguien que se gano mi cariño,es alguien a quien no quiero perder.
El no merece esto, es mejor persona de lo yo puedo ser, merece ser feliz, no merece esto y ni nada de lo que le sucedió durante su vida. Solo se algo, sin el yo no soy nada, ya que es el único que logro que pueda volver a sonreír, es el único con el que puedo llorar, es el único con el que me ve como su hija, como si fuera su gran tesoro. Es el único que nunca se fue de mi vida, el es mi padre.
Cuando llegue a la sala de espera allí se encontraba Dana sentada en una silla mirando un punto fijo, me acerque cautelosamente.
-Dana- murmure solo para ella, levanto la vista y cuando me vio se le cristalizaron los ojos, ella se levanto y me abrazo. Se lo devolví, pero mas fuerte, ella lo necesitaba y yo también.
-Sarah...-sollozó en mi hombro- es mi culpa, el estaba hablando conmigo por teléfono.
-No lo es Dana, no es tu culpa, ¿Escuchaste todo?- sentí como movió la cabeza como afirmando.
-Escuche disparos, las llantas de los autos y el...choque- lo emboscaron, fue lo primero que pensé, alguien nos había traicionado. Atrapare al maldito que no hizo caso a mi amenaza.
-Tranquila, todo estará bien, el es fuerte- tengo que ser fuerte, por ella y por todos- no dejara que algo así lo venza- las puertas del quirófano se abrieron y de ella salio un doctor.
-Familiares de Kian Oviedo- todos nos acercamos.
-Soy su hija y ella su prometida- tome el brazo de Dana.
-Bien, el señor Oviedo perdió mucha sangre, se fracturo el brazo izquierdo y tiene una contusión en la cabeza, las heridas pudimos cocerlas, detener las hemorragias, pero por el tema de la contusión en el cráneo no se sabe cuando despertara- sentí como mi cuerpo se relajaba un poco, pero aun faltaba que se despertara.
-¿Cuando podremos pasar a verlo?- le pregunte.
-Ahora lo están por trasladar a la habitación 220, con su permiso me retiro- asentimos, mire de reojo a Dana y estaba llorando de nuevo, un pude evitar abrazarla.
-Te dije que estaría bien, el es fuerte, ahora falta que despierte- solo falta que despiertes papá. Nos separamos, pero ella aun seguía agarrada de mi brazo y nos acercamos a los chicos.
-¿Como se encuentra?- el primero en preguntar fue Black, suspire.
-Perdió sangre, tiene el brazo izquierdo fracturado y una contusión en el cráneo, no se sabe cuando despertara- les conté- Vallamos a la habitación de 220- fuimos hacia el ascensor y entramos. Cuando llegamos al piso buscamos la habitación- Entra tu primero Dana, seguro quieres algo de privacidad- ella asintió, cuando llego a la puerta tomo el picaporte con la mano temblando y entro. Me di vuelta y los mire seria- Esto no fue un simple accidente
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La vida tiene sentido
Teen FictionSegunda temporada de "La vida es un sin fin de desilusiones" Con el tiempo e aprendido a no confiar en nadie, ya que por confiar, hoy en día tengo consecuencia, pero cada día se me hace imposible. Estoy agotada, pero tengo que seguir de pie, no por...